C131 – ADICTO.El silencio en la habitación se volvió espeso mientras todos procesaban la revelación de Lia. Rowan se quedó paralizado, como si le hubieran dado un golpe físico, y su rostro pasó de la sorpresa al desconcierto y luego a una mezcla de dolor e ira.—¿Tú lo sabías? —preguntó con voz apenas audible—. ¿Todo este tiempo?Por su parte, Anya miraba a Lia con incredulidad, negando ligeramente con la cabeza.—Lia… tú…La beta cerró los ojos y soltó el aire lentamente, como preparándose para lo que venía.—Te ofrecí esta salida cuando Aidan supuestamente enfermó, porque… quería que volvieras a reunirte con él, quería que…—¡¿Y no pensaste en decírmelo?! —estalló Rowan, su voz retumbando en las paredes. Se acercó a ella con los puños apretados—. ¡¿Qué clase de amiga eres que oculta algo así?! ¡Mi hijo, Lia! ¡Mi familia!La traición se reflejaba en cada línea de su rostro, en la tensión de sus hombros, en el temblor de su voz. Pero Lia no se inmutó y, en lugar de eso, bufó y se lle

C133-VINE A ESCUCHARTE.Rowan desvió la mirada por un instante, como si buscar en esos recuerdos le causara un dolor físico. Respiró hondo antes de hablar y sus ojos se perdieron en algún punto distante, como si estuviera reviviendo aquel momento.—Cuando desperté, ella estaba allí.El recuerdo lo envolvió por completo.La luz se filtraba por una ventana desconocida y Rowan parpadeó, confundido. El dolor en su costado era punzante pero soportable e intentó incorporarse.—¿Cómo te sientes? —preguntó una voz femenina desde un rincón de la habitación.Rowan giró la cabeza demasiado rápido, provocándose un mareo y cuando su visión se aclaró, vio a una mujer rubia de ojos verdes observándolo con atención.—¿Quién eres? —preguntó, su voz ronca por la sequedad.—Alana —respondió ella, acercándose con un vaso de agua—. Te encontré anoche, estabas herido en la calle. Así que te traje a casa y curé tus heridas.Rowan bebió el agua con avidez, tratando de recordar.La pelea, había sido emboscado

C135-LA MANADA ESTA EN PELIGRO.Lejos de allí, en el mundo de los lobos.La noche era inusualmente fría, y un viento cortante sacudía los árboles ancestrales que rodeaban el castillo de obsidiana y hielo perpetuo, enclavado en las Montañas Susurrantes, una región gélida y maldita del mundo de los lobos.El salón del trono era vasto y oscuro, iluminado solo por la luz fantasmagórica de cristales que pulsaban con una energía violácea.Sentada en un trono tallado de un único bloque de hielo negro, estaba Lilith. Era deslumbrantemente hermosa, de una manera que detenía el corazón y luego lo helaba. Su cabello negro caía como un manto de seda líquida sobre su espalda, sus ojos eran del color de la sangre fresca, y sus facciones tan perfectas que parecían esculpidas por un dios cruel. Vestía un traje oscuro y fluido que se fundía con las sombras, y su piel pálida brillaba como porcelana a la luz de los cristales. Pero su belleza era una armadura, una máscara sobre la crueldad infinita que em

C137-OPCIONES.Lorcan se levantó al cabo de un rato. El cansancio se le notaba en la mirada, y Ailyn, sin decir palabra, lo tomó del brazo y lo condujo hacia el pasillo. Él no protestó. Solo asintió, agradecido, y ambos desaparecieron escaleras arriba.En el salón quedaron Cassian, Rowan y Anya. El silencio era espeso y Cassian apoyado en el respaldo de una silla, decidió iniciar la confrontación.—¿Axel? —repitió—. ¿De todos los nombres posibles, eliges al traidor?Rowan lo sostuvo con la mirada, firme.—No es el mismo hombre, padre. Lo conozco, sé que quiere redimirse.Cassian soltó una risa seca.—Redimirse... —repitió, sarcástico—. Ese bastardo entregó a su propia gente. ¿Y ahora quieres poner nuestras vidas en sus manos?Rowan dio un paso al frente, con la voz contenida pero dura.—Cometió un error, lo sé. Pero, si alguien puede localizar al que está detrás de esto, es él.Cassian lo miró como si las palabras le quemaran.—Tienes un corazón demasiado blando para este mundo, hijo

C139-SERÁ HECHO, ALFA.Cassian se levantó de golpe, empujando la silla hacia atrás y su rostro estaba tenso.—¿Redimirte? —dijo, mirando a Axel—. ¡Esto es una fantasía! ―Cassian giró hacia su hijo ―¡¿Estás poniendo el destino de nuestra manada en manos de un drogadicto?!La palabra "drogadicto" cayó como un látigo en la sala. Axel no reaccionó de inmediato, pero el golpe fue evidente en la forma en que sus hombros se tensaron y como bajó la mirada. Rowan, sin embargo, no dejó pasar el comentario.—¡Basta! —exclamó, dando un paso hacia su padre—. Es un lobo que conocemos y merece una oportunidad para enmendar su error, así lo hicimos con otros, ¡¿Por qué no él?!Cassian rió sin humor y cruzándose de brazos.—¿Su error? ¡Su error fue traicionarnos! ¿Y ahora le das las llaves? ¡Por todos los dioses, Rowan, tienes que ver la verdad! ¡Lo volverá a hacer!Pero antes de que Rowan pudiera responder, Axel alzó la voz y todos se giraron hacia él, sorprendidos por su intervención.—Tiene razón,