[EDDY]—¡Rayos! Creí que jamás terminaría.Mi grito de gozo se escuchó por todo Inglaterra, o así lo pensaba.Jamás sentí tanta libertad como ese cambio de turno, cuando el timbre sonó y la clase acabó.Lucas soltó una pequeña carcajada al ver la cara verde de Blade, me tomó de la mano y caminamos hasta los casilleros, juntos.—No puedo creer que hicieras eso.—Ni yo. Aunque llevaba rato queriendo hacerlo. Blade es un tonto.—Lo es.—Y ya me tenía desesperada. ¿Quién le dijo que es lindo que le toques el cabello a una chica, y encima, olerlo?.—¿Qué él qué?.Hizo un intento de regresar al salón. Llevaba sus puños apretados, pero lo detuve.—No vale la pena.—Lo vale si es a ti que fastidia.—Sí, pero antes lo hacía y no decías nada —mencioné sin meditarlo mucho, cosa que lo hizo frenar y mirar con arrepentimiento el suelo.—No era que no quisiera ayudarte, es que no podía.—¿Y ahora sí puedo saber por qué?.Lucas asintió, remojando sus labios.—Hice una promesa a…—Lucas, aquí estás.

[EDDY]Salí del baño sin mirar hacia atrás. Sabía que me estaba lanzando dardos con su mirada porque podía sentirla en mi espalda, pero no le di mayor importancia a sus provocaciones. Este día estaba siendo un asco, pero me había enfrentado a Blade y a Amanda, y se podría decir que había hecho las paces con Steve. No había nada que pudiera arruinar lo poco bueno que me había pasado.(◕‿◕✿)—¡No, no, no y definitivamente no! —exclamó Lucas, viendo la pantalla de su teléfono una y otra vez —. Deben estar locos.Me senté frente a él en la mesa de la cafetería que había apartado temprano para el descanso de las 4:00 de la tarde, y dejé su bandeja con puré de papas con carne, arroz y ensalada rusa, a su lado de la mesa.—¿Qué? —le puse un poco de sal a mi insípido puré de papas.La comida de la cafetería del trabajo no era muy buena, por no decir que era una tortura tener que comerla, pero dado que no había podido comer nada hace un par de horas debido a mi repentino ataque de vómito, ahor

—¡Porque si lo hacía no te dejaría ir con Steve nunca más y la sola idea de pensarlo me dolía porque me sentía la peor escoria del planeta por hacerle daño a él después de todo lo que había pasado! —gritó. Y no sólo su voz se había escuchado más fuerte que la mía. Su respiración también, o quizá era porque mientras lo dijo caminó hacia delante, acortando mis pasos y dejándome pegada de espaldas a una de las mesas donde estaban las computadoras. —. Ese día tenía ganas de abrazarte, porque no me importaban las palabras de mi padre si sabía que estabas ahí, pero no era correcto, nena. Aguantar las ganas de estar así contigo fue algo que me torturó cada día… —Ahora sus labios estaban a centímetros de los míos y mi corazón revoloteaba loco dentro de mi pecho, igual o más que las mariposas en mi estómago —, quería quedarme.—Pero en lugar de eso saliste con Amanda y te volviste igual a ella.Lucas negó.—No podía hacer otra cosa —miró mis labios.—Claro que sí —copié su acción.Mi pecho se i

—Soy tu padre, Lucas. Me debes respeto.—Quizá sí —Le dirigí una última mirada —. Pero la acabas de perder hace un momento, cuando mencionaste a Eddy…, o quizá fue hace muchos años antes.Salí del despacho. Iba decidido, decidido a seguir mi propio consejo y terminar de hablar con la verdad a mi pequeña anteojitos, decidido a pedirle que se fuera conmigo a América a comenzar de cero y decidido a aceptar —ahora sí —la beca que me habían ofrecido en Harvard para mi doctorado y sobre el cual le había mentido a Eddy, y pedirle que sí ella quería, hiciéramos esto juntos, porque yo sí lo quería así…, pero al llegar a la cocina, donde estaban ella y Gloria preparando las bebidas para ayudar a llevarlas al comedor, me detuve en seco y escuché cuando dijo:—En un principio me hacía sentir insegura —dejó escapar un suspiro apesadumbrado —. Pero, ahora me siento mal por sentirme aliviada. Es que, no sé cómo es esto de las relaciones ¿Sabes? Lucas ha sido mi primera vez en todo y quiero que sea e

[LUCAS]—¿De nuevo, Lucas?.—Lo siento, dile a tu tío que cuando me sienta listo para comenzar la carrera, lo haré.Paul, que en mis peores circunstancias, me seguía apoyando, puso sus ojos en blanco y refutó.—Es por Eddy ¿verdad?.—No.Sí.Paul enarcó una ceja.Lo admito, no era bueno mintiendo y menos a él.Paul y yo nos conocimos de chicos en el hospital donde estaba Steve internado. Un respetado hospital privado, dirigido por el reconocido doctor Ethan Park y fundado por el ya jubilado y legendario doctor, Daniel White. Su madre, Valentina, era paciente y amiga de Daniel, y a veces Paul era quien iba con ella a sus controles de Lupus, otras veces iban sus hermanos o su padre, pero con nadie me llevaba mejor que con Paul, el menor de su familia.—Eres un caso, hermano —se recostó en su asiento. Era una video llamada, así que pude ver cuando Génesis entró en la sala y se sentó pegada a él sobre el sofá.—Hola, Lucas.—Hola, Gen.—¿Un mal día?Le di la razón.—Pésimo, diría yo. Tu h