[EDDY]Sabíamos que había cámaras por todos lados y que en cualquier momento llegarían por nosotros, pero lo más que podían hacer era quitarnos la oportunidad de ir a la graduación por delincuentes, y debo admitir que por primera vez en la vida no me importó ignorar las reglas. Le estaba dando un merecido a esos bobos y de paso estaba estrechando lazos con el ex idiota que amaba. Y así fue como terminamos huyendo de aquel estacionamiento lujoso, con cuatro llantas originales de un Ferrari, con la adrenalina todavía recorriendo mi cuerpo y con la satisfacción de ver de nuevo en el rostro de Lucas, aquella sonrisa amplia que era muy común y salía con naturalidad cuando éramos chicos. —Nos llevará la policía —Dije nerviosa, jugando con mis dedos mientras recitaba alguno que otro problema matemático para relajarme. Eso me ayudaba a entender que en las matemáticas como en la vida, siempre había una solución para los problemas. Lucas me miró con una extraña sonrisa amable, mordió su labi

[EDDY]Pero todo lo bueno tiene un final, y es que no podía seguir dejando que esto continuara. No podía, en especial cuando estaba enfermo, y lo confirmé en el momento en el que sus labios dejaron un par de besos en mis mejillas y se dirigieron a mi cuello. Tenía fiebre alta.Comenzó a respirar un poco extraño, comenzó a temblar y… ¿Qué hacía? De la nada había enfermado o eso creía, no teníamos medicina y… ¡Joder! Lo detuve y me puse de pie para ir por un paño húmedo, pero para que me dejara ir le di un beso, lo abracé y lo recosté despacio en el sofá. —Eddy… —Murmuró con debilidad sobre el sofá. Entonces recordé. Nos habíamos empapado ayer y seguramente por eso estaba enfermo. ¿Había andado así todo el día?. Me sentí mal y a la vez desesperada. Llegué de nuevo al sofá pero esta vez con una toalla húmeda y aún así, después de un rato la fiebre no mejoró, así que hice lo que mamá hacía cuando yo era pequeña. Corrí a través de la escalera recién reparada un poco perdida a trav

—Vi en una serie que el chico es siempre el que compra la pastilla. —¿Y crees en todo lo que ves en las series?. —No, pero… No quiero ir sola. Sonreí, dejé la laptop de lado y abrí los brazos. Con timidez se acercó a mí, se sentó en mi regazo y cerró sus ojos, uniendo su sien a la mía. —De acuerdo, hagamos esto juntos. —¿En serio?. Asentí y posé con suavidad mi mano en su mejilla, acercando mis labios a los suyos, los cuales temblaron, pero se calmaron cuando tocaron los míos. —Y también quería saber: ¿iremos a la entrevista de trabajo?. Asentí, dándole otro beso. —Y… ¿Recogerás el popó de Aslan?.Reí, negué y me levanté del sofá, dejándola caer en el sofá en medio de un quejido. —Buen intento, pero no. Puso sus ojos en blanco y se dirigió con una pala y una escoba especial al patio. Una vez solo a la mitad de la casa, volví a ese día. Recordé el ruido de la ambulancia, la sonrisa de Eddy jugando a lanzar la bola de béisbol en el jardín con su hermana y su papá, y las flo

[EDDY]Lucas, con su rostro tenso y las de no creer lo que estaba oyendo, negó.—Yo no… Lo interrumpí al tiro.—Y está bien, mírate y mírame, la chica de la farmacia también se sorprendió al vernos juntos. Tú tienes que estar con alguien como Amanda o esa chica… —¡Espera un segundo! —Apagó el auto de golpe —. ¡¿En qué momento pasamos de la conversación de Steve a tus inseguridades?! Pasé saliva para soportar el nudo en mi garganta y asentí dolida. —En el momento en el que me di cuenta de que prefiero mil veces que esto lo hubieran planeado mis padres con Steve, que nunca me ha hecho sentir insegura, como dices, que a ti… tú no vas a cambiar y menos por mí. Lucas soltó una pequeña risa que no llegó a sus ojos, miró al lado derecho y negó indignado. —Tienes razón —Dijo —. Te confundiste, en todo, solo te confundiste y me dejaste avanzar. Sacó de su chaqueta la caja con el preservativo, la tomé con las manos temblorosas y me alejé del vehículo, viendo cómo se alejaba por la carrete

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★EDDY☆゜・。。・゜゜・。。・゜★—Ella está bien, de nuevo. —¿Segura? Es muy débil y con nada suele enfermarse o lastimarse. —No, Lucas. Solo tiene una pequeña cortada en el antebrazo, pero ya la suturé. El ruido del aire acondicionado más el frío que provocaba hizo que abriera los ojos despacio, tomando mis medidas, puesto que todavía me sentía un poco mareada. —¿Me la puedo llevar a casa?. —¿Entonces es cierto? ¿Ustedes dos…? —No preguntes, Mabel. —Pero si siempre que le pasaba algo eras tú quien me pedía que la buscara y la atendiera, no era un secreto para mí. Escuché la voz de Lucas y al fondo la de Mabel, la enfermera. Me costó un poco caer en cuenta de lo que estaba pasando, o de lo que había pasado, hasta que al tratar de levantarme sentí un pequeño tirón en mi brazo que me hizo encogerme en mi sitio sobre la camilla. Cuando vi el vendaje fue cuando recordé. La mirada de Blade, la risa de Anthony, las carcajadas de los idiotas de mi clase que me rodeaban y la mirad