POV JARETH Todo paso demasiado rápido. Apenas si llegamos a ver el auto que se habia estrellado. Mi corazón dio un vuelco y sin pensar en el peligro me lancé a ver los heridos.—¡Cubranme!— ordené a dos de los escoltas que me acompañaban. El tiroteo habia empezado como relámpagos de un lado a otro. Avancé esquivando balas y armas blanca, estos asesinos luchaban como si fueran niñas entrenados solo para matar con esa armas blancas. Pero mi equipo esta entrenado en toda esa área al igual que yo.El auto tenia los cristales polarizados, asi que era difícil ver quienes estaban dentro. Apenas logré distinguir una silueta femenina… y el aire se me fue del pecho.—Jareth, creo que…— empezó Mónica con temor, yo apenas si respiraba. Ya lo suponia y por eso sin pensarlo demasiado usé mi arma y rompi el cristal. Casi me caigo de bruces al ver quien se encontraba en el … Isabel. Estaba inconsciente, aunque no habian heridas visibles no lo podia descartar.Me movi con rapidez y entré por ella, e

Jareth no esperó respuesta. En un pestañeo estaba encima de Ethan, las manos como garfios en la chaqueta de mi hermano. Todo pasó tan rápido que mi mente se quedó atrás, tropiezos y latidos sin sincronía. —¡Basta! —grité, porque pense que gritándole a los dos esperaba frenar la violencia, aunque fueran ellos dos los que se jugaban todo ahí dentro de esta habitación de hospital.Ethan no retrocedió. Le devolvió el empujón con la calma de siempre, esa calma que me asustaba más que cualquier furia, mi hermano era distinto a mí, nonsabia expresarse, pero Jareth... Jareth era un volcan en erupción, apretó los dientes y sus ojos eran pozos negros y hasta su respiración se veía diferente, pesada, como si cada inhalación fuera forzada.Lo que siguió después fue más forcejeo que pelea: puños, empujones, una lámpara que cayó rompiendose al instante. Yo quería separarlos pero apenas si pude moverme, mis piernas se negaron a dar un paso. Me quedé clavada, observando cómo los dos hombres de mi v

NARRADOR OMNISCIENTE Ethan estaba desesperado, habia perdido la oportunidad de protegerla una vez más. Para ser sincero no confiaba en Jareth, no creia que el fuera capaz de protegerla como era debido. Eran demasiado enemigos y cada uno poderoso a su manera. La impotencia lo tenia al borde, no podia permitir perden a la única familia que le quedaba en la vida.—Melek, se que no está permitido.— empezo a decirle a la mujer que aun seguia débil postrada en la cama— pero cuando te recuperes, necesito que protejas a Isa junto al imbécil del padre de su hijo.Melek asintió sorprendida. Esa era una información que deberia mantenerse oculta.—¿Esta embarazada la sultana?— Ethan asintió tensando la mandíbula— con todo el respeto Majestad, pero creo que deberían mantenerlo oculto.Ethan lo sabia pero su hermana era demasiado testaruda y ya los medios habian divulgado, no solo su embarazo, sino su enredo con Jareth. —Celina Castillo, se encargó de divulgarlo. — le respondió con pesar. Estaba

POV ISABEL. Cuando desperté me sentía renovada, mi cuerpo entero lo estaba agradeciendo. Me estiré y pensé en llamar a la enfermera pero para mi gran sorpresa Jareth estaba sentado en la silla cabizbajo. Se veía cansado y demasiado… guapo.Tragué saliva y moví la cabeza, tenia que sacar esas ideas de mi cabeza. Agarré su cabeza antes de que cayera contra el suelo y abrio los ojos y me vio con una sonrisa ladina en sus labios. —Si me sigues viendo de esa forma lasciva— susurró con la voz ronca— olvidaré que estamos en el hospital y te follaré si piedad.Aparte mi vista y mis manos de él sintiendo el calor que subía a mis mejillas y bajaba a mi entrepierna. Caraj0s, ¿por qué me calienta que me diga algo asi? No deberia sentir esto… no ahora… pero con él siempre pierdo el control. No fue nada del otro mundo. Controla esas hormonas Isabel, se dará cuenta de tu descontrol.—Déjate de idioteces, Jareth. — intenté parecer durar pero mi voz salio muy baja y sin fuerzas. El sonrió y tomó m

🖋️ POV ISABELMi nuevo departamento era bastante amplio. Ocupaba todo el cuarto piso, así que tenía el espacio solo para mí. Debajo vivía Olivia, y como siempre, sé que va a venir muy a menudo, se va a aparecer con cualquier excusa para visitarme.La decoración era sofisticada, elegante… muy al estilo de Olivia. Ella había contratado a una decoradora reconocida para amueblarlo, y se notaba. Todo combinaba con una armonía tan perfecta que daba gusto mirarlo.Me quedé un momento admirando cada rincón. Lo había comprado hacía tiempo, pero nunca lo había habitado hasta ahora. Era como entrar por primera vez a un lugar que, de algún modo, ya me pertenecía.Detrás de mí estaba Jareth, acompañado de un par de hombres que venían a hacer unos “supuestos arreglos”. Fue la condición que él me impuso para quedarme aquí, según él era precaución, yo lo llamaría paranoia.Mi hermano y él revisaban cada espacio como si buscaran una bomba oculta. No sé qué dem0nios esperaban encontrar, pero ambos me