Al día siguiente Me despierto desorientada y con un brazo sobre mi pecho que bien podría aplastarme. Aturdida, miro a mi alrededor y descubro que estoy en la pequeña habitación del yate y que a mi lado, hay un hombre con bastante olor a alcohol, durmiendo a mi lado. Deseando ir al baño, alejo su brazo de mi cuerpo y con cuidado, me levanto, implorando que no se despierte. Por fortuna, lo logro y de inmediato, entró a la ducha donde me aseo y hago mis necesidades, deseando que Harding no se despierte. Sin embargo, cuando salgo completamente lista, el hombre con el que dormí anoche, ya esta despierto, con su antebrazo cubriendo sus ojos y quedando completamente descubierto su cuerpo, me habla.— ¿Cómo amaneciste?— Yo estoy bien, como mi vino no tenia alcohol, no tengo resaca.— Que bueno por ti. A mí esta que se me parte la cabeza en dos. — Bue
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