Capítulo 20. El Brindis de la Ruina. La música de violines inunda el gran salón de la Mansión Fernier, un espacio de mármol y oro digno del prestigio de Fernando. Decenas de invitados de la élite social y empresarial se mueven entre risas y copas de champán, ajenos al drama que se cuece a fuego lento.La Glorificación de la FachadaFernando se luce. Él es el centro del universo esta noche, el festejado, el empresario exitoso y el futuro padre. Se mueve por el salón, estrechando manos y aceptando halagos con una soberbia apenas disimulada.Por un momento, él olvida a Kaitlyn. Su atención está cautivada por la figura de Samantha, vestida con el escarlata que grita vida y fertilidad, colocada estratégicamente a su lado. El brillo de las joyas y la evidente hinchazón de su vientre la convierten en el centro de atención.“¡Fernando, te ves radiante!” exclama un socio, dándole una palmada en la espalda. “Y felicidades por la próxima llegada. ¡Qué hermosa madre tendrá tu heredero!”Sa

Capítulo 22.Las Ruinas de un Imperio y el Inicio de una Guerra Silenciosa.Meses de Cenizas y SilencioKaitlyn aterriza en Los Ángeles. Los primeros seis meses son una neblina de trabajo arduo y superación silenciosa. Se instala en una casa pequeña en un barrio tranquilo, una vida muy diferente al opulento glamour que una vez definió su existencia en Nueva York. El acuerdo de divorcio le otorgó una suma sustancial, pero la burocracia, las apelaciones pendientes de la defensa de Fernando, y la complejidad de los bienes Fernier retrasan el acceso a la mayor parte de ese dinero. Por ahora, vive con lo poco que logró sacar de sus cuentas personales y el adelanto de una cuenta congelada: lo suficiente para mantenerse a flote, pero sin lujos. Aprende a ser anónima, a ser solo Kaitlyn London, sin el apellido Fernier que pesa como un ancla de oro y veneno.Busca trabajo activamente. Su pasión siempre fue la educación y el arte. Presenta su currículum en varias escuelas de prestigio, aspirand

Capítulo 24. Dos Meses de Lucha Silenciosa. Han transcurrido dos meses. La vida de Kaitlyn se ha transformado en una rutina agotadora de rechazos y agotamiento. Los días se sienten pesados, y la esperanza se desgasta con cada hora de sueño perdida. En la gran ciudad, ella está doblemente bajo presión. Los incidentes en la cafetería, su única tabla de salvación, se han intensificado. Clientes que se van sin pagar, pedidos erróneos atribuidos a ella, quejas constantes sobre su servicio. Todo es demasiado coordinado. Fernando la está acorralando. Hoy, toma dos turnos porque su compañera se ha sentido mal. Sirve mesas, atiende la barra, y siente el peso del agotamiento en los huesos. El miedo a perder este trabajo es real. Al llegar a su pequeño apartamento, apenas tiene fuerzas para quitarse el uniforme. Se desploma sobre la cama, herida, llena de impotencia. Las lágrimas, que se había prohibido derramar en público, brotan amargamente. "No puedo más," solloza en la almohada. "Me est

Capítulo 26. El Voto Silencioso. El avión aterriza suavemente en Manhattan. El aire frío de la ciudad envuelve a Kaitlyn, pero ella no siente el frío; está envuelta en la incredulidad de las últimas horas. El chófer de Máximo, los lleva directamente a la antigua oficina de Máximo en el centro, un loft discreto que él usa para reuniones y asuntos privados, lejos del bullicio corporativo de la Torre Fernier.La espera no se hace larga. En la sala de conferencias privada, iluminada por la luz neoyorquina que se filtra por los ventanales, se reúnen Máximo y Kaitlyn junto a un abogado de confianza, un hombre de mediana edad de gestos precisos y silenciosos.Máximo se sienta frente a Kaitlyn mientras el abogado ultima la redacción de los documentos para la boda civil y el acuerdo prenupcial. Mientras que Máximo observa a Kaitlyn en silencio, distante, en una idea que lo lleva a tomar su teléfono y ordena por delivery unios anillos que serán parte de los lazos de esta unión. No quiere

Capítulo 28.Desde la Mirada de la Madre.Un mes. Solo un mes desde que Kaitlyn dejó de ser la "tía" para convertirse en "mami", y el cambio ha sido sísmico. La casa, antes un santuario de la memoria y la rutina estricta de un padre soltero, ahora irradia una alegría constante.La cercanía entre ella y Máximo se define, principalmente, en la co-paternidad. Él es el médico respetable y atareado, ella se ha convertido en el ama de casa dedicada, la columna vertebral del bienestar hogareño. La cocina, en particular, se ha transformado en el territorio de Kaitlyn, un campo de pruebas donde la dedicación se mezcla con el aprendizaje acelerado.Por ellos, ella ha aprendido a hacer panqueques perfectos, los postres favoritos de Cristal y, lo más notable, ha creado una serie de postres nutritivos especiales. Gelatinas de frutas naturales, galletas de avena y nueces, incluso una versión más saludable del famoso brownie de Máximo. Ha impuesto una nueva dieta para Máximo, centrada en platos salu