Capítulo 24. Desafío.
Capítulo 24. *Desafío. Basima y Amira miran con asombro al doctor, ambas heladas en sus lugares. —¿Embarazada, doctor? —Así es, ya no me quedan dudas. —Ho, por Allah, por Allah, Amira, ¿lo has escuchado? Estás en cinta, estás encinta del primogénito, del próximo jeque; estoy segura de que será un varón. Tu amira, le vas a dar un varón, Ahmed, y ninguna de esas mujeres que se case con él podrá superarte; serás su reina, o por Allah, cuando todos se enteren. Amira no dice nada, Basima empieza a entonar un canto y LEONOR, al escucharlo, entra a la habitación junto a las otras sirvientes. Saben qué significa: la bendición ha llegado al castillo, Allah ha bendecido su matrimonio. Todas se reúnen para celebrar y cantar; la emoción se siente y el canto de las damas alarma a los hombres: un heredero, el emirato tiembla ante los truenos en los cielos. —Escúchalo, escúchalo, Amira, Allah bendice tu hogar, los cielos lloran ante la bendición, el primer heredero del jeque, ¡qué bendición!,
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