Ava Davis. El sutil murmullo de las voces a mi alrededor se desvanecía mientras esperaba en la cola del área administrativa de la universidad. A mi lado, Brad parecía estar inmerso en sus propios pensamientos.Para él, tal vez esa fila interminable era solo un pequeño contratiempo, pero para mí, cada segundo se sentía como una eternidad. —Me alegro por tí,Ava ya empiezas tu nueva vida de soltera,espero tener una oportunidad contigo. Decidí hablar con claridad,ya no podía posponer más esa conversación. No era justo darle falsas expectativas.—Brad, te aprecio, pero no estoy lista para una relación. No me malinterpretes, te admiro mucho, pero la idea de involucrarme emocionalmente con alguien de nuevo... Bueno, me asusta.Brad asintió con expresión triste y se mantuvo callado, aunque podía ver un ligero destello de comprensión en su mirada. Era un buen amigo y estuvo a mi lado, incluso cuando las cosas se volvían complicadas. Pero yo sabía lo que quería, y eso era mi lograr mi sueñ

Ava Davis.Ha sido un mal día, para completar el tacón de mi zapato de marca italiana se desprendió y cada paso que doy suena espantoso. Debí usar unos botines o sandalias,estos zapatos no fueron diseñados para caminar tanto.Me quito el calzado al entrar a la casa mientras resoplo con alivio:“No fue nada agradable la reunión con Liam. “Nunca es fácil tener una conversación con él, lo bueno es que no me dejé convencer por sus ruegos hipócritas aunque confieso que hubo un momento en que casi me convence.“Liam es un mentiroso en potencia. ¡Como si no lo conociera! ”Voy a la cocina y me sirvo un vaso de agua,todavía no supero su mirada sobre mí. No estoy del todo satisfecha hubiese deseado resolver también el asunto del divorcio. Trato de ser optimista y ver el vaso medio lleno,al menos la victoria había sido parcial.Una parte de mí se alegra por recuperar el control de mis bienes.Es un pequeño triunfo, pero lo suficientemente significativo para iluminar la oscuridad de todo lo

Ava Davis. Pasaba la resaca de la noche anterior,¡Qué manera de bailar! No recuerdo haberme divertido tanto.Brad, es único en cuanto a lo que a diversión se refiere,siempre logra sacarme una sonrisa.Por suerte hoy no tengo clases en la universidad,es mi cumpleaños y no creo que nadie se acuerde.Salgo de mi habitación y veo que mi padre entra con rapidez a esa alcoba. Mi padre guarda un secreto en esa parte de la casa. Nadie podía entrar allí, ni siquiera Camila.Desde que tengo uso de razón,papá entra de manera taimada a esa alcoba y pasan horas antes de que se le vea la cara.De niña solía tener pesadillas con esta parte de la casa. Eran como una especie de sueños premonitorios.Recuerdo que cuando llegó Camila a nuestro hogar,luego de la muerte de mamá,me invadió esa sensación de haberlo soñado.Era muy pequeña entonces,es muy raro que ahora recuerde estas cosas.Nunca me había propuesto husmear más allá de esa puerta.Siempre estuve demasiado ocupada con los quehaceres del hoga

Ava Davis. Han pasado algunos días,la insistencia de Liam ha bajado de tono y de verdad me alivia.Sea lo que sea que lo mantiene distante de mí, bienvenido sea.De no ser por mi intrigante ex suegro todo sería perfecto,pero nunca falta la discordia.La verdad es que no pierdo mi capacidad de asombro, los Jones son de lo peor.No conforme con estar hundida en un caos emocional,ahora lidio con otro problema causado por el padre de Liam.— ¿No piensas hacer nada, Ava? Por defenderte ahora estamos en problemas —Dijo papá,muy molesto.Antes de que pudiera decir algo,intervino Camila,algo nerviosa:—Sí,nosotros lo vimos con otra mujer,muy hermosa ella,lo quisimos dejar en evidencia para que no venga más a buscarte.Esa situación no quedó allí, Alfa Jacob confrontó a mi padre y a Camila,no solo les amenazó por teléfono,sino que llamó a todos los posibles socios de nuestra empresa.Su exigencia fue que declinaran cualquier trato aun no firmado con nosotros. Me llené de una mezcla de incredu

Ava Davis. La universidad organizó aquel evento especial para homenajear a uno de los fundadores y donador principal. La bandera ondeaba en la entrada del auditorio, y había mucho movimiento y tensión entre los organizadores. Mientras algunas personas charlaban emocionadas sobre ver a ese importante empresario , yo me encontraba sentada en una de las sillas del fondo, desconectada del bullicio.A pesar de mi deseo de estar presente, mi mente se había dispersado. La imagen de Liam y nuestra última cita pasaba por mis pensamientos. Aunque la emoción del evento era palpable, prefería distraerme un poco. Saqué mi teléfono y le envié un mensaje de texto a Brad. Lo último que necesitaba era quedarme atrapada en la monotonía del ritual de bienvenida.Mientras esperaba su respuesta, me encontré, navegando sin intención entre las caras desconocidas del auditorio.De repente, un nombre resonó en el aire: “Edwards Hills”.Al escuchar ese apellido, sentí un ligero escalofrío . Era el mismo n