EmilyMe remuevo sobre la cama. Primero, incómoda, y luego, por placer. Todo por culpa de Ethan.—Déjame dormir, mi amor— digo con la voz adormilada y con un pequeño gemido.—¿Mi amor? — dice con voz ronca, mientras muerde mi seno. Gruño por la satisfacción y el pequeño dolor que me produce.—Sí, mi amor— digo de manera juguetona.—Dímelo— vuelve a morderme.No puedo evitar una pequeña risa.—Esposo, déjame dormir— digo con coqueteríaEthan pasó toda la noche torturándome y pidiéndome que lo llamara como mi esposo. Estaba tan emocionado cuando le dije: “prometido”. Luego, se volvió loco cuando se me escapó decirle “esposo”.Sí, fue más intenso y apasionado.Después de eso, no paró de pedirme que lo volviera a llamar de esa manera. Justo como ahora.—Esposa, no te dejaré dormir. No después de haberte probado y de haberte hecho mía, para toda la vida— dice con esa voz oscura. Después, se pierde entre las sábanas, llegando al lugar exacto entre mis piernas.—¡Ethan! — digo con sorpresa,

EmilyPhillip me observa fijamente con los ojos llenos de lágrimas.—Lo siento. He tratado de retrasar nuestra charla durante todo este tiempo. Sé que has resistido las ganas de golpearme para que te cuente la verdad— bromea, aunque se nota nervioso.—Esperé porque no estaba en condiciones de más golpes… emocionales— digo también con una sonrisa temblorosa. Mis palabras no son para nada acertadas, pues justo llevan al momento más oscuro de mi vida. Dominique y su tortura.El rostro de Phillip se oscurece.—Lo siento, Emily— pasa sus manos por su rostro. — No tengo la fuerza para mirarte realmente a la cara. Juré protegerte de mis propios demonios y terminé casi perdiéndote. Si no fuera por Ethan… No quiero ni puedo pensar en ello— dice con una expresión de dolor.—Aunque aceptaste seguir en la familia y lo que te hemos ofrecido, sé que no estás completamente segura de pertenecer a este lugar y tampoco te culpo— dice levantando sus manos en señal de rendición, como si yo le fuera a rec

EthanAfortunadamente, Emily me había hecho caso y solo pasaría un día más en esa casa y volvería a mí. También, para mi fortuna, no se había pegado a mí como si fuera su última balsa para sobrevivir.Así, podía ir por Tyler.Anoche, mi padre me había enviado a uno de sus desgraciados asistentes para avisarme que dejarían a Tyler a las afueras de la ciudad, en la zona industrial.Había sido difícil separarme de la calidez del cuerpo de Emily. Esa mujer es mi tortura. Pero cuando vi el mensaje de advertencia, no pude dejar a mi amigo solo. Todos los caminos y pistas que habíamos obtenido en este mes se esfumaban.Al llegar a los lugares en donde lo tenían, nos llevábamos la sorpresa de que ya lo habían movilizado. Siempre un paso adelante.La angustia me estaba carcomiendo por dentro y entonces, tuve que hacer algo con lo que espero no arrepentirme nunca.Solo así, pude obtener información sobre en dónde tenían a Tyler.—Señor, estamos a diez minutos del lugar— dice Búster. —¿Está segu

Lucy—Lo es— No puedo mentirle al hombre que me ha tendido la mano cuando estaba tan desesperada y desamparada. Además, es el único con la capacidad de protegerme de mi hermano y del propio Tyler, si es que tuviera interés en mí o en mi bebé…—Por favor, Carson. No le digas a nadie sobre mi bebé. Ni a mi hermano ni a Tyler— le pido, tomando sus manos con un poco de fuerza.—No les diré nada, Lucy. Te lo he dicho, te voy a proteger— promete de nuevo. Suelto un suspiro de alivio por sus palabras. —Pero ¿no crees que este secreto es demasiado peligroso? No me malinterpretes ni te enojes conmigo, pero un bebé no es algo que puedas esconder para toda tu vida, eventualmente se sabrá y… será peligroso para ambas. No sabemos cómo va a reaccionar Tyler o Ethan.—No tengo miedo de ellos. Está bien, ahora lo tengo. Solo quiero que mi bebé esté bien, que nazca sano y salvo. Después, podré enfrentarme a ellos con toda la fuerza que tengo— digo con convicción. Necesitaba este tiempo para endurecer m

Emily—Ethan perdió a su madre cuando era un niño. Fue algo realmente difícil para él. Creció siendo un pequeño niño solitario, lleno de dolor que nunca pudo externar. Se convirtió en un niño silencioso, sin ánimos de jugar, correr o siquiera soñar. Solo estaba ahí, viviendo. Lo vi crecer y no mostrar ni una sola emoción.Muerdo mi labio con fuerza. Siento una profunda tristeza por lo que me cuenta Phillip.—Así lo vi crecer. Pero ahora, te ve con amor, sonríe, quiere formar una familia… Y de todos los hombres jóvenes que conozco, puedo decir que él es el mejor, porque cada emoción que ahora expresa es totalmente genuina— dice con orgullo, como si estuviera hablando de su propio hijo.—Ha madurado tanto y además, está perdidamente enamorado de ti. Eso también me molesta, pero no tengo derecho a interferir en su amor. Así que solo los veo de lejos y les doy mi bendición— dice con una sonrisa, como si estuviera dejando claro de nuevo que su apoyo a nuestra relación es incondicional.—Y