Capítulo 112. Como amenaza. Festejo anticipado, risas, planes, todo un show orquestado y Paulina es la encargada, mientras que Olivia será la anfitriona; creyendo que todo lo tienen bajo control, se sienten ganadoras triunfantes ante un juego que apenas comienza, porque ha llegado su turno de mover sus fichas, después de tanta ausencia, después de tanto silencio. * 4 pm, Rocío y Darío llegan justo en el momento que le toca la revisión con el doctor; todos están distraídos. Darío, Rocío y Paulina están en la habitación de Ricardo, mientras que a Valentina se le prohíbe la entrada; ella espera afuera con Paloma mientras que el doctor termina la revisión, para así proseguir con Pablo. En cuanto Valentina los ve salir, de inmediato se aproxima al doctor con urgencia. —Doctor, por favor, dígame, ¿cómo sigue mi esposo? —Su angustia es notable, lo que causa recelo en Rocío, quien se burla de ella y Paulina la sigue. —Por favor, deja el drama, mosquita muerta, te haces la sufrida

Capítulo 114. Plenitud. Paloma se tensa al escucharlo preguntar por Pablo, lo que pone a dudar a Ricardo. — ¿Qué le pasó a mi abuelo Paloma? — Mi niño, no se como decirte esto, es que tú abuelo, él, sufrió un infarto, lo tienen en la otra habitación, en un coma inducido, su estado es grave mi niño, no soporto saber lo de tu accidente, menos que tenias diabetes. — ¿Lo sabe? ¿Quién se lo dijo? — El doctor mi niño. — ¡Demonios!— Valentina se mueve y él la acaricia. — Han sido días difíciles mí niño, sobretodo para mí niña, ella no ha salido del hospital, cuidando de ti y de tu abuelo, además esos hombres, los rumores del pueblo. — ¿Qué rumores? — ¡Ay mi niño! Todo va mal, la gente habla de lo de Emiliano y la niña, luego están los rumores de la llegada de la familia, la gente sabe que no quieren a la niña Valentina nadita, y luego está eso que te culpan de matar a esos dos hombres. — ¿Qué estás diciendo nana? — Mi niño, tienen una denuncia en tu contra, en cualqui

Capítulo 116. Inicio de la trampa. Pablo está en shock con todo lo que escucha de su hijo; jamás pensó que tendría otra familia, otros hijos. Esto lo motiva aún más a luchar, pues tiene esperanza, tiene sus nietos que pueden apreciar sus raíces y no se va a morir hasta conocerlos. —¿Estás seguro de lo que vas a hacer? —Lo estoy, no pienso abandonar a mis hijos, Ricardo y Paulina son mi fortaleza, sin embargo, quiero darle una vida estable a mis otros hijos, y los que tendré, hasta que me muera, estoy enfermo papá, tengo problemas del corazón, parece que es herencia, pues no me salve, y aunque me duele aceptarlo, tengo que luchar por mis hijos hasta que Dios permita, quiero que ellos se conozcan y que él dia que yo falte, Ricardo sepa que aún existe sus hermanos, porque se que Paulina no los va a aceptar, quiero que sean unidos, pues son socios en la firma de la empresa y aunque su madre es una Ceo, magnate de negocios, aún así, no quiero dejarlos desamparados, tengo negocios,

Capítulo 118. De alta. Valentina lo mira inquieta, pensando que afuera, Felipe tiene más posibilidades de atacar que estando en el hospital; además, él aún no está del todo bien y teme que algo lo ponga peor. —No es nada, es solo que pienso que aún no estás bien, las heridas aún no sanan por completo. —No hay diferencia, se tomará su tiempo; sea aquí o en la casa, sanarán, no te preocupes. Valentina asiente incómoda, pensando en que pueda salir mal esta decisión; es muy pronto, pero no le lleva la contraria, sabiendo lo terco que es Digno Montenegro. —La verdad, las heridas van avanzando pese a su situación de salud; solo debe seguir las indicaciones. El doctor vendrá a hacerle una última evaluación como a las 10 a. m., antes de que se le dé el alta; si considera que puede irse, entonces no habrá problema. Ya he terminado, espero tenga buenas noticias de parte del doctor. Permiso. —Adelante —dice Valentina dándole permiso para que pase. Ricardo, a su vez, la mira, anal

Capítulo 20. Desenlace. Valentina entiende que las cosas no salieron bien; le dieron la libertad por las heridas, pero Gael se ha quedado detenido. —Gael se va a quedar bajo custodia hasta que el juez dé su veredicto final. Valentina se tensa; sabiendo que esto es obra de Felipe, su corazón se acelera al ver la pulsera de retención de Ricardo. —¿Cómo es posible? ¿Cuánto más va a seguir con esto? Entregamos pruebas sólidas. —refuta Darío. —Eso aquí no es suficiente; como el abogado ya dijo, hay alguien con sus manos metidas en todo esto, solo quieren hundirme. Valentina siente un mareo; Ricardo, al ver cómo su rostro pierde rápido el color, la sostiene entre sus brazos. —¿Ey? Cariño, ¿qué pasa? Tranquila, todo va a estar bien. Valentina lo mira débil. —Traigan alcohol… —un oficial les facilita alcohol; ella recobra el color; sin embargo, Ricardo la mira analítico; ella se levanta rápidamente y vomita en un contenedor de basura. La escena es notada por Rocío y Paul