Caleb Hanks. Caleb, siente que sus manos están sudando. Luna, está a su lado, mirando el lujo que se gasta la mansión de la familia de Bristhon. César, está demasiado serio, siente en su pecho un puñal, respira buscando tranquilidad, pero no puede detener el descontrol del palpitar de su corazón, cuando siente que el tiempo se agota.─ Se que es difícil para Ustedes, porque Jaime, está de por medio. Pero, ¿Será que puedes dejar de apretar los puños? ─ Le pide Luna, suavemente a su esposo, quien no a dejado de apretar la mandíbula y los puños. Caleb, por un momento siente que su esposa, a descubierto las ganas que tiene de buscar a Samantha, donde quiera que ella esté y salir corriendo de ese lugar. No soporta pensar que falta muy poco, para que se case con otro y ni siquiera, puede decir que está pensando en Jaime, por muy mal que esté su hermano, porque no es así. Solo desea en ese momento, haberle hecho caso a Samantha, haber enfrentado a la familia, gritarle que la ama, que se

Samantha Bristhon.Mi mirada se entrelaza con la de Caleb, reconozco la desesperación interior que tiene, me sorprende notar en su rostro su debate mental y cuando lo veo caminar hacia mí, siento mis piernas temblar. Observo a Luna, ella no merece que Caleb, le haga pasar semejante bochorno y yo, no merezco esto tampoco. Es un cobarde, debió aceptar cuando le pedí que enfrentáramos a nuestras familias. Noto a Andrew, interponiéndose en sus pasos y deteniéndolo. ─ ¿Estás lista? ─ susurra Daython, a mi oido llamando mi atención. Asiento y él, envuelve mi cintura guiándome hacia la mesa. Cuando me acomodo, noto que Caleb, no está. Sebastián, se acerca con Aleska, sonrío observándola. Ella, no está muy bien emocionalmente, pero hoy se encuentra mucho mejor, que en la boda de Caleb. Sus nuevos entrenadores, le están enseñando a comer sola, sin necesidad de ayuda, también a satisfacer sus necesidades fisiológicas, sin el cien por ciento de ayuda de un tercero. Estoy segura que ella, s

Samantha Bristhon.Una hora después, ambos continuamos en lo mismo, guardamos silencio y estamos pensativos, trato de no dar tantas vueltas en la cama, para no llamar su atención, hasta que pierdo la consciencia.Amanece y ni siquiera sé, a qué hora nos quedamos dormidos. Solo escucho el toque de la puerta. Daython, se sobresalta con el ruido, observa la puerta y luego a mí. ─ Iré abrir ─ le digo y él mueve su cabeza de un lado a otro negando. Se levanta con tranquilidad y mezcla sus cobijas con las mías, luego se mete en la cama conmigo, me abraza llevándome a su pecho y presiona un botón, que está en el espaldar de la cama. ─ Adelante ─ musita y enseguida la puerta se abre y es una de las chicas del mantenimiento. ─ Señor, su padre ordenó que los despertaran a esta hora, para su viaje de bodas ─ musita la chica y Daython, asiente. La chica, enseguida sale y Daython, vuelve a cerrar la puerta, por medio del sistema digital. ─ Lo siento ─ se disculpa Daython, buscando mi mira