Samantha Bristhon & Narrador Omnisciente.Samantha, vuelve a posicionarse sobre las caderas de Daython, tomando su mástil y dándose a la tarea de continuar masturbándolo.Daython, comienza a recorrer el cuerpo de Samantha, sintiendo el endurecimiento de sus pezones. Él, piensa que ella le atrae por lo hermosa que es. Daython, gruñe lleno de placer y va deslizando las manos por el plano abdomen de Samantha, para proseguir nuevamente a esa parte que había conseguido húmeda y le había agradado. Samantha, jadea cuando los dedos de Daython, la penetran y comienza un suave movimiento en su interior. La experiencia para Daython, es nueva, placentera y agradable. Ambos se observan fijamente moviendo sus manos. Los dedos de Daython, le dan el placer adecuado a Samantha, haciéndola mover sus caderas sobre la pelvis de su esposo. A Daython, le agrada darle placer y por primera vez, se siente tan a gusto con una mujer.Samantha, mantiene el sube y baja en la gruesa erección. No puede negar q

Sebastián Ghill & Jaime Hanks. *** Sebastián Ghill***─ ¿Qué tienes? ─ Le pregunto notando como sus labios y sus manos tiemblan, la sujeto de su cintura y me asusto pensando que está leyendo los resultados de laboratorio de Aleska. ─ Buenos días ─ saludan y los dos giramos nuestros cuerpos al escuchar la voz de Laissa, la estaba esperando, pero no precisamente hoy que Aleska, sigue hospitalizada.Noto, que Samantha, se balancea, sus piernas también están temblando y me olvido de mi esposa, con quién tengo una conversación pendiente y espero que solo quede en la conversación, porque de lo contrario...Miro a Samantha, y veo el papel, que le cuesta sostener con su mano temblorosa, notando el resultado de laboratorio y prácticamente lo arranco de sus manos, pero pronto me arrepiento al leer: ─ Prueba de embarazo: Positivo, reviso apresurado el nombre y es el de Samantha. Respiró profundo, cuando me doy cuenta que no es de Aleska, un embarazo en las condiciones que está sería perjud

Caleb Hanks.Continúo revisando a mis pacientes, por una hora más, luego ingreso al Star de médicos. En todos se nota la nostalgia, pero en mi madre sus ojos enrojecidos lo dicen todo. Mi padre, ingresa unos minutos después, sus ojos se van a su esposa, respira profundo, a él, no le gusta que demostremos los sentimientos aquí, pero con estos casos es inevitable y este ambiente, me llena más de nostalgia, necesitando más a una persona que no desea verme.─ Samantha, ─ susurro mentalmente. Salgo del star de médicos y busco el ascensor, bajando hasta ese lugar donde siempre descansamos. Llego y ella no está, recuerdo que también tenía una emergencia y los ojos rojos de tanto llorar. Vuelvo a preguntarme el por qué, deseo buscarla para hablar con ella, saber que le sucede, pero...Ella, no desea verme. Camino hasta el sofá, me siento y coloco los codos sobre mis rodillas, llevando mi rostro hasta mis manos cubriéndolo, tratando de detener los recuerdos, pero...Los recuerdos llegan s

Caleb Hanks. ─ Caleb ─ escucho la voz y el movimiento de mi cuerpo. Abro lentamente los ojos y Jaime, está frente a mí, moviendo mi cuerpo para despertarme. ─ ¿Qué haces aquí? ─ Pregunta mi hermano observándome, me siento en el mueble frotándome los ojos. ─ Vine hablar con mi hermano ─ respondo y desvío la mirada hacia la mujer, que sale de la habitación. Su vestuario lo dice todo y Jaime, lo confirma cuando camina hasta la mesa, toma unos billetes y se los entrega. La mujer nos mira a los dos, sonríe, nos guiña un ojo, se despide de Jaime, besando sus labios y se marcha. Me levanto del sofá y observo a mi hermano. ─ Tus gustos, han cambiado bastante ─ murmuro.─ Con ese tipo de gustos, no hay jodedera, solo se va a lo que es y ya ─ menciona caminando hacia el pequeño bar y saca una botella de whisky. ─ Los trillizos, han preguntado mucho por tí ─ murmuro y él, eleva la mirada. ─ Mamá y papá, también están mal ─ continúo. ─ Estoy bien ─ masculla sirviéndose un vaso de whi

Samantha. Observo a la paciente que se conoce como la Medussa. Ya logramos estabilizarla del ataque convulsivo. Su cuerpo está presentando la reacción de la abstinencia. Observo mi reloj, seguramente ya Caleb, se fué pero yo debí continuar con la emergencia que se hizo presente, luego fue otro paciente y ahora la Medussa. Me siento cansada, pero hora se que se debe al embarazo. Llevo la mano a mi vientre, no deseo recordar como fue concebido, es doloroso para mí, debió suceder cuando Jaime y yo, éramos novios, éramos pareja y no en esas circunstancias. Dejo de atormentarme y debo seguir, una colega no logró asistir y mi guardia se extendió, avisándole a Daython, que debía continuar con la guardia y debíamos hablar cuando llegara. Él, ofreció una cena, a la cuál me negué. ¿Cómo aceptarla? Cuando debía darle una noticia de tal magnitud. Nuestro matrimonio, fue un acuerdo mutuo entre los dos, donde ambos debíamos respetarnos y ahora Daython, está tratando de conquistarme para no