CAPITULO 67 LAS LLAMADAS.
Sebastián Ghill.
Respiro profundo, al notar que es mi padre, quien ingresa a la habitación de mi novia. Ambos nos observamos, es la hora de la consulta de Aleska y luego la mía.
Mi padre, observa a Aleska, en mis piernas y luego dirige su mirada hacia la mía, pienso que hará algún comentario, pero no es así.
─ Samuel, ─ musita Aleska, levantando su cabeza de mi cuello.
─ ¿Cómo lo sabes? ─ Pregunto ya que mi padre, ni siquiera ha mencionado una palabra.
Aleska, se levanta con cuidado de mis piernas, camina unos pasos retirándose con cuidado y mi padre se acerca a ella. Yo, la observo notando como ella, ya puede defenderse sola en este espacio. Poco a poco, ha ido conociendo cada espacio de su habitación y la mansión, aunque hay lugares que todavía se maneja con mucho cuidado.
─ Por su perfume ─ musita Aleska y mi padre, envuelve sus hombros con su brazo derecho y besa su mejilla izquierda.
─ ¿Cómo estás? ─ Le pregunta mi padre acariciando su mejilla.
─ Preparándome física y me