POV Alexander ¿Por qué tuve que decir eso? Es que en cierta parte hay algo que no cuadra o no me está diciendo toda la verdad. Pero, ¿para qué me pongo en modo entrenamiento? Por una vez en mi vida debo creerle. Porque sé que ella me está diciendo la verdad; mire la tristeza en su rostro, en sus ojos. Pero ahora estoy mucho más interesado en saber hasta el final de su historia y además quiero ayudarla porque no es normal que ella hable sola, pero ahora no sé si ella confiará de nuevo en mí para seguirme contando. —Qué idiota soy —digo. A la vez que pateo la silla que está frente a mí. Bajo mi cabeza, la pongo entre mis piernas y coloco mis manos en la cabeza. Pienso en cómo me equivoqué y la juzgué cuando ella estaba siendo honesta conmigo. —¿Te encuentras bien? —escucho la voz de una mujer y esa se me hace conocida. Así que me reincorporo y volteo hacia donde proviene la voz y mis ojos se encuentran de nuevo con la chica de hace unos instantes. —Sí me encuentro bien —le resp

POV Alexander Estoy totalmente en shock por toda esta revelación. Por el simple hecho de que yo admiraba al capitán Sánchez porque es un hombre que siempre se miraba honorable, responsable y totalmente honesto. Pero al presenciar cómo él se ha dejado comprar por esa rata para dejar libre al árabe. Me hace pensar y ver, porque en muchas ocasiones él se iba, según él, por algunos negocios, y ahora entiendo que esas salidas son para encontrarse con estos delincuentes. Así que me siento totalmente engañado, defraudado y usado a la vez porque muchas veces yo le ayudé al capitán Sánchez. Quedándome a cargo de todo el cuartel para que él pudiera ir a sus, según negocios. Eso hace que me enoje mucho. Le doy una patada a un bote para intentar desquitar este enojo. Me espero un momento, respiro fuertemente para controlarme y salgo de ese lugar. Al estar fuera, veo a Evolet parada junto a la puerta. —Todo bien —me interroga. Pero eso me hace enojar y más porque ella tuvo razón. —Aja, todo

POV Evolet Todo lo que ocurrió anoche me tiene realmente confundida porque pasó tan rápido y la verdad no pensé que él fuera capaz de cumplir con su palabra. En fin, no me arrepiento de lo que pasó porque Alexander me atraía demasiado y cumplió con mis expectativas.—Estás muy distraída, ¿te arrepientes? —escucho la voz de Alexander.Así que giro mi rostro y veo a Alexander parado en la puerta de mi despacho.—No me arrepiento —le contestó.—Entonces, ¿qué te pasa? —me pregunto y veo cómo entra a la habitación. Hasta sentarse en la silla frente a mí.—Cosas de mi pasado —le digo.—Te refieres al chico que intentó matarme —me dice y eso me toma por sorpresa—. Sé que me ocultas algo con respecto a él y me gustaría saber quién es él.Me quedo un momento en silencio; no sé qué decirle o si decirle la verdad.“Es momento de que le digas la verdad”, escucho la voz de Carol.Intento ignorarla y hacer que su voz salga de mi mente; no debo escucharla en este momento.“No me ignores y haz lo q

Así que entro a mi departamento, que está en total oscuridad. Me voy directamente a mi habitación, tomo mi laptop y regreso a la sala. Y justamente en eso enciendo la luz y me llevo una inmensa sorpresa al ver a Evolet sentada en el sofá de la sala. —Mierda —digo por la enorme impresión—. ¿Cómo entraste? —Por la ventana —me responde. En eso, volteo a ver la ventana de la sala y sí, efectivamente recuerdo que la dejé abierta. —Pero dime, ¿encontraste algo que nos ayude? —me dice mientras veo que se cruza de piernas y ese movimiento se me hace tan sensual. —Sí, pero tengo una mala noticia. —¿Qué pasa? —me preguntó mirándome fijamente. —Tenemos muy poco tiempo para hacer esto; mañana en la noche será trasladado —le cuento. —Entonces muéstrame qué es lo que tienes, porque no tengo mucho tiempo para prepararnos —menciona. —Está bien. Y en eso abro el archivo con toda la información del árabe y me acerco a ella y me siento a su lado. —Mira, estos son los planos de

POV Evolet Han pasado varios días después de haber matado al árabe. Estoy empacando todas mis cosas. Mi papá Miguel y Franco ya saben que sí cumplí con mi objetivo y están felices, al igual que yo. Pero siento que tengo que hacer algo antes de regresar. También porque no le puedo hacer eso a Alex. Él se ha portado muy bien conmigo. Me ayudó y yo solamente después de eso me he mantenido distante, sin volver a tener nada con él. Aunque, la verdad, ganas no me han faltado. Pero yo sé que lo que hice no estuvo bien. Sé que en estos momentos pareceré una cualquiera, mejor dicho, una perra. Pero sé qué es lo que debo hacer. Aunque no sé si ellos estén de acuerdo. Así que tomo mi teléfono y marco el número de Franco. Me lo pongo en el oído mientras escucho que la llamada entra. —Hola, mi amor —escucho que dice Franco y eso me causa una sensación de alegría, pero a la vez una mala sensación de que lo estoy lastimando. —Hola, Franco —le respondí en seco, intentando fingir que nada pasa.