Punto de vista de Bill—Damas y caballeros, ¡reciban con un fuerte aplauso a la visionaria detrás de la impresionante colección de esta noche: Serena Nixon!Las palabras del presentador resonaron por todo el recinto, y todas las miradas se dirigieron hacia Serena mientras subía al escenario. La observé atentamente, notando el ligero temblor en sus manos mientras ajustaba el micrófono. Su sonrisa no llegaba del todo a sus ojos, y había cierta rigidez en sus movimientos... estaba nerviosa.Bajó la mirada por un momento, respirando profundamente antes de levantar la cabeza para enfrentar al público. Fue algo pequeño, casi imperceptible, pero lo capté: la vacilación, la forma en que su mirada recorría brevemente a la audiencia como si buscara algo a lo que aferrarse.—Vamos, Serena, tú puedes hacerlo. —Susurré.Ella se acercó al micrófono, con voz suave al principio. —Gracias a todos por estar aquí esta noche. Esta... esta colección significa muchísimo para mí, y estoy muy agradecida de ve

Punto de vista de SerenaEn cuanto Fabiana me alejó de Bill y Calvin, me golpeó el abrumador bullicio de la fiesta. Fue como entrar en un torbellino de brillo y glamour, no pude evitar sentirme un poco deslumbrada.Dondequiera que miraba, había alguien famoso o influyente, un rostro que solo había visto en portadas de revistas o pantallas de televisión.Mientras nos movíamos entre la multitud, divisé a Amelia Verde, la actriz de primera categoría que parecía estar en todos los éxitos de taquilla últimamente. Se veía elegante sin esfuerzo, en un vestido negro ceñido, charlando animadamente con su séquito.No muy lejos de ella, vi a Gaspar Salinas, el fotógrafo de moda cuyo trabajo era prácticamente icónico. Estaba inmerso en una conversación con un diseñador que me resultaba vagamente familiar, ambos bebían champán como si estuvieran planeando la próxima gran tendencia.Luego estaba Lila Domínguez, la magnate de la belleza que construyó un imperio desde cero. Estaba rodeada de admirador

Punto de vista de Serena—Fue un error estando borracha, Tay —explicó Fabi con voz desesperada—. Ella se me acercó, y...—¿Error? —La interrumpió Tayra, con la voz temblando de furia apenas contenida—. ¡Le devolviste el beso! ¡Deja de mentir, Fabi!—¡Porque pensé que eras tú! —Soltó Fabi, con la voz quebrada—. Estaba borracha y por un segundo pensé que eras tú quien estaba ahí. Fue un error estúpido y horrible, en cuanto me di cuenta de lo que había hecho, me aparté. Pero eso no cambia el hecho de que te lastimé, y lo siento muchísimo, muchísimo.Tayra negó con la cabeza, su rostro estaba contraído por la ira. —¿De verdad esperas que crea...?Pero antes de que pudiera terminar, Fabiana la agarró y la besó, de manera agresiva y apasionada, como si intentara borrar todo el dolor con ese único beso.Tayra se quedó inmóvil por un momento, tomada por sorpresa por la intensidad.Di un paso atrás, sintiendo que estaba invadiendo su privacidad, presenciando algo que probablemente no debía esta

Punto de vista de Serena—Mierda. Mi teléfono está muerto. —Murmuré entre dientes, mirando la pantalla negra. De todos los momentos para quedarse sin batería, tenía que ser justo ahora.Llevaba lo que parecía una eternidad buscando a Bill. No lo encontraba por ninguna parte, y la última vez que lo vi estaba hablando con Calvin. Esa sensación incómoda en mi estómago comenzó a retorcerse de nuevo, pero la ignoré. Probablemente no era nada, solo el estrés de la fiesta y todo lo que estaba pasando.Me abrí paso entre la multitud, tratando de mantener la calma. La música estaba fuerte, las luces tenues, y todos a mi alrededor parecían estar divirtiéndose. Pero no podía quitarme la sensación de que algo estaba mal. No quería darle muchas vueltas, pero era difícil no hacerlo. Bill y Calvin no se llevaban precisamente bien, y sabía que podían estallar las tensiones entre ellos.Stevie me miró desde el otro lado de la sala y me hizo un gesto con el pulgar hacia arriba, claramente encantada con

Punto de vista de Serena—¡Despierta, despierta, Serena! —una familiar voz femenina me llamó, cortando la niebla en mi mente.Parpadee, intentando aclarar la bruma mientras volvía en mí lentamente. Mi cabeza se sentía pesada y mi cuerpo aletargado, pero no había forma de confundir esa voz, el tono frío y burlón. La misma voz que había atormentado mis pesadillas durante meses.Doris.Mi corazón dio un vuelco y el miedo me invadió mientras luchaba por incorporarme, pero mis extremidades no respondían. El pánico se apoderó de mí al darme cuenta de que estaba atada, con las muñecas firmemente sujetas a mi espalda. Pude sentir la áspera cuerda clavándose en mi piel, eliminando cualquier posibilidad de escape.La habitación a mi alrededor estaba débilmente iluminada, con paredes desnudas y frías. El aire olía a humedad y moho, como un sótano o un viejo almacén. No sabía cuánto tiempo había estado inconsciente, pero sabía que eso no era un sueño. Era real, demasiado real.—Mira quién despertó