Todos esperaban que Brenda hablara con Reese primero. Habría tenido sentido. Reese estaba en la cima de su fama, con más de cien millones de seguidores apoyándola. Pero Brenda claramente buscaba una agencia socia, y acercarse directamente a Bianca ahora tenía todo el sentido.Los demás directores de agencia bajaron la cabeza, con la decepción pintada en el rostro. —Bueno… parece que vine para nada. —No tenemos oportunidad. Emerald Artists Agency tiene demasiadas grandes estrellas. —Escuché que llevan meses planeando esto. Claramente no hicimos la tarea.Mientras tanto, Bianca sentía algo extraño. Los ojos de Brenda le resultaban extrañamente familiares, aunque no podía decir por qué. —Sí, soy Bianca Scott, directora general de Emerald Artists Agency. Un placer conocerla, señora McGee.Bianca extendió la mano, y Brenda la estrechó con una sonrisa. Esa extraña sensación de familiaridad se hizo aún más fuerte. —Igualmente. Me preguntaba si tienes unos minutos para conversar. ¿Quizá

—No puedo creerlo. ¿El CEO de Phoenix Alliance Group engañando con Reese? Increíble. ¡Es hora de mostrarle al mundo quién es en realidad!Los guardias del hotel intentaban contener a la multitud, pero los reporteros empujaban con fuerza, inundando el vestíbulo. Como los ascensores estaban colapsados, muchos se lanzaron por las escaleras de emergencia, arrastrando cámaras y trípodes mientras subían a toda prisa.Curiosamente, el gerente del vestíbulo no intervino. Tenía instrucciones claras desde lo más alto: dejar que los medios hicieran lo que quisieran. —No sé de qué va todo esto, pero va a ser un espectáculo —murmuró.En una de las habitaciones del hotel, la luz del sol se colaba por la ventana, iluminando el rostro de Bianca. Frunció el ceño y abrió lentamente los ojos, con un fuerte dolor de cabeza.La habitación le resultaba extraña. No sabía dónde estaba. Su mente estaba nublada. Recordaba que Brenda la había ayudado, pero todo lo que pasó después era un borrón.Se frotó las s

—¡Se fueron! —espetó Ashley, con la voz helada—. Pero para ellos no fue una pérdida. Bianca y Dave acaban de anunciar su boda justo frente a todos. En lugar de dañar la imagen de Dave, confirmaron que se casará con Bianca.Su frustración por fin estalló. —¿¡Para esto hiciste todo esto!? ¿Dónde demonios está Reese?Blake se dejó caer en el sofá, con el peso del fracaso aplastándole el pecho. Le temblaban las manos mientras tomaba el teléfono y marcaba el número de Reese.—Lo sentimos, el número que usted marcó no está disponible... —La voz robótica retumbó en su oído como un hielo corriéndole por la espalda.Lo traicionó.La verdad lo golpeó con fuerza, dejándolo sin aliento. En un arranque de furia, Blake agarró el cenicero y lo lanzó al suelo, haciéndolo trizas.En la habitación del hotel, Dave alzó la mano y cerró lentamente las cortinas. —¿Qué habrías pensado si esta mañana hubieras entrado y me hubieras visto en la cama con Reese? —preguntó. Su voz sonaba tranquila, pero se nota

Los comentarios que leyó a continuación fueron como un puñetazo directo al rostro. Cada uno se sentía como una soga apretándose más y más alrededor de su cuello.—Me he hospedado en el Hotel Lawson antes. Sinceramente, está sobrevalorado. El Hotel Edenfield o los lugares del Grupo Evans son mucho mejores. —Solo espero que Reese esté bien. Estos rumores son aterradores. Los fans ya están apareciendo en el hotel tratando de encontrarla. —¿No les parece raro? ¿Por qué de repente todos la están buscando? ¿Estamos seguros de que se registró? —¿No lo has oído? Los medios invadieron el lugar esta mañana. Dicen que el presidente del Phoenix Alliance Group tuvo una aventura con Reese. Los reporteros entraron a la fuerza a la habitación, pero ella no estaba. Ahí fue cuando explotó todo. —Mi amiga dijo que la habitación estaba a nombre de Reese, pero nunca apareció. Resulta que en realidad la reserva era para el presidente del Phoenix Alliance Group. Y esta mañana, él anunció públicamente su

Dave y Bianca lo miraron mientras él se agarraba la cabeza, recreando el momento.—El capitán también había comprado acciones de Phoenix Alliance. Se quejaba casi todos los días. Hasta que un día se enojó tanto que empezó a decir cosas sobre ti…Zane se detuvo al notar el cambio en el rostro de Dave. Carraspeó y decidió dejar ese tema atrás.—En fin… escuchar tu nombre lo trajo todo de vuelta.—Más te vale darme la información de ese capitán. Necesito conocerlo —dijo Dave. Y luego, tras una pausa, agregó—: Para agradecerle por haberte salvado.Zane asintió con una pequeña sonrisa.—Claro. En realidad, ahora te admira. Cuando las acciones de Phoenix Alliance Group volvieron a subir, ganó mucho dinero, renunció a su trabajo y vino conmigo a Edenfield. Ya no quiere ser capitán. Es listo, podría encajar bien en Phoenix Alliance.—Está bien —dijo Dave, colocando una mano sobre el hombro de Zane—. Si tú confías en él, yo también.Zane se mordió el labio, su voz un poco temblorosa.—Jefe, la