Al hablar con César pude sentirme un poco relajada aunque el camino de vuelta a los dormitorios fue igual de tenso como cada vez que estoy cerca de él… — ¡hemos llegado! - dice mientras coloca el freno de mano — muchas gracias - ambos nos quedamos callados por un breve momento, no entiendo por qué no salgo de aquel auto, ¿qué es lo que estoy esperando? — ... Bueno, no espero que nos volvamos grandes amigos después de lo que hemos hablado, pero si espero que podamos llevar una relación cordial. — … Creo que es una buena idea... — bien. - ... ¡Eh! B..bueno, es hora d...de irme. — nos vemos mañana en la agencia. — hasta mañana ... — salgo del auto y camino con pasos largos hasta que al llegar a la entrada de los dormitorios decido voltear al fin y me doy cuenta de que su auto aún sigue ahí estacionado. Cuando entro a mi habitación reviso mi teléfono y tengo un par de mensajes de Orlando y Verónica. — [ llevo solo un día alejado de ti y siento como si fuera una eterni
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