Dante la miró por unos segundos antes de vociferar.—Sabes que mereces un castigo, Ava —Dante se quitó el cinturón—. Como tu esposo solo debes mirarme a mí, por tu osadía vas a pagar con tu cuerpo.—¿Qué vas a hacer? —preguntó temblorosa.—Algo que te va a gustar mucho, pero que también te recordará que soy el único hombre en tu vida —susurró con voz ronca y cargada de deseo.Se acercó a ella con firmeza y tomó sus manos, guiándola al centro de la cama. Con una mirada intensa, las levantó sobre su cabeza y le ato las muñecas a la cabecera de la cama con el cinturón.—Eres solo mía, Ava —murmuró contra sus labios antes de besarlos con hambre.—Dan, por favor, suéltame. —balbuceó ella separándose de su boca.—No sabes lo furioso que estaba cuando tu primo me contó dónde estaban. Me molestó que me hayas tomado por tonto y que pensaras que no nos íbamos a enterar —su voz era grave, cargada de tensión. —Se quitó la ropa delante de ella, quedándose completamente desnudo. Su mirada ardía con
Ler mais