—¿Qué? —me incorporo de inmediato, la incredulidad invadiendo cada fibra de mi ser—. ¿Fuiste tú, entonces? Dios, Artem, ¿en serio?. —¿No te dije la última vez que no fui yo? —su tono se tensa, y también se incorpora—. Déjame explicarte antes de acusarme. —Habla —exijo, mi impaciencia tomando el co
Ler mais