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Todos los capítulos de Arcadia: La isla del origen. : Capítulo 321 - Capítulo 330
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Capítulo 9.4: Escapémonos.
―Vale, solo bromeaba, amargado ―gruñó Lysander entre dientes ― ¡Hey! Félix, Gio, miren esto ―dijo al mismo tiempo que tomaba un vestido y se lo colocaba por encima ― ¿No soy sexy? ―preguntó con tono coqueto, provocando que todos los chicos estallaran en carcajadas al igual que unos clientes y algunas vendedoras―Gracias a la Diosa Pía no está aquí ―murmuró Dante avergonzado―Eh, toma esto, Lys ―dijo Will lanzándole unas gafas de sol muy femeninas―Oh, joven alfa, no te hubieras molestado―dijo Lysander con la voz aguda― ¿Qué está haciendo Lys? ―le preguntó Anna a Dante tras salir del vestidor acompañada de Sophie―No preguntes… ―gruñó Dante, quien, fastidiado, pasó su mano por su cabello ― ¿Viste tu vestido, cariño? ――En realidad, no, Andy dijo que quería sorprenderme para agradecerme por haber puesto en su lugar a Judith y a sus amigas ――Entonces, ¿realmente arreglará tu vestido? ――En realidad, me hará uno nuevo ―dijo Anna riendo al ver como Lysander modelaba un nuevo vestido― ¿Q
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Capítulo 9.5: Preudio a una cita.
Algo dudosa, Anna asintió y, tras soltar un suave suspiro, la joven encendió la radio, donde, casualmente, sonaba la canción “No me detengas ahora”, provocando que ambos compartieran una fugaz mirada antes de comenzar a cantar a todo pulmón.En ese momento, a la joven pareja no le importó llamar la atención de otros conductores, ni si quiera la de los lobos que preferían usar sus patas y corrían por una vía designada para ellos. Lo único que ambos deseaban, era disfrutar de la compañía del otro.Cuando finalmente llegaron al café, Dante aparcó en un espacio justo frente a la entrada, por lo que juntos, se apresuraron a entrar sólo para ser recibidos por Pía y Melba, quien parecía haber tenido una lucha con el harina de la cocina.―Ay, Dante, lo siento tanto ―exclamó Melba avergonzada ―Aún no hemos abierto y este lugar ha sido una completa locura ―― ¿A qué te refieres, Melba? ―preguntó Anna―Pues, entre los lobos que vienen a preguntar si abriremos pronto, entre los que vienen a dejar
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Capítulo 9.6: Los Sinclair.
Divertido, el joven rio y se dio la media vuelta para poder verlas.―No soy un isleño, pero he vivido aquí por tres años debido a mis estudios ―explicó el joven ―Este verano planeaba volver a casa de vacaciones junto a mi hermana que está por terminar el instituto, pero, bueno, debido al estado de alerta, ambos nos quedamos varados aquí ―dijo con un suspiro ―Y ahora que todo ha pasado y que el estado de alerta ha pasado, mis padres optaron por venir a visitarnos y a conocer a la familia real ―― ¿Qué estudias? ―preguntó Pía con curiosidad ―No me pareces un joven de instituto ――Es porque no lo soy ―dijo él con amabilidad antes de indicarle a Anna un muro donde se encontraban diferentes tipos de guitarras ―Estudio en la Universidad Privada de Arcanis ―― ¡Oh! Lo siento ―masculló Pía ―Es usted un joven alfa, ¿cierto? ――Ni tan joven, eh, tengo veinte años ―respondió él con una suave risa ― ¿Cómo llegaste a esa conclusión? ――Bueno, es que, según me explicó mi compañero, la Universidad P
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Capítulo 9.7: ¿Será?
―Oh, es la verdad y lo sabes Robert, ¡se te da mejor! ――Ya, pero ¿lo de cabeza dura era necesario? ――Sí, ¡por terco! ―gruñó Charles negando con la cabeza ―Princesa, el total sería de ochenta Seles ――Maestro, cóbreme el precio real ―dijo Anna frunciendo el ceño, pues el precio marcado en la guitarra era de doscientos―De ninguna manera ―dijo el hombre con seriedad ―Princesa, para mí es un honor hacerle este descuento, ya que ha tomado una de mis mejores guitarras, con su conocimiento, algo me dice que es para alguien con experiencia ――Me da mucho crédito ―dijo Anna negando con la cabeza ―Elegí esa guitarra porque es idéntica a la que Jared tenía en casa, aunque, bueno, sin duda mi guardián es un experto ――Perdone ¿ha dicho “tenía”? ―preguntó Charles―Nuestra manada fue atacada, y según lo que la madre de Jared me contó, su guitarra fue destruida durante el ataque ――Por la diosa, ¿qué fue lo que sucedió? ―preguntó Robert con preocupación―Para intentar debilitar a mi padre, nuestr
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Capítulo 10: Primer cita.
Tras una breve charla, Anna y Dante se despidieron de todos en la tienda de instrumentos y retomaron su camino rumbo al pueblo de Arzeth, donde al llegar, Dante se detuvo en una pequeña tienda de conveniencia para comprar algunas bebidas para acompañar la comida que Melba había preparado.― ¿Necesitas algo más cariño? ―le preguntó Dante a Anna mientras que él tomaba un par de botellas de agua con gas―Unos chocolates… ―murmuró Anna distraídamente mientras se paseaba por los pasillos― ¿Sólo eso? ¿Estás segura? ―preguntó el joven ―Según me dijo tu abuelo, rumbo a la playa, ya no hay más tiendas más adelante ――Lo sé, es por eso por lo que… ¡Ah! ¡Los encontré! ―exclamó Anna tomando una elegante caja de color dorado―No sabía que eras fanática del chocolate con licor ―dijo Dante arqueando una ceja ―Honestamente, ni si quiera sabía que conocías esta marca, pues esos chocolates, solo se hacen aquí ――Nunca los he probado ―admitió Anna al mismo tiempo que tomaba dos cajas ―Es solo que me l
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Capítulo 10.2: Diversión para dos lobos.
―Esto… ¿Está muy lejos? ―preguntó Anna mientras se acomodaba su gorra nuevamente―Una media hora andando ―dijo Dante mirándola de reojo ― ¿Quieres que te lleve? ―preguntó al verla fruncir el ceño― ¿Puedes? ―dijo ella girándose hacia él con su propia versión de la cara de puchero que Ares solía hacerles―Vale, vale, lo haré, eso no es necesario ―rio Dante bajando la cesta ―Acomodemos esto para que no te compliques demasiado ―― ¡Oh! ¡Son delicias de fresa! ―exclamó Anna cuando el dulce aroma del azúcar inundó su nariz―Ayer le conté a Melba que tenías muchas ganas de comerlas, así que le pedí que te hiciera una caja para ti solita ―dijo Dante, quien no pudo evitar soltar una carcajada al ver como Anna se limpiaba la boca discretamente― ¡Muchas gracias! ―exclamó Anna la mar de feliz antes de comenzar a mover algunas cosas para guardar sus botellas con agua y la caja de chocolate ―Pero, Dante, ¿dónde comeremos? Dijiste que era una playa virgen ――Cariño, confía en mí ―respondió él al m
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Capítulo 10.3: Unificación de manadas.
―Tal parece que Arcadia nos quitó muchas cosas, pero ahora, nos las está regresando poco a poco ―dijo Anna sonriendo al recordar lo feliz que Gabrielle y Marcia lucían con que Ragnar fuera la segunda oportunidad de la gamma ― ¡Oh! ¿Donna también cocinó? ―preguntó al notar en uno de los refractarios una ensalada tropical que Donna solía hacer―No, Dona está demasiado ocupada enseñando a las cocineras de la finca ―dijo Dante riendo―Que los secretos de la cocina de Donna se extiendan hará muy feliz a mis abuelos ―dijo Anna riendo al mismo tiempo que le tendía un plato cuando el joven se sentó frente a ella―Sobre todo a su excelencia Bastián, quien no para de pasearse por la cocina para probar los bocadillos que ella prepara para la Luna Iva ―dijo Dante antes de dar un mordisco a su emparedado―Eso escuché ―dijo Anna cubriendo su boca ―Si te soy honesta, creo que Dona está encantada con la atención, y ahora con el negocio, dudo que ella y Melba vuelvan pronto a la manada ――Lo sé, yo ta
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Capítulo 10.4: Te necesito.
Ante sus palabras, Anna sonrió y continuó devorando su emparedado, el cual no tardó en desaparecer al igual que el de Dante, quien no perdió el tiempo y sugirió probar las delicias de fresa.Deseosa por hacerlo, Anna accedió, sin embargo, lejos de solo probarlas, la joven loba acabó con todas.―Menos mal que compramos los chocolates ―gruñó Dante antes de meterse uno a la boca―No me culpes, amo los dulces de Melba ―dijo Anna comiéndose la última fresa―Lo sabía, lo que no sabía era que amabas más esas fresas que a mí ―gruñó Dante―Espera, ¿estás celoso de las delicias de fresa? ―preguntó Anna arqueando una ceja―Jamás dejaré que Melba las vuelva hacer ―gruñó Dante girándose hacia ella ― ¿Estás lista para correr, nena? ―preguntó sujetando el rostro de la joven con sus dos manos―Aún no ―susurró Anna― ¿Qué te hace falta? ――Que me beses ―ronroneó ellaObediente, Dante sonrió y capturó sus labios en un dulce y tierno beso que la hizo estremecer.―Mmhm, sí, ahora estoy lista ―masculló An
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Capítulo 10.5: Luna creciente.
Y sin más, ambos se enredaron en el cuerpo del otro, cubriéndose únicamente con aquel intenso amor que los había envuelto desde el primer día.―Eres mía, pequeña alfa ―gruñó Dante, quien, con suavidad, comenzó a invadir el interior de su compañera―Dante ―jadeó Anna al sentir como, con suaves movimientos, su eterno compañero comenzaba a poseerlaPara ambos, justo en aquel momento, el tiempo a su alrededor se congeló.El trinar de las aves, el ruido del agua cayendo de aquella hermosa cascada, incluso, el sonido del suave viento que comenzaba a soplar fue desapareciendo poco a poco para ellos, dejándolos en una especie de burbuja donde sólo existían ellos dos.―Te amo tanto ― gruñó Dante entre besosDebido a su pasión, Anna no tuvo tiempo de responder, pues justo en ese momento, Dante clavó sus colmillos en la marca de su compañera, reclamándola una vez más como su eterna y única pareja.―Por Selene ―jadeó Anna cuando, tras llegar a un perfecto clímax, ambos decidieron descansar tumbad
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Capítulo 11: Débil.
Temprano por la mañana del día siguiente, sentado en la silla de un pequeño escritorio que su hermano había dispuesto en su habitación, Arioch Nicolaou terminaba de revisar los permisos que Máximus había firmado la tarde anterior con la única finalidad de que la gente finalmente pudiese dejar la isla.¿Su trabajo?Asegurarse de que ninguno de los hombres que él mismo había reclutado, intentase dejar la isla.Para su buena o mala suerte, sólo cuatro habían intentado engañar al sistema.―Buenos días, querido ―lo saludó Dasha entrando a la habitación―Buenos días Dasha ―dijo Arioch inclinando su cabeza ligeramente cuando su compañera se inclinó sobre él para poder besar su mejilla ― ¿Qué escondes ahí, querida? ―preguntó al notar que Dasha intentaba mantener algo detrás de ella―Lo que encargaste ayer ―dijo Dasha colocando una bolsa de color marrón sobre el escritorio ―Anna se disculpa por no habértela dado anoche ―comentó al mismo tiempo que sacaba las dos cajas de chocolate que había en
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