Escuchando la idea de Adriana, Ricky parecía emocionado, luego decepcionado, y luego emocionado otra vez:—¡Si no fuera porque casi me queman vivo, no perdería el tiempo contigo!—Sí, sí, sí~ —Adriana sonrió, asintiendo y dándole espacio a Ricky. Los genios siempre son un poco raros, y nunca debes provocarlos.Dos días después.Ricky, aprovechando sus contactos en el mundo de la perfumería, organizó una cena privada e invitó a más del setenta por ciento de los perfumistas del evento de la exposición de perfumes.Todos fueron muy respetuosos, presentando sus propias fragancias, y Ricky y Adriana tuvieron la oportunidad de probarlas juntos. Sin embargo, Ricky se sentó en una esquina, molesto.Adriana le preguntó qué le pasaba, y él respondió:—¡Una locura!—Después de oler todas estas fragancias, definitivamente la mejor es la tuya.Adriana sonrió, aunque sin mucho entusiasmo:—¿Me estás halagando?Se fue a conversar con otros perfumistas, y al regresar, vio que Ricky seguía molesto. Ent
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