PUNTO DE VISTA DE HELENA- Nuestra nueva hembra Alfa, debe decidir el destino del perdedor.La voz del jefe del consejo de lobos me inquietó: La vida de mi padre estaba entre mis manos- El justo castigo por traición a nuestra manada era la muerte, pero mi corazón y la promesa que le hice a Alan antes de partir, me impedían dictaminar una sentencia tan dura contra él.Vi los ojos suplicantes de Ayla y me odié a mi misma por estar en medio de esa situación. Después de todo lo que habían hecho en su contra, seguramente el shock aún la tenía en un estado de inconsciencia, frente a la traición de Lucien.- Llévenlo a prisión - dije.- ¿La Luna impuesta por Alfa Lucien, debe ser también llevada a … ? - preguntó el lobo del consejo, sin lograr concluir con sus palabras.- Ya no es necesario preocuparse por ella - dije, interrumpiéndolo - Esa loba ya no está en este mundo - dije, caminando hacia Ayla para ayudarla a ponerse en pie - díganle a un par de lobos que vayan a la casa de la manada a

PUNTO DE VISTA DE HELENANo es muy habitual que la primera charla de sexualidad que tienes con tu madre sea a los dieciocho años, pero, bueno… las cosas se habían dado de ese modo. Ahora, después de hablar con Ayla, estaba enterada de las implicancias de mi situación, soy una loba en edad fértil, que ha encontrado a su pareja dada por la diosa y que aún no ha sido marcada, en consecuencia: Estoy en riesgo de vivir mi primer celo en cualquier momento. ¿Qué es el celo? Pues es la forma más rústica de los lobos para conseguir nuestra preservación a través de la reproducción. Como aún mi pareja no me ha marcado, mi cuerpo de loba entra en un estado de alerta, en el que busca métodos para lograr una correcta fecundación, a través de un período de “calor sexual”, en el que todos los lobos solteros se sentirán atraídos por mi olor y querrán aparearse conmigo. Aquella revelación me pareció de lo más asquerosa y vil. ¿De qué modo podría convertirme en una loba Alfa empoderada y segura de mi

PUNTO DE VISTA DE ETHANPartimos a Luna Amatista: un largo viaje de unas diez horas. Ahora podía comprender porque Susie decía que vivíamos en medio de la nada. Fueron alrededor de siete horas solo de atravesar montañas, ya llevaba las piernas y las nalgas dormidas de tanto apretar el acelerador. No tenía ninguna idea de dónde estaban exactamente las “manadas costeras”, francamente, jamás había salido de nuestra manada; por esta razón, Alfa Jacob me indicaba el camino. El resto de la ruta, mientras no estaba indicando si doblar hacia derecha o izquierda, estaba con la vista atrás, comiéndose a mi hermana, por esta razón, preferí subir el vidrio polarizado que separaba los asientos traseros, con el mío. Los ruiditos extraños que emitían, me inquietaban; envidiaba un poco su amor, pero no podía dejar de pensar que se trataba de mi hermana. - Unos metros más adelante debes doblar a la izquierda Ethan… allí encontrarás la entrada de la manada Luna Amatista.Mi corazón se apretó producto

PUNTO DE VISTA DE ETHAN- Eres mía, Helena - dije, levantando su rostro. Ella me miró con sus ojos suplicantes. - Lo siento, Ethan… siento haberte herido… - me dijo con mucha dificultad, yo callé sus labios con mis dedos.La visión de mi loba completamente excitada, se convirtió en la imagen más sensual que podría haber deseado. No podría haber conocido la verdad de una forma tan exquisita. Toqué sus labios con mis dedos y el solo roce de mi piel con la de ella, la hacía gemir de placer. En solo un par de segundos ya me encontraba totalmente excitado. No aguanté más el permanecer lejos de ella, y me acosté sobre ella, besándola. Ella recorría mi piel con sus manos. - Voy a aliviar tu dolor, Helena.Recorrí su piel con mis manos, ella gemía de placer al sentir mi toque. Llegué hasta su centro y empecé a mover mis dedos suavemente, para darle placer. Helena abrió su boca en un sensual gemido que ahogué con mi beso. No dejé de besarla y de tocarla, me excitaba escuchar como gemía en

PUNTO DE VISTA DE DARIUSHan pasado un par de meses desde que recibí el comunicado del consejo de los lobos. He estado más frustrado, más violento y más enojado que de costumbre… pero tengo claro lo que debo hacer. Tengo un gran problema: Si mi hija Violet se entera de esto, es probable que nunca quiera volver a hablarme. Cuando conocí a Mina, estando en la aldea humana, me enamoré perdidamente de ella, no me importó nada ni nadie, no me importaba ni siquiera mi manada, el hecho de ser un lobo, lo que diría mi padre, ni siquiera, la diosa de la Luna. Al volver con ella, dije a todos que ella había sido la pareja que la diosa me había entregado, sin embargo, no fue así: Mina fue mi pareja elegida. Salí de mi habitación en la casa de la manada y llegué a la sala, allí estaba Beta Armand. - Buenos días, Alfa.- Buenos días, Armand… Hoy debo salir.- ¿Dónde debo llevarlo? - No… hoy saldré solo. No sé en realidad si volveré hoy mismo. Debo arreglar un par de cosas. Quedas al mando de e