Si el baño antes de que ellos entraran se sentía un poco frío, ahora está completamente congelado por la frialdad con la que nos observa Noah. A pesar de que hay mucho ruido afuera, después de que Noah cierra la puerta del baño, todo está tan silencioso que puedo escuchar como trago duro ante el miedo de lo que pueda suceder.‘Ahora sí te llegó la hora de la muerte, Marcela.’ Me digo mentalmente.— No te entrometas ahora, Noah. Estoy hablando algo serio con mi mujer. — dice Nick y yo tiemblo con más fuerza porque sé perfectamente que acaba de empeorarlo todo.— ¿Tu mujer? — pregunta Noah divertido, pero yo sé perfectamente que no está feliz.— Sí, Noah, aunque te resulte sorprendente, Marcela me ha escogido.— Se nota que te ha escogido. Seguramente la bofetada que te ha dejado la mejilla completamente roja

Deseando que Dios, algún ángel, santo o lo que sea interceda por mí, comienzo a llorar mientras mentalmente suplicó que incluso mi Ángel de la guarda aparezca.‘Es que tú también pones difícil el trabajo del Ángel de la guarda. Porque solamente a ti se te ocurre follarte a dos príncipes de la mafia completamente retorcidos y con suficiente oscuridad y maldad para contaminar todo el cielo y aun así, tener suficiente maldad para ellos.’ Me dice mi mente.Sabiendo que mi mente tiene toda la razón, comienzo a llorar, implorando que eso los conmueva a ellos. Pero, dos manos fuertes agarran cada uno de mis brazos y me jalan con tanta violencia que siento que en cualquier momento se van a romper mis brazos, antes de hacerme alguna otra tortura que sé que me realizarán.— Chicos, por favor… — susurro, pero ellos no me sueltan.‘Áng

Los gemelos se marchan del baño, pero la amenaza que acaban de mencionar hace que ni siquiera sin verlos me sienta a salvo. Como lo ordenó Nick, los hombres entran listos para llevarme mientras yo lloro porque siento que es mi final.Los chicos que me miraban con respeto anteriormente me observan con evidente desagrado. Aunque en el pasado nunca fueron gentiles, la forma en que me agarran me da la clara señal de que ya no me ven como la señora Thompson.‘Has caído en picada, Marcela.’ Me dice mi mente.— Parece que el reinado ya se le acabó. — dice uno de los hombres y yo me quedo en silencio.Sabía perfectamente a lo que se refería y aunque de cierto modo no me alegra ser la mujer que ellos estaban buscando para tener ese beneficio de los Cassano, me causa dolor que me desechen por eso.‘Esa era la supuesta unión que yo tenía con esa familia. Por eso, solo podrían obtener beneficios si se casaban conmigo, ya que, sospechaban que yo era una Cassano y por ende, iba a recibir una herenc

Si hay algo en lo que soy buena, es en empeorarlo todo. Porque sé que mi relación con los Thompson no puede mejorar, pero, he decidido empeorarlo todo y por eso, ahora mismo Noah está a punto de pegarme, sin embargo, alguien se lo impide.Ello causa que Noah observe al señor Cassano con evidente enojo, porque es él quien impide que me golpee.‘Tenía la esperanza de que fuera Nick. Pero, tal parece que estoy pidiéndole peras al olmo.’ Me digo mentalmente.— No le vas a pegar. No lo harás delante de mí.— Entonces date la espalda para hacerlo, si es que tanto te molesta que golpee a esta maldita víbora. — dice Noah con frialdad.— No lo harás en mi presencia, Noah. Porque te guste o no, a mí no puedes simplemente ignorarme o pasar sobre mí. — dice el señor Cassano.— Es nuestra prisionera. Así que, no deb