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Todos los capítulos de Recuerdos de un amor olvidado: Capítulo 31 - Capítulo 34
34 chapters
CAPÍTULO 31
— ¡No te creo, Tom! — exclamó Katherine, quien había llegado hace unos minutos. — Me estás haciendo una broma, ¿cierto? —.— Te está diciendo la verdad — afirmó Yoshida.Katherine, quien es hermana de Tom, estaba sorprendida con lo que le contaban. ¿Blas llegando con una mujer? Parecía otra persona. Y cuando todos creían que se había marchado, respondió a los múltiples mensajes de Zane y Sally, confirmando que seguía en el hotel.Todos comprendieron de inmediato la razón detrás de la extraña desaparición de Blas junto a su acompañante.— ¿Quién es la chica? — volvió a preguntar Katherine, mirando a Zane con el ceño fruncido, prácticamente diciéndole: ¿por qué no le había hablado de la pareja de Blas?— ¿Por qué no le preguntas a él directamente? — señaló Tom, justo cuando Blas y Milena se acercaban.— ¡Hola, Blas! Te dignaste a aparecer — se burló Glenn.Milena no pudo evitar sonrojarse. Era evidente que todos sabían por qué habían desaparecido.Blas miró a Glenn con expresión seria.
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CAPÍTULO 32
— ¿Te quedó bien? — preguntó Katherine detrás de la puerta del vestidor. Era el cuarto traje de baño que las mujeres habían seleccionado para ella. Milena no negaba que le gustaba, pero no cubría bien sus pechos, haciendo que se vieran con facilidad todas las marcas que Blas había dejado en su piel.— Milena, ¿te quedó bien? — volvió a preguntar.— Prefiero otro no tan escotado y que el bikini no sea tan ajustado — respondió.— Tienes una buena figura, ¿por qué te avergüenzas? — dijo Katherine, dirigiéndose a ella como si la conociera de toda la vida. — Yo usaré uno parecido —.— No me siento cómoda con él — respondió con timidez.— Déjame darte el visto bueno — dijo Sally, entrando al probador.Milena inmediatamente colocó las manos sobre su pecho para cubrirse. Sally observó con asombro la razón de su incomodidad.—Oh, ya veo el problema, te queda muy ajustado — dijo en voz alta y guiñó un ojo, para no revelar el verdadero motivo por el que Milena desaprobaba el sexy traje de baño.
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CAPÍTULO 33
El océano comenzaba a perderse entre los grandes árboles. Milena observaba el paisaje desde su asiento, perdida en sus pensamientos sobre los últimos días. Nunca habría imaginado que terminaría el fin de semana en la costa. No tenía palabras para describir cuánto había disfrutado junto a Blas y sus amigos.En los últimos años, bajo la tutela de Edward, no habría podido permitirse esos momentos. Él se empeñaba en mantenerla encerrada, prohibiéndole salir, hacer amigos, estudiar o incluso trabajar. Recordar aquello la llevó inevitablemente a su madre. Aunque en un principio ella apoyaba a Edward, todo cambió de un momento a otro. Fue su madre, aprovechando un largo viaje de negocios de su hermano, quien la ayudó a marcharse.La cabeza de Milena comenzó a dolerle levemente. Tocó su sien. Recordó aquel episodio de su infancia cuando su padre biológico, sin importarle su familia, los abandonó. Recordaba ver a su madre llorando desconsoladamente, aunque ese recuerdo era borroso.Entonces, su
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CAPÍTULO 34
— ¿Estás de acuerdo? —.— No veo ningún inconveniente — respondió Blas.Su semblante perdido pensando en Milena lo delataba mientras discutían algunos costos. “Jayce”, conocido como el doctor J, lo observaba en silencio, notando cómo apretaba con fuerza el borde de la mesa. Sus nudillos estaban blancos, como si temiera soltar por perder algo.El doctor J también comenzó a revivir recuerdos que solo él conocía. Observó cómo Blas tragaba saliva con dificultad y lanzaba miradas constantes hacia la puerta. Sabía quién provocaba esa inquietud.— Si eso es todo, me retiro — dijo Blas, con voz tensa.— Siempre ha sido mi costumbre hablar contigo sobre los detalles de la gala… y otras cosas — añadió el doctor J, mirándolo directo a los ojos.Blas sostuvo esa mirada. Había algo más, lo sabía. La preocupación en el rostro de su mentor lo confirmaba. Entonces, él cambió de tema con sutileza.— Estoy al tanto de lo que ocurrió contigo y cierta persona… en tu estadía por la costa —.Blas apoyó los
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