Esmeray Lie.Dos semanas después.La noche del concierto había llegado, me encontraba con los nervios al mil, tanto que no podía comer sin practicar más de 5 horas, pero teniendo a Luan como un perro faldero, pendiente de los trillizos y que coma las 4 comidas del día, no ha provocado que me desmaye de hambre ni duerma mal, gracias a él y por las dos semanas intensa que he tenido.Observo mi vestido negro con escote en V en la espalda y una cadena que lo decora de mangas largas y largo hasta la rodilla, me miro un poco más en el espejo de la habitación, a la cual aún no me acostumbro por ser la habitación de Luan.Miro mi vientre abultado que no deja de crecer cada semana y suspiro, relajada de que el vestido disimula mucho mi figura embarazada, miro a través del espejo a Luan sentado en el sillón sin dejar de mirarme hasta que se levanta y se acerca hasta quedar unos pasos de mí, me mira un momento por encima de mi hombro haciéndome sentir nerviosa por su mirada a través del espejo.

Esmeray Lie.Observo mi vientre en el espejo de la sala y entro a la cocina a prepararme algo de comer, al estar embarazada de trillizos, mi vientre cada vez crece más haciéndose notar más y el hambre crece igual triplicando las porciones.— ¿Qué piensa hacer, señorita Esmeray? — me detengo cuando saco una caja de cereal del cajón al escuchar al ama de casa, la miro tímida y se ríe un poco — Sabes que puedes pedirme que le haga lo que quiera comer, ¿no? — asiento.Me siento en la silla de la isla y veo como doña Angy comienza a prepararme una merienda después de haber desayunado hace dos horas, aunque parece ya una mujer mayor, podría tener más siglos de lo que me podría imaginar.— Me recuerdas a la antigua Luna, solía escabullirse a la cocina y comer demasiado — la miro confundida — La madre de Luan… una humana que se había enamorado del antiguo alfa de la manada, hasta que supo que era un hombre lobo después de dar a luz dos hijos… nadie sabe porque los abandonó — cuenta en un susu

Esmeray Lie.Miro por la ventana el cielo nublado, ya es noche buena, y como veo, mi primera navidad sin mi madre y sola en una mansión llena de lobos que no acostumbran celebrar la navidad porque son cosas de humanos.Suspiro levantándome de la encimera después de desayunar, con la mente en otra parte, con el pensamiento y la pregunta.— ¿Tendremos nieve este mes? — pregunta Deborah tras de Robin pasando por la cocina, observo escuchando esa pregunta.Supongo que, para los lobos, es una época del año en donde no se consigue casi alimentos, más cuando la manada está en medio de un gran bosque, lejos de la ciudad. Lo que me hace preguntar si Rose se quejara esta navidad.Mi teléfono suena con una llamada de ella, sabía que en cualquier momento sabría de mi única amiga.— Feliz noche buena, espero que recibas muchos regalos mañana que es navidad — río escuchándola — ¿Algo que contarme? — pregunta y suspiro mirando a la ventana, hacia 5 días que Luan me prohibió de manera tan brusca q

Esmeray Lie.La tormenta helada había terminado, todos habían regresado a la manada, fueron 3 días frías, días que podía haber conocido otras facetas más de Luan, pero que no se pudo por estar ocupado en algunas cosas de la manada o del trabajo, solo lo veía en el desayuno y la cena, el almuerzo sí que dejaba algo de comer y desaparecía, cuando llegaba la noche, dormía a mi lado dándome calor y ya.No tuvimos conversaciones profundas, ni momentos divertidos, nada de nada era como si me evitara de alguna manera.Y eso quisiera explicarle a Deborah que me mira con cierta rabia hacia a mí, ya que todos andan hablando sobre cómo me quedé con Luan 3 días y dos noches enteras entre 4 paredes.— Solo diré algo… mantén distancia y recuerda, solo eres un recipiente y más nada, ¿Sí? — asiento viendo cómo se va hacia su cabaña bien confiada, Robin se me acerca y mira por dónde se fue Deborah.— Pobrecita, solo existe Luan en su cabeza, supongo que no tiene más oxígeno para que le llegue más info

Luan Moen.Entro a la habitación después de un largo día en que tuve que estar soportando a un hombre que terminó siendo el padre de Esmeray y hablando de ella no la encuentro, o eso pensé cuando la veo acostada en la cama mirándome con sorpresa.Me subo a la cama, quedando encima de Esmeray haciendo que me mire con sorpresa cuando tomo sus muslos poniéndolos a los lados de mi cadera.— ¡¿Luan?! — chilla mirándome con el rostro sonrojado por completo.— Justo a ti te estaba buscando, pequeño ángel, ¿Es un problema que tu propio alfa te tenga de esta manera y entre de esta manera a la habitación? — sonrío de lado un poco sabiendo algunas verdades que se soltaron esta mañana.— No es un problema que entres de esta manera, pero tenerte encima si es un problema — responde con un poco de molestia aun con su rostro rojo de vergüenza.— Mejor así… — río un poco tocando algunos mechones de su oscuro cabello entre mis dedos, estar en esta posición solo hacia que quisiera tomarla en este precis