Luan Moen.

Camino hacia la cocina y la veo, observo su vientre abultado mientras se reía con doña Angy.

— Vaya… cada vez más grande el vientre — asiento a lo que dice Robin — Luego ya no podrá salir de la mansión… debería de hablar con ella de la situación, alfa… para que no malentienda que la tiene prisionera, sino, por el bien de los cachorros — explico y suspiro caminando al despacho, me sigue una vez dentro, me siento en mi silla y lo miro.

— ¿Qué hay para hoy? — pregunto cambiando de tema, verla solo me hizo sentir un pequeño dolor en mi pecho, como si quisiera tenerla y no soltarla, pero a la vez mantenerla alejada de mí y protegerla del monstro que soy.

— Tenemos lo de la iglesia que debe ser reparada ya por lo vieja que está, y por otro lado, tenemos negocios con una manada… que quiere aportar en la empresa — lo miro y asiento viendo que tengo una semana algo ocupada como para poder estar al lado de Esmeray.

Me mira un momento como si quisiera decirme algo más, pero no se atrev