Narra DayTodo me parece una pesadilla, hasta que despierto y me encuentro en el mismo hospital donde perdí el conocimiento. Sabiendo donde buscar, corro implorando que solo sea un susto que mi padre me quiere hacer vivir, para que me porte bien.Pero, cuando escucho que están mencionando la hora de muerte, la realidad me golpea con fuerzas y yo me aferro a mi propio cuerpo para no derrumbarme. Las dos personas que creí serias, me observan con dolor y yo camino directamente hacia el hombre que no despierta.— Padre, tu hija rebelde está aquí, por favor, abre tus ojos. Yo seré buena, no te haré sentir molestias a partir de ahora, pero, por favor, abre tus ojos, tu niña está aquí. La niña de tus ojos está contigo, por favor, abre los ojos.— Señora… por favor. — dice alguien intentando tocarme.— ¡Que nadie me toque o juro que los mat
Leer más