En la mansión Madrigal, Kara, era más que rechazada por Ulises, no le importaba para absolutamente nada su embarazo, lo que quería era deshacerse de ella y de ese niño que del que dudaba fuera su hijo — Ulises, necesito dinero para ir de compras, está ropa ya no me queda, no puedo seguir usándola — la mujer había irrumpido en el despacho a molestar al mafioso — Pídele a Carlos que te dé dinero, no vengas aquí a joder con esas cosas — refunfuñó el hombre — Pero por qué estás tan de mal humor, voy a darte un hijo, a tu heredero, deberías estar contento, todo hombre quiere conocer su sangre — Por supuesto, eso no está en discusión, pero no quiero ser padre contigo, sé muy bien la clase de hiena que eres, así que de verdad espero que ese niño sea de tu amante y no un Madrigal — Tampoco exageres, además tú no eres una santa paloma, ¿sabes? el embarazo me tiene ardiendo, ¿por qué no me haces el amor? podemos recordar viejos tiempos — la mujer pasó una de sus manos por el trabajad

Jhonatan, salió con Nami, Marcos, y otros hombres armados hacia el hospital, el joven extranjero estaba bastante angustiado, no sabía que esperar al llegar al área de oncología Apenas llegaron bajaron del coche apresurados, el médico que trataba a la madre del Scort, ya lo estaba esperando — Doctor, ya estoy aquí, ¿cómo está mi madre? está bien, ¿cierto? — Los siento mucho, hicimos todo lo posible porque su madre siguiera con vida, pero ella acaba de fallecer, le daremos unos momentos para que la vea y se despida de ella — ¿Qué...? no, no puede... mi madre no puede estar muerta... ¡el hospital estaba pagado, las cuentas estaban al día! ¿qué pasó? — Cálmate, Nami, era evidente que tú madre ya estaba muy mal de salud, no creo que haya sido negligencia, el hospital estaba ganando muy bien por mantenerla aquí internada, ya era su momento, tienes que aceptarlo — Jhonatan, fue quién pudo tranquilizar al jóven egipcio — ¡Es que me duele tanto, ella era lo único que tenía, y

Los tres pequeños y el gato, subieron a sus habitaciones, se sentían mejor después de haber hablado con sus padres, ellos los veían poderosos, imponentes, y lo eran, solo que no eran inmortales — Dante, tu hijo es muy reservado, aún así, tengo la impresión que te ha heredado todos los talentos además del cabello platinado — Deeguel, comentó — Es herencia de mi madre, mi melliza Evelyn, y yo, somos los únicos que lo tenemos, pero heredamos el color azul de los ojos de papá — Si, se cuentan tantas historias de tu padre, ¿es verdad que le robó la esposa a su rival en la mafia, un poderoso mafioso que casi lo mata? — Si, pero hay una historia atrás de eso, Dominic Diamantis, quien fué el primer esposo de mamá, la engañó con su amor de juventud, esa mujer tenía una hermana desquiciada que secuestró a mi madre para matarla, así su hermana y Dominic, podrían estar juntos, mamá estaba esperando un hijo de ese mafioso, la golpearon y la torturaron hasta que mataron al bebé en su ba

Al día siguiente temprano, Alessandro, se había duchado y se estaba vistiendo con un costoso traje hecho a medida, se acomodaba la fina corbata y se calzaba los zapatos cuando su esposa entró apresurada como un vendaval — Cariño, apresúrate, todavía debemos desayunar algo antes de llevar a los niños a su primer día de escuela — Dariana, ya estaba vestida, ella llevaba zapatillas altas, un vestido Chanel color café claro hasta las pantorrillas, de algodón y ajustado al cuerpo, su pancita de embarazada apenas se podía notar — Vaya, pero que hermosa has amanecido hoy, ¿piensas llevar todos los días a los niños a la escuela vestida tan bella y sensual? creo que voy a ponerme celoso de que un padre de familia te aborde — El CEO abrazó a su esposa por detrás y aspiró el perfume de su cabello En la mansión Rodríguez, Alejandra, se preparaba para llevar a Emill, a clases, ella llevaba un vestido Gucci, muy lindo y alpargatas, Deeguel, se estaba terminando de poner el reloj — Ya estoy

El CEO Black, convocó una junta al día siguiente temprano, una videollamada desde sus oficinas y Alessandro, desde el despacho, se llevaba a cabo — Buenos días, los convoqué porque he tenido mi primera reunión con el CEO Altamirano, me mostró el proyecto y su magnitud, es gigantesco, con un margen de ganancias bastante considerables, y les hacen falta dos inversionistas más, sin embargo no podemos incluir a cualquier empresario — Me gustaría que me lo mostraras y estudiarlo, envíamelo, pasaré el día revisandolo y al finalizar la tarde te tengo una respuesta — Drago, si tenía interes en ese proyecto — Igual a mí, por favor envíamelo, necesito ampliar mis horizontes — Andrés, deseaba tener un proyecto que lo emocionara y lo retara en todos los ámbitos Los CEOS, cortaron la llamada, Alessandro salió de su casa a ver su nueva oficina, ya Peter se había encargado de comparar un edificio con todo lo que sabía, su jefe iba a necesitar Mientras tanto en la mansión Rodríguez, lo