NARRADORScarlett estaba disfrutando ese viaje, el frío destino que tanto la había impresionado ya que jamás hubiese ido allí por su propia cuenta, le había gustado. Marcus tenía maneras muy originales de sorprenderla gratamente. Él con su estilo tan relajado y desenfadado de ser estaba cambiando todo lo que conocía su esposa. El primer día que amanecieron juntos después de haber descansado algunas horas, ella fue a ducharse y procedió con su rutina de belleza y cuidado personal excesivo. Marcus comprendía que hidratara su piel, el cambio de clima tan brusco podría afectar negativamente su delicada piel, pero no entendía por qué debía cuidar tanto su peinado y maquillaje. -Dame eso- Estiró su mano y le pidió el brillo de labios que estaba por aplicarse Con confusión ella se lo entregó y el solo clavó su mirada en aquel set enorme de maquillaje. Con una sonrisa de lado extendió su mano hacia él. -¿Por qué querías eso? Estaba por ponérmelo. ¿Qué es lo que quieres ahora?- Le preguntó

Marcus comenzó a comprender todo lo referente a la boda, al majestuoso plan de Lía, Judith y hasta de sus propios suegros. Él conocía a mucha gente así no hubiese tratado con ellos, era algo que siempre le inculcó su padre. "Tienes que saber quién es quien en la vida y nunca olvidar nada". Hablar con esas personas poderosas sabiendo sus apellidos y demás fue un acierto. Allí donde estaban habían decidido no encender la televisión ni tampoco revisar redes sociales, solo acabarían leyendo lo que la gente especulaba sobre ellos. También acabaría sabiendo más de lo que debía y probablemente ella quisiera acabar la luna de miel para volver a casa. Ella no quería saber nada sobre Mauro y sospechaba que allí acabarían por descartar que hubo un romance entre ambos. Tenía bien en claro que la actitud de los invitados fue un duro golpe para aquel cantante y que probablemente por eso su carrera pasaría por un momento difícil. También estaba seguro de que la prometida que él tenía no estaría muy

La boda de Scarlett y Marcus fue súper esperada y por más de dos semanas fue comentada en los medios televisivos, así como también en las redes sociales. Hubo críticos importantes de moda que estuvieron opinando sobre cada vestuario usado por las importantes figuras que asistieron al evento. Hasta fueron citados reconocidos tarotistas y videntes para saber que le deparaba el futuro a los nuevos esposos. Nadie imaginó que aquella boda fuera tan polémica. Desde el baile del presidente con su esposa, la interpretación de la canción de Karol con Scarlett, el lamentable show de Mauro con tan poca aceptación de los invitados... Todo marcaría un antes y un después allí. El rumor de que Scarlett no quiso cantar ninguna canción con Mauro había tomado mucha fuerza y las especulaciones sobre aquello no hacían más que crecer. Había quienes decían que no le gustaban sus canciones, otros decían que él había intentado tener una relación con ella sin éxito. Uno de los rumores que más fuerza tomaba e

Scarlett visitó a sus padres que evitaron hacerle algún comentario sobre lo diferente que se veía. De algún modo aquella manera de vestir más relajada y la expresión que llevaba en su rostro la hacía ver bastante diferente. Parecía también haber engordado, aquello les llamó la atención, pero ella se veía feliz y relajada, todo lo opuesto a la manera en que reaccionó cuando le dijeron que debía casarse. Marcus había resultado un buen esposo y de eso no tenían dudas. Más tarde Marcus llegó junto a Rocky para que fueran a su nuevo hogar. Ella no había preguntado ni dónde vivirían, parecía importarle muy poco. En cuanto la pareja se fue, los Allen se miraron con preocupación. Estaban felices por su hija y también tranquilos de que aquel matrimonio parecía funcionar. Aunque los dos eran muy diferentes, parecían complementarse a la perfección. Aunque les preocupaba el trabajo de Scarlett porque era más que obvio que había cambiado en su luna de miel. Ella debía mantenerse perfecta y aunqu

Habían pasado poco más de dos semanas desde que Scarlett trabajaba como secretaria de su esposo. Su salario no era ni comparado al que tenía desfilando en las mejores pasarelas alrededor del mundo, pero al menos se sentía en paz sin la presión constante que aquel trabajo ponía sobre sus hombros. Rocky seguía adherido a sus temporales dueños. Era bastante insoportable persiguiendolos a cada lugar por el que caminaban, así fueran cinco metros. Para estar solos o si tenían una reunión importante los dos debían buscar alguien que lo acompañara. La madre de Scarlett había notado los cambios positivos en él mimoso cachorro y no tenía inconvenientes en pasar con él algunas horas. La madrastra de Marcus estaba más que encantada y dispuesta con tener a Rocky haciéndole compañía y siempre estaba dispuesta a recibirlo. Al parecer él había ganado el cariño de varias personas que jamás habían convivido con un perro y eso aliviaba a la pareja recién casada. Con un futuro prometedor, Marcus estaba