Cristóbal, secundando, expresó:—Pedro, te aconsejo que te alejes pronto de Estrella, ¡o solo te humillarás a ti mismo!Ante esto, Pedro no se molestó en responder, simplemente continuó bebiendo té por su cuenta.Sin embargo, esta actitud arrogante irritó aún más a los presentes.—¿No estabas muy arrogante hace un momento? ¿Por qué ahora no te atreves a hablar? Eso es todo lo que vales.Renata soltó una risa fría.En su opinión, el otro claramente se avergonzaba de sí mismo.—Ya basta, dejemos un poco de dignidad para él, no vaya a ser que se desespere —dijo Isidoro burlándose con una sonrisa.Un inútil que solo sabe pelear, realmente no le importaba.—¿Y quién es ese? Se ve muy guapo y con mucha presencia.En ese momento, Renata pareció ver algo y de repente señaló hacia la entrada.Todos siguieron su mirada, y entre ellos un hombre sosteniendo un abanico, de aspecto noble y elegante, entró con paso tranquilo.El hombre sonreía amablemente, emanando gracia y distinción en cada gesto.

—¡Vengan, primero brindaré por todos ustedes aquí!Valentín, con una copa en cada mano, barrió con la mirada a todos los presentes, y luego se la bebíó de un trago.Al ver esto, la gente se levantó una tras otra, levantando sus copas en señal de saludo.Después de una ronda de saludos, rápidamente llegó el momento de dar regalos.—Sr. Valentín, esto es un caballo de oro que he creado especialmente para usted, ¡le deseo éxito en todo lo que se proponga!—Sr. Valentín, este colgante de jade era una joya exclusiva de los príncipes de la antigua China, espero que sea de su agrado.—Sr. Valentín, esta pintura es una auténtica obra de un gran artista, realmente un tesoro. Aquí le deseo salud y felicidad siempre.Uno tras otro, los invitados se acercaban con sus regalos, ofreciendo diversas felicitaciones.Había muchos ricos y poderosos en el lugar.La entrega de regalos llevaba implícita una competencia de estatus.Quien daba el regalo más valioso y raro, ganaba más prestigio.Por un lado, m

En ese momento, Wilberto de repente golpeó la mesa levantándose furioso y exclamó:—¡Elvis! No creas que por tener un poco de habilidad puedes causar problemas aquí. La familia Flores no es una pequeña familia que puedas intimidar a tu antojo.—¿Y tú quién eres? ¿Qué derecho tienes para hablar conmigo? —Elvis lo miró fríamente.—¡Escúchame bien! —Wilberto se irguió orgulloso—. Me llamo Wilberto, actualmente soy un alto oficial en el Ejército Tigre, he luchado en innumerables batallas, eliminando a cientos.—Un mero oficial, ni siquiera un general, ¿de dónde sacas el valor para desafiarme? —dijo Elvis con desdén.—Aunque solo soy un oficial, mi general es Consuelo, la Diosa de la Guerra. ¡No creo que te atrevas a desafiar a Consuelo, la Diosa de la Guerra! —declaró Wilberto con orgullo.—¿Consuelo?Elvis frunció ligeramente el ceño, y finalmente hubo un atisbo de emoción en su rostro.Como la primera guerrera de País L, Consuelo no solo era altamente distinguida y tenía un profundo tras

Elvis dio un fuerte pisotón, desatando una feroz verdadera energía vital que golpeó directamente a Wilberto.Wilberto, impactado, retrocedió repetidamente y escupió sangre una vez más.—Tú...Aprieta los dientes con ira contenida.Sabía que hoy había perdido realmente.—¡Elvis! ¡Esto es demasiado!Al ver a su hijo herido nuevamente, Jovito no pudo evitar estallar en furia.—Deja de hablar tonterías, toma una decisión. ¿Vendrás conmigo o te irás en un ataúd?Elvis, con las manos detrás de la espalda, se veía imponente.—¡Elvis! ¿Crees que puedes dominar a toda la familia Flores tú solo? ¡Eso es pura arrogancia! —gritó Jovito con ira.—¿Quién dijo que estoy solo? —Elvis levantó su mano y chasqueó los dedos—. Entren.Tan pronto como terminó de hablar, un sonido de pasos uniformes resonó desde fuera.De lejos a cerca, cada vez más fuerte.Tanto que hasta las copas en la mesa empezaron a temblar ligeramente.Luego, ante la mirada atónita de todos.Un grupo de soldados enmascarados y complet

Al ver que Elvis se estaba poniendo serio, Estrella y Cristian se levantaron al mismo tiempo para detenerlo.—Elvis, una cosa es hablar y otra es actuar. Este hombre es mi amigo, más te vale no meterte con él.Cristian se acercó rápidamente, parándose al lado de Pedro, mostrando claramente que estaban juntos en esto.Este acto sorprendió a muchos.No es de extrañar que Pedro sea tan arrogante, tiene a alguien que lo respalda.—Cristian, la persona que quiero matar, nadie puede protegerla, tú tampoco eres la excepción.Elvis respondió con un rostro frío, sin dar lugar a concesiones.Un simple hijo de familia adinerada, no significaba nada para él.—Elvis, donde se puede perdonar, se debe perdonar. ¿Por qué llevar las cosas a tal extremo?Cristian frunció el ceño ligeramente.—Apártate, las balas no tienen ojos —Elvis escupió estas palabras fríamente.—Tú...El rostro de Cristian se oscureció.Aunque ambos eran hijos de familias poderosas, tanto en estatus como en poder, Cristian estaba