Honestamente no estaba seguro.Cualquier cosa que pudiese estar haciendo podría ser algo que ya ellos planearon, podría estar siguiendo el sendero una vez más cómo una mascota. La ansiedad comenzaba a crecer, se esparcía burbujeante y descontroladamente. Su corazón latía de prisa a pesar de que intentaba mantenerse controlado.Golpeaba su pierna con el dedo, mientras que escuchaba música a todo volumen y tenías los ojos cerrados. Necesitaba calmarse, necesitaba aclarar la mente y entrar en control de su vida y de la situación. No podía dejar que los DuMartelle siguiera teniendo la ventaja y, mucho menos, que ganasen esa puta guerra.Se mantuvo todo el camino en ese estado, ni siquiera habló con ninguno de los que iban con él en el auto. Mientras tanto detrás de ellos iban sus invitados, los cuales en un inicio no entendía a donde iban. El príncipe únicamente los citó a solas esa mañana y ordenó que subieran a los autos.Por suerte el personal de la Gran Hidra se encontraba ocupado con

El salón principal de la mansión de Brion nunca había estado tan lleno. Nunca pensó que podría haber tanto ruido en su hogar clandestino y mucho menos que sus primos y su hermana estaría ahí. Es cierto que utilizó un mal método para hacer que lo siguieran en un principio, no obstante, gracia a eso ellos se dieron cuenta de que sus vidas necesitaban cambiar.Macon, Annabeth, Daliah, Serena y él fueron víctimas del mismo infierno. Hasta la misma Seniah, que se encontraba en castillo montando guardia, sufrió de la misma manera a manos de su difunto abuelo. Pero el cambio surgió fue por dos personas, Cedric y Geraldine, en el momento que ellos comenzaron a darle una crianza muy diferente a sus hijos, fue cuando todo inicio.Gracias a ellos Brion tuvo el coraje para revelarse aquella noche hace seis años. Y pudo irse lejos del alcance de su terrible y maniática familia. Pudo conocer a Jeremy, Patrice y Tessa, tiempo después llegaron Galen, Lorna, el pequeño Pat y Clarisse.No habría conoci

Se sentía cómo un animal que era exhibido en un zoológico. Todos los ojos estaban sobre él a pesar de que el hablaron había sido Macon, quien con la mirada rogaba por perdón. Definitivamente tendría una discusión con su primo sobre mantener la boca cerrada. Parecía que se le olvidó todo el entrenamiento sangriento por el que pasó para saber comportarse.El resto de los presentes esperaban una explicación. Annabeth y Serena no soltarían el tema por más que los otros intentasen desviar la conversación. Sabían que si su primo pedía algo era por lo importante que podría ser, y que fuese precisamente al FBI que se lo pidiera, era una señal.―Perdemos el tiempo ―insistió Oliver―. Mejor sigamos con…―No hasta que Brion o Macon confiesen.―Yo los conozco ―dijo Daliah de repente.―¿Tú? ―dudó Annabeth―. ¿Y por qué fueron con Brion y no contigo? No tiene sentido.―Escucharon lo que dijo Brion durante las entrevistas. Fue porque el niño se perdió en la multitud y él lo encontró, pero yo soy quién

―¡Al fin algo de luz solar directamente en mi rostro! ―celebró el príncipe Macon al bajar del auto―. Realmente esto es algo que necesitaba con locura. Pero, aún no entiendo porqué de repente cambiaste de decisión y nos trajiste hasta acá.Brion se puso los lentes antes de salir y se acomodó el gorro.―Pensé que algo de aire fresco podría ayudar ―dijo sin más.―Nunca fuiste alguien muy flexible.―Las personas cambian, Macon. Tú más que nadie debería saberlo, después de todo luces más cómo un Darren que un Macon.El castaño se quedó ahí parado sin entender las palabras de su primo y el resto avanzó hacia la edificación.―¡Espera! ¡¿Qué se supone que significa eso?! ―exclamo, siguiéndoles los pasos―. ¿Es una especia de clave para algo más o qué?―No es un mensaje en código ―lo miró a los ojos con calma y amabilidad en sus pupilas―. Per ya no eres el mismo que tocó a mi puerta fingiendo ser un viejo amigo para atacarme por la espalda. Tampoco eres tan despreocupado, te interesas por asunt

―¡¿Alguno podría decirme donde está Brion?! ―gritó la princesa Daliah al entrar en la mansión y siguió repitiéndolo hasta que se encontró con Seniah y Macon―. ¿Dónde está Brion? Lo he buscado desde hace dos días. No responde mis mensajes, ni mis llamadas. Y sé que no está en el castillo.―Ha estado encerrado en su recamara desde exactamente dos días ―contestó su primo. La mirada la tenía puesta en el jardín mientras sostenía entre sus manos una taza de té recién preparado―. ¿No se te ocurrió preguntar antes?―Estamos hablando de mi hermano. El mismo que desaparece de la nada por sus planes secretos ―refunfuñó la otra―. ¿Por qué se encerró ahí? ¿Hubo algún problema?―Te diré lo mismo que le dije a Annabeth y Thierry cuando preguntaron eso: Valoro mi vida, si quieres saber lo que ocurre, ve a preguntarle tú.―Eres un patán, ¿sabías?―Sí, linda. Todos lo sabemos, ahora ve a sacar a tu hermano de ese lugar.Daliah torció los labios y arrugó la nariz ante la actitud de su primo, pero igual