Micolash:Un día más en este hospital, un día más durmiendo aquí en este sofá, un día más y Lea aun no recobraba el conocimiento.El día paso casi igual que el anterior. Desperté temprano y como a las 8 de la mañana llego el padre de Lea y yo me excuse para ir a tomar un baño. Como ya no tenía ropa limpia aquí, tome de la ropa hospitalaria azul. Esta tarde por lo menos debería ir a casa por rompa limpia.Durante mis horas en la sala de urgencias Amanda me mandó un mensaje diciendo que estaba con Bernard aquí en el hospital, pero por mis múltiples ocupaciones no fui capaz de verlos.En mi descanso a la hora del almuerzo recordé que tenía muchos días sin ver mi correo electrónico, entonces fui a la oficina de mi padre para que me prestara su laptop.Con lo que no contaba era con un comentario inevitable.Micolash, hace un rato pase a ver a Lea y …Si padre lo sé, ¿pero no podemos esperar un día más?, ella aún puede despertar…Hijo prolongaremos lo inevitable, sería mejor hablar hoy con

Todo iba de maravilla. Habían pasado dos días desde que había recobrado el conocimiento y mañana temprano me darían de alta.Micolash paso el resto de las noches aquí conmigo. A veces nos quedábamos platicando hasta tarde acerca de su familia, experiencias que habíamos atravesado o un poco de todo.Pero por mucho que disfrutaba mi tiempo con el, extrañaba mi casa y a Halia. Sabia que no podía regresar a mi departamento, pues hasta que no me quitaran el yeso de mi pierna viviría con mis padres, aun requería atención y subir 5 pisos en muletas en mi edificio no era lo ideal.Ariana vino a visitarme y me obsequio un pequeño osito que decía “Recupérate, T.Q.M.”. Pero lo mejor que traía con ella era que la noticia de que por suerte mi jefe entendió muy bien mi situación y dijo que mi puesto me estaría esperando y eso me dio mucha tranquilidad. Buscar trabajo seria lo ultimo que quería hacer.Hey Lea – dijo alegremente Micolash entrando a mi habitación sacándome de todo pensamiento.Hola –

Lea:Tres semanas, han pasado de mi recuperación. Ya estoy que muero por estar afuera, ir a mi casa y regresar a trabajar. Mis padres y Halia me han mimado demasiado y prácticamente no me dejan hacer nada. Estoy segura que hasta he aumentad kilos por estar de inútil. Además de que este yeso me vuelve loca, ya no aguanto tanta comezón. La parte buena es que solo estaría así una semana más. De mis costillas me sentía totalmente recuperada y mis moretones y raspones casi se habían desvanecido en su totalidad.En estas semanas han venido verme muchas veces Amanda y Bernard, Angela, mi jefe Greg e incluso vino Gerard diciendo que nos extrañaba mucho, y por supuesto que no resistió el traerle dulces a Halia. Ella estaba feliz ya que quería a Gerard como si fuera un abuelo más para ella y como el nunca tuvo hijos nos tenía mucho cariño. En especial después de que su esposa Leah murió hace un año.Hoy era sábado y mi padre se fue a trabajar temprano por un asunto de unos pillos que agarraron

Micolash:No podía creer lo que veía.Ella estaba en la cama acompañada. Y no solo la compañía de un hombre, si no que había dos tipos desnudos en su cama. Uno por lo que describía en ocasiones, lo identifique como su jefe y el otro era un hombre que no conocía.¡PERO QUE DEMONIOS TANYA!¡Micolash! – gritó tratando de bajar de la cama.¡Eres una zorra, COMO PUDISTE HACERME ESTO! – no pude evitar ver a los hombres que ni siquiera se movieron un centímetro. Al parecer no les importaba la situación. Ellos sabían que era mi prometida.No Micolash, espera por favor – dijo logrando incorporarse, tratando de ocultar su cuerpo desnudo.No quiero volver a verte – le azoté el ramo de flores a sus pies y grite una vez más - ¡PÚDRETE con tus flores!Salí de allí corriendo, azoté la puerta lo más fuerte que pude y observé de reojo a los vecinos que se habían asomado. El elevador se abrió y sentía que no se movía lo suficientemente rápido, tenía que salir de allí, me sentía sofocado. Estaba triste,

1 mes y medio después…Micolash:Ha pasado más de un mes desde el incidente con Tanya. Muchos podían pensar que estoy hecho un desastre, pero el apoyo de mi familia y la mera presencia de Lea y Halia me han hecho salir adelante.Después de todo, Lea tuvo razón en que tomáramos las cosas con calma, pues aunque sabia que la quería mucho, el recuerdo de Tanya no me abandonaba por completo. Era mucho el dolor que me había causado y en dos ocasiones ha tenido el descaro de buscarme y ambas veces fue en mi departamento.En la primera ocasión ella fue y tocó a mi puerta, pero ni siquiera me molesté en decirle que se fuera. Solo escuché como lloró por 3 largas horas, hasta que se fue.En la segunda ocasión ella estaba afuera cuando yo llegaba del hospital. Desde que salí del elevador hasta el momento en que introduje las llaves de la puerta, no paraba de decir: “cuanto lo siento”, “No era lo que parecía”, “Te amo”. Por supuesto ni siquiera voltee a verla y no me importó azotarle la puerta en