—Déjanos solos, Eliza. —Farit exclamo, nada mas le importaba solo el hecho de que ella estuviera ahi, presente. La peli naranja lo miró ofendida. No estaba pensado en perdonarla ¿O si?. Eso sí sería un gran problema. De ser así todos sus planes se vendrían a bajo. No podía permitirlo. Le había costado mucho tener a Farit donde lo tenía.—Pero... —Eliza trato de objetar, no se iría sin dar pelea. Sin mirar de mala gana a Luna por ningún segundo. Para que se diera cuenta que ella no era bien recibida ahí.— Te veré en un momento —Farit exclamo e interrumpió antes de que siguiera hablando. No le importaban sus miedos o que ambas no se toleraba, quería hablar a solas con Luna y eso haría.La chica apretó sus labios con enfado, no tenía de otra que obedecer, aunque por dentro hubiera querido muchos insultos hacia la rubia, era mejor mordecer la leguna y dejar que Farit hiciera lo suyo. Chasqueo su lengua y pasó junto a la rubia dedicándole la mirada más amenazante que pudo trasmitir, en es

—¿Qué vas a hacer?... —Jessy se calmo, no iría a reclamarle solo por que ella se lo pedía, pero ahora tenia que saber que seguiría después de esto.♡Eliza besaba tiernamente el cuello de Farit mientras estaban a solas en su oficina, en los ultimos dias no lo habia dejado ni a sol ni a sombra, ya que no podia perder ninguna oportunidad. Tenía tantas ganas de que perdiera el control en ese momento y la hiciera suya, ahi, en aquel escritorio, sin vergueza ni reservas, sin embargo, Farit no estaba de humor, nunca lo estaba, al parecer nada de eso estaba pasando, él estaba distraído viendo a la nada, con sus manos a sus costados sin la menor intención de siquiera tocarla mientras ella estaba sobre su regazo, ella prácticamente hacia todo y el... bueno se limitaba solo a seguirla. La peli naranja ponía todo de su parte, era dulce, seductora y muchas veces condescendiente, nada funcionaba, sabía que era pronto para que Farit actuara como ella quería, sin embargo, él no ponía nada de su part

La mirada de su madre era cruda mientras la escudriñó a penas la vio entrar por aquella puerta su rostro cambio muy rápido a un semblante serio y enojo pareciera que le molestara su presencia y así lo era pero no le daba importancia Luna lo único que quería saber es como estaba su padre y Luna sintió ese momento como un recuerdo, su mente divago a hace dos años, cuando le dijo por primera vez que se tenía que casar con Farit a la fuerza. Amaba tanto a David que jamás imaginó alguien más llenaría su corazón nunca pensó sentir mariposas por otra persona, no tanto, hasta que apareció Farit Conor, fue su perdición, su catarsis, el hombre de su vida y estaba ves estaba más que convencida que nunca iba a poder amar a alguien como lo amaba a él, pero su amor ya era pasado, solo le quedaría el recuerdo, uno muy hermoso, se palpó su vientre y miró renuente a su madre, era tiempo de seguir adelante, no sería como ella hubiera querido pero al menos lo haría, las palabras de Camil ahora tenían se

Luna se observó fijamente sobre el espejo de su habitación, el vestido blanco con perlas blancas con piedras preciosas, escote y un largo muy elegante que llevaba puesto dejaba ver un poco su pequeña barriga. Tenia que admitir que se veia hermosa, ademas de que el vestido era precioso y de no ser por que estaba en esa situación tal vez sonreiria al verse al espejo. Pero no estaba feliz. ¿A caso tenia que ser mas obvia? Ya tenía cuatro meses de gestación, debería sentirse completa y totalmente feliz, para su mala suerte no era así se sentía muy casada y muy pensativa. Todo en su vida estaba lleno en picada, no se sentía ella misma y casi todas las noches lloraba por su inminente destino, donde ser infeliz es lo que le esperaba, no había nada más para ella y se sentía un chiste mal contado. Hubiera querido que Jessy estuviera con ella en ese momento, la conocí, seguramente ya la hubiera sacado de ahi a rrastras y tal vez esa eso lo que nececitaba, estaba pasado por un momento muy difíci

"Lo siento mucho señora, pero el señor Farit Montalvo ha muerto hace unos minutos. — la enfermera re retiro de la habitación donde se encontraba la rabia.Luna sintió como se sumergía en un pozo negro y profundo sin salida no sabía que hacer no podía creer en las palabras de la enfermera, todo a su alrededor se desvaneció al escuchar esas palabras. Negó como una demente no podía aceptar que Farit estaba muerto no lo podía creer, eso no podía ser posible el no podia estar muerto.—No, Farit no puede estar muerto, él no... puede estar muerto, no, no, todo esto es mi culpa todo esto lo que pasó fue mi culpa..— gritó con fuerza Y entonces despertó sentada sobre una silla mientras Jessy la sacudía al ver qué estaba teniendo una pesadilla, sus ojos se adaptaron a la luz observando su alrededor con una respiración muy agitada, estaba en el hospital y cuando recordó por qué estaba ahí se inclinó de forma rápida siendo detenida por su amiga.—Cálmate... luna tranquilizante todo esta bien.. tra