CAPITULO 102Darién guardo silencio sintiéndose avergonzado. — Si rompe el contrato, pero…bueno yo… — Jajaja~ reía la Reina retirada Liza. — Lo siento, no era mi intención reírme así, la verdad no estoy criticando ni juzgando lo de ustedes, rompan o no ese tonto contrato, de hecho pienso que eres mucho mejor tu para Darién de lo que era su anterior amor.— Dijo la señora mayor viendo fijamente a Imery Klou. — No me cansaré de decirlo, esa mujer no era ni sería nunca digna del apellido Dorrerbell, en cambio tu Imery, bueno tengo entendido que tú apellido sigue siendo el mismo a pesar de que estás con los Dorrerbell, ¿Por qué es eso Darién? — Preguntó la abuela del joven Rey exigiendo respuestas. — Aún no se ha realizado el evento oficial ante el pueblo, donde se entrega el título delante de todos los presentes en la gran plaza central de la capital, por ello Imery puede utilizar su apellido real tanto como guste, hasta que no sea vista como una Dorrerbell más ante toda la nación. —

CAPITULO 104— Sígueme, te llevaré a ese lugar. — Dijo finalmente Darién comenzando a caminar y su esposa Imery Klou le siguió alegremente. Ella observaba con atención todo a su alrededor, los hermosos árboles y aves coloridas en ellos cantando, el bello cielo azul con algunas nubes blancas paseándose en él, las flores silvestres del camino que era de tierra, conforme más avanzaban más se escuchaba el sonido de la fuerte corriente del río y el aire se volvía más puro así como el viento soplaba con más intensidad gracias a la ayuda de los árboles a lo largo de las orillas del río. Cuando finalmente bajaron una colina de unos tres metros de altura que había antes de llegar al lugar deseado, se encontraron en la parte plana antes de llegar al río, podían observarlo frente a ellos, toda esa parte plana estaba compuesta de piedras pequeñas, medianas y una que otra de un tamaño superior a ochenta centímetros de altura, Imery Klou caminaba con cuidado por el amplio sendero de piedras. Er

CAPITULO 106El tenía una leve expresión decaída que Imery había notado y no le gusto verlo así, pero tampoco sabía que responder en ese momento, así que su solución fue simplemente no decir nada; Ella abrazo a Darién aún con más fuerza para después acercarse a el a solo unos cuantos milímetros de distancia, Darién volvió a dirigir su rostro a el de su esposa y en ese instante ella lo besó, un beso que el apuesto Rey correspondío enérgicamente. Lentamente besaba los labios entre abiertos de su amada, el beso iba profundizando y sus lenguas se encontraron para deleitarse en la humedad de la otra, una pequeña pausa se dió y sus miradas se veían deseosas de amor. — ¿Volvemos? — Susurró Darién a su esposa. Quién con una sonrisa traviesa le dijo que no, tomando de su mano y llevándole hasta la banca de madera que había a unos cuatro metros de distancia de dónde estaban de pie. Cuando ambos llegaron hizo que Darién se sentará en dicha banca dándole un pequeño empujón en sus pectorales p

CAPITULO 108…..Eran más de las once de la noche e Imery Klou se encontraba sentada en una silla del balcón en su habitación matrimonial observando el firmamento. De sus ojos las lágrimas no paraban de caer y su corazón no dejaba de latir con dolor, la hermosa mujer de ojos verdes esmeraldas los limpiaba con pañitos de papel que tenía al lado, pero seguía llorando aún más. Darién ni siquiera había llegado a la habitación esa noche, ella no lo había visto desde que ambos se bajaron del coche cuando llegaron en horas de la tarde al castillo principal de Esrud. Sabía que estaría muy ocupado y no imaginaba cuántas cosas más le quedaban por hacer, pero también estaba segura que no se esforzaria hasta el desmayó sabiendo que mañana le tocaría un día peor, así que lo esperaba, pero el continuaba sin hacerse presente. Sin embargo, las lágrimas de la hermosa esposa no se debían a la ausencia de su marido, ni al hecho de que se estuviera sobre esforzando apenas llegaron, era más por lo que

CAPITULO 110Su esposo la miraba con una expresión un poco asustado, sabía exactamente a lo que ella se refería. — Está bien, probaré contigo. — Dijo el después de un pequeño suspiro. Solo hora y media después Imery no dejaba de sonreír emocionada por haber hecho que Darién probará junto a ella los deliciosos postres. Finalmente vió con sus propios ojos a distancia, el hotel al que tendría que ir dentro de un día más en horas de la tarde. — ¿Que te parece si seguimos caminando un poco por está zona? Darién miró a su alrededor, asegurándose de tener una señal de aprobación de sus guarda espaldas, que igual iban disfrazados y los seguían a distancia, una vez la obtuvo, continúo su paseo con su esposa por los alrededores. Mientras caminaban Imery se acercó a una floristería observando las que estaban en el exterior del local mientras veía de ves en cuando el hotel disimuladamente, quería ver qué puntos eran más habitados, por dónde podría huir en caso de ser necesario. "Es moles