Los tacones que me obligaron a ponerme son inútiles a la hora de huir, y eso fue porque hay una parte de James que continúa comportándose como un jodido cobarde ¿Por qué lo digo? Nos encerramos en una de las habitaciones debajo de la mansión del Alfa y la Luna, como perros cobardes incapaces de enfrentar a un enemigo que a mis ojos sigue luciendo débil.Puede que se trate de mi mate, del licántropo que antes era un ser humano y cuya transformación es imposible de explicar por los medios convencionales, misma que se trate de una conversión natural donde la magia prohibida seguramente fue la causante de los ojos rojos que hasta hace un rato me miraban con dolor.Cada día la diosa Luna pierde un gramo más de respeto por mi parte, desde que nací no hizo más que arruinar mi vida o tratar de colocar en mi camino barreras que para muchos otros habrían sido muy difíciles de sortear o atravesar. Suerte la mía que también me bendice al otorgar poderes nunca antes vistos o de los cuales exista a

Verifico que James si haya muerto esta vez, me estresaría tener que volver a verlo y pasar por lo mismo una tercera vez, ser la mujer cautiva a quién obligará a ocupar el papel de Luna sin importar sus opiniones respecto. Muchos sentirían lástima hasta este punto, verlo con el cuello desgarrado de par en par podría incitar en otros el perdón y el deseo de sanación, intentarían seguir con su vida como si nada hubiese pasado, y que alguien con un corazón tan malvado y frívolo jamás formó parte de un calvario incesante. Mi sonrisa no podría ser más grande sin tener que desgarrar mi rostro, es gratificante ver el carmesí y de su sangre manchar el suelo y parte de mis zapatos. El lobo que siempre se alzaba orgulloso yace en el suelo como un perro sin valor, así como él adoraba llamarme siempre que me cruzaba en su camino cuando era adolescente. Permitir que le den sepultura significaría otorgarle algo de paz en la otra vida, y quiero ser yo la causante de arruinar el eterno y tranquilo

La diosa luna no pude elegir mejor estrategia para detener mis acciones, conocía perfectamente los sentimientos que todavía dominaban mi corazón y atormentaban mi mente al verme cruelmente alejada del amor de mi vida. Supo cuál de todos los botones rojos era el que debía apretar para frenar el plan que finalmente me otorgaría algo de paz, o como mínimo una satisfacción personal que se le haría atravesar y infierno a la manada que ahora en adelante tendré que dirigir. Stefano siguió al pie de la letra la orden que aquella deidad le repetía constantemente en su subconsciente, de tener cualquier decisión mía que signifique la muerte de otros.Sigo creyendo que todos aquellos que dañaron mi inocencia cuando era niña y adolescente merecen un castigo, mismo que les recordará eternamente que el rencor no es algo fácil de arrancar del corazón, y que la educación es un punto muy importante para que ningún otro viva lo que yo. Mi segunda oportunidad de vivir aquella felicidad que todo ser mer

Nunca creí que defendería con uñas dientes la misma manada que antes buscaba fervientemente destruir, hacer pagar a los integrantes que durante años les quitaron conmigo sus iras y frustraciones. Sin embargo, vivir junto al hombre que amo cambió un poco esa perspectiva.Ha pasado un año desde que nos unimos en matrimonio, las cosas en la manada comenzaron a acomodarse después de los seis meses. Hubo mucho que arreglar y para ello se necesitaba apoyo económico, cuestión facilitada por la magia italiana y también por la participación de Iván en algunos negocios. El trabajo como luna de la manada es muy agotador y en algunas ocasiones frustrante, no todo puede solucionarse a la primera o en poco tiempo como acostumbraba a hacerlo antes de que los verdaderos problemas toquen la puerta. Salvé a la manada de desencadenar una posible guerra con quienes antes eran aliados, y eso fue porque no pagamos la bendita protección que decían que le otorgaban a los alfas anteriores. Las conversacion