Isan salió de las mazmorras, su mirada perdida, parecía algo ido, sus ojos brillaban en un intenso rojo como si estuvieran hechos de sangre, su ropa llena también de aquel color y con restos de piel que hasta algunas partes de su rostro habían salpicado, sus manos que parecían haberse lastimado en aquel salvaje hecho estaban botando sangre, su mirada perdida pero fija en el castillo. Afuera del lugar se encontraban algunos guardias que al verlo, sintieron un frío recorrer sus cuerpos, bajaron la mirada, ya que verlo de esa forma y con aquellos restos de la pobre vampiro adheridos a su ropa mostraban que lo que había pasado allí dentro no iba a ser fácil de digerir, el sólo verlo causaba náuseas, el olor de sangre impregnado en el rey era bastante fuerte.Sabían lo que había pasado, porque habían escuchado los gritos, de aquella a la que alguna vez llamaron Reina. ¿Eran cobardes? Cualquiera diría que si. Pero, ¿que podían hacer? Desatar aún más la furia del rey? Eso haría que en vez d

Manda de Hielo - Ziara, despierta, vamos, debemos arreglarnos para la reunión con el consejo. - Tengo miedo- confesó - Miedo de qué? - De que nos quieran separar. - Nadie se va a interponer entre nosotros después de esta reunión. Ziara levantó un poco su cabeza para mirarlo. El vacío que sentía en su corazón, le quitaba el aire, era como si de alguna forma la vida le estuviera diciendo que no podían estar juntos y ellos aún seguían intentándolo. Se miraron fijamente por unos cuántos segundos, hasta que la vampiro rompió el contacto visual y se acercó a su rostro para besar sus labios. Fue un beso corto, uno que aunque no guardaba pasión si estaba lleno de amor y entrega. Alian se levantó primero de la cama y luego tomó uno de sus brazos para levantarla. - Ven, bañemonos juntos. Ziara lo siguió al baño, mientras Alian comenzó a llenar la tina con agua caliente, le añadió jabón de espuma y luego abrió un poco el agua fría, para que el agua estuviera tibia. Z

Las palabras del lobo resonaron en su mente. - Exigimos que venga el rey y muestre su apoyo a la unión, es la única forma de que el consejo no se oponga a la ceremonia. * ¿Acaso se estaban burlando de ella? Es lógico que sepan que mi padre jamás me apoyaría en esto, la única forma de que el venga es para matarlos a todos.* Ziara tragó grueso, sentía un nudo enorme en su garganta. - Quiere agregar algo, señorita vampiro? Ziara lo miró y quiso usar aquel poder que hacía tanto que no usaba, pero no pudo. Sabía que eso la haría quedar peor ante el consejo. - Si me disculpan no creo que haya algo que agregar, han dejado claro que necesitan que se presente la misma diosa luna aquí para que puedan dar su aprobación a la ceremonia, dos personas que se aman no deberían esperar la aprobación de otros para estar juntos, sólo mi voz debería ser suficiente para constatar el apoyo de mi padre, si el no lo permitiera por qué razón estaría aquí ahora? Paso la mayor parte de mi tiempo aq

Healy. Gabriel bebió todo el vaso con agua de un sólo trago, estaba muy confundido. -Qué hacen ellos dos juntos? * Lo más loco de todo es la forma en la que caminaban, andaban juntos como una pareja.* Minutos después Gabriel vio a Raik acercarse al edificio, por lo que salió del restaurante y lo llamó. - Raik- El lobo volteó y al verlo cruzó la calle hasta llegar a él. Entraron juntos al restaurante y se sentaron en la mesa donde había estado Gabriel todo el día. - Conseguiste algo? - Creo que sí. Alana debe estar allí. - Estás seguro? - Eso creo, vi a Gastón saliendo del edificio. - Y no lo confrontaste? - No pude, no salió sólo. - Salió con Alana? Si es así, podemos esperar a que vuelvan. - Salió con Stella. - Stella? Stella Vans? - Sí. - Y por qué estaría con ella? - No lo sé, pero algo no anda bien, parecían ser muy cercanos. - Cercanos de pareja? - Es lo que ví, salieron cada uno con un bolso, por lo visto no volverían en unos días. -

Healy La chica era atrevida, sabía que Raik la miraba pero aún más sabía lo que iba a ocasionar en él, porque desde el momento que él entró al hotel puso sentir algo similar, estaba segura de que tal vez era la primera y última vez que saldrían. Se tomó el placer de caminar primero para darle una mejor vista al lobo, pero justo al momento de llegar a la puerta se detuvo a esperarlo. Sintió la mirada del lobo arder en su espalda y sí, la mirada del lobo quemaba. Cuando Raik se detuvo a su lado, pasó su mano desde su hombro hasta tocar sus dedos, la corriente fue igual de potente para ambos, era algo nuevo para los dos. Raik se dejó tocar, le gustó la chica, era bella, un cuerpo escultural, iba a disfrutar su noche, le sacaría la información que necesitaba y no se verían más. ( Al menos eso creyó él ) Tomaron un taxi que los llevó a un lujoso lugar, la dirección la dió la chica, que a todas estas no sabía ni cómo se llamaba y si le había dicho su nombre lo había olvidado, se