Gale lo escuchaba con atención, analizando la propuesta con calma. Pero yo ya sabía que no podía aceptar algo así. Bajo ningún término.― No ― Mi respuesta cayó como una piedra en medio del salón, sorprendiendo a todos los presentes ― No voy a aceptar que la academia, ni los magos que la integran, estén bajo el mando de ningún gobierno. Podemos quedarnos en este país, si es necesario, pero tenga algo bien claro: mi apoyo, y el de los magos que entreno, lo tendrá únicamente quien lo merezca. ―El presidente frunció el ceño, visiblemente incómodo con mi respuesta ― Señorita, mi gobierno busca mejorar las condiciones de vida de toda la población. Creo que esa causa merece su respaldo, ¿no le parece? ―― Si quiere mi apoyo, tendrá que demostrar que es una persona íntegra. No confío en los políticos. Su único objetivo suele ser acumular poder y enriquecer a sus allegados. No voy a ser parte de eso ―.Mi voz fue firme, directa. Sabía que lo que decía podía interpretarse como una acusación di
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