Por otro lado, a Claire le preocupaba que Charlie se fuera de viaje de negocios, y además por tanto tiempo, sobre todo a la frontera noroeste.Al inclinarse hacia Charlie, no pudo evitar susurrar: “De verdad no creo que debas aceptar el trabajo, cariño. No es que necesitemos el dinero; no tienes que ir tan lejos…”.Antes de que Charlie pudiera responder, Albert intervino de repente con seriedad: “¡Amo Wade, de verdad tiene que ayudarme! Mi amigo me salvó la vida y por fin tengo la oportunidad de hacerle un favor. Por favor, no me rechace aquí… si lo hace, puede pedirme lo que quiera en la Colina Aurous, ¡y que el cielo me castigue si dudo!”.Los ojos de Jacob se iluminaron al oír esas palabras.Después de todo, tenía la sensación de que Kenny Bay lo había echado de la Asociación de Caligrafía y Pintura porque se había dado cuenta de que él y Albert no eran muy unidos.El mismo Kenny también solía ser leal a Jacob. Después de todo, podría gastar millones, pero jamás reservaría la S

Ivy naturalmente se sintió ofendida por la repentina reacción de Kenny, pero no se detuvo a responder y tomó su teléfono para echar un vistazo.Con solo ver la foto, también sintió un profundo remordimiento, y suspiró: “Supongo que fui ingenua al pensar que solo las mujeres ignoran a los hombres un día y actúan amables al siguiente. Supongo que a los hombres también les pasa lo mismo… Don Albert debió de molestarse cuando le hablaste de Jacob y te pusiste un poco brusco, pero supuse que cada uno había tomado su propio camino”.“Pero resulta que son como una pareja que se pelea y se reconcilió incluso antes de que se enfriara la cena. Bien para ellos, pero mal para nosotros…”.El agravio de Kenny se apaciguó considerablemente al admitir con tanta sinceridad el error.Así funcionaba la gente. Incluso si alguien estaba enfadado con otra persona que había cometido un error grave, si esta se disculpaba con franqueza y reflexionaba sinceramente sobre ello, la ira de la persona se calmarí

Cuando el A350 llegó a la Colina Aurous, Isaac Cameron organizó las revisiones del sistema para asegurarse de que no hubiera riesgos de seguridad ni fallos. Solo después de obtener la autorización, solicitaron una ruta de vuelo y organizaron su propia tripulación para estar aún más seguros.Una vez finalizados los preparativos, Charlie y Vera pasaron el control de seguridad y abordaron el vuelo por la entrada de carga.El A350 era el avión más grande que existe, mientras que este había sido remodelado, de modo que dos tercios del espacio del fuselaje se habían reutilizado para albergar varios dormitorios, una sala de conferencias y un salón, de modo que era más que suficiente para dos pasajeros.Charlie y Vera se dirigieron al salón después de embarcar, y ocuparon sus asientos mientras el A350 despegaba hacia Europa.Vera estaba entusiasmada con la perspectiva de regresar a Europa.Mientras ella estaba sola con Charlie en el salón insonorizado, Charlie le preguntó: “¿Esperas con a

Sin embargo, con las identificaciones especiales que Helena les proporcionó, tales problemas no ocurrirían en absoluto.Llegó en el momento perfecto, ya que Charlie planeaba ir de turismo con Vera, ya que ella tenía un valor sentimental en el país.Sin embargo, el coche pronto salió del aeropuerto y se dirigió directamente al palacio en el corazón de Oslo.Helena estaba allí, esperando ansiosa con su abuela, la Reina Alisha Elliot.Al ver a Helena caminaba por la sala del trono, sonrojándose un momento y riendo al siguiente, Alisha se acercó y la detuvo: “Deberías ser más formal cuando veas a Charlie. Muéstrale el aire de una reina, como corresponde”.“¿Qué?”, espetó Helena, avergonzada. “¿E-Estoy siendo muy obvia?”.“A estas alturas, solo te falta escribir ‘mi amado ha llegado’ en tu rostro”, bromeó Alisha.“Ni hablar…”. Helena se puso a la defensiva de inmediato. “Estoy siendo muy formal”.“Normalmente lo eres”. Alisha suspiró, sacudiendo la cabeza. “Pero aunque normalmente t

Susan estaba realmente sorprendida de que Helena ni siquiera se demorara en rechazar la audiencia de Harrison.El hombre era la cabeza de la familia más poderosa del mundo y tenía una fortuna de billones. Casi nadie podía imponérsele. Con semejante exclusividad, una visita era un honor incluso para la Familia Real Británica, y con más razón para la Casa Real Noruega.Susan estaba tan sorprendida como encantada de que Harrison estuviera de visita, y había estado muy entusiasmada por darle la buena noticia, solo para encontrar a Helena completamente desinteresada.Por lo tanto, ella agregó rápidamente: “Estamos hablando de una audiencia privada con la cabeza de los Rothschild, Su Majestad. Rechazarlo así es inapropiado…”.“¿Qué tiene de inapropiado?”, respondió Helena rotundamente. “Solo comunica mi respuesta, palabra por palabra”.Aunque Susan hubiera preferido que Helena no se negara por sentido común y profesionalismo, Helena estaba claramente decidida.Ya que sabía que no debía