Capítulo 10. Respeta tus propias reglas.

Sus ojos son dos pozos oscuros y brillantes.

Su mirada está fija en mis piernas y cuando comienza a subir, yo sigo su recorrido. Con lentitud torturadora observa cada centímetro de mi piel; mis piernas, mis muslos expuestos, mi cintura ajustada, mis pechos firmes y casi descubiertos, mi cuello y, por último, mi boca.

Es tan intenso el momento que no escucho nada a nuestro alrededor, solo mi respiración, que está acelerada. Mi pecho sube y baja con nerviosismo y Christian enfoca sus ojos ahí; se relame los labios y sus ojos vuelven a brillar. Yo soy toda nervios, cierro mis manos en puños para que no vea el temblor que me provoca su presencia y su tan exhaustivo repaso.

—Estás preciosa —susurra, con una voz ronca que me provoca escalofríos.

Se incorpora de su posición recostada y viene a mi encuentro. Podría intentar alejarme, poner distancia entre nosotros; pero no es

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo