9. Descubrimientos mortales
por la tarde, Lacey detuvo el crucero para que pudiéramos disfrutar sin estar mareados.

—Uno no se puede casar así sin más, por muy dulce que sea la relación. —Comenta Theo.

Mientras los demás jugaban y reían a carcajadas en el agua, Theo y yo nos manteníamos en la parte trasera del crucero, tumbados, recibiendo el sol. Yo no necesitaba broncearme, pero mi cuerpo agradecía la vitamina D.

Gabriel tomo a Eva y se la subió en los hombros, Christian hizo lo mismo con Maria y emprendieron una batalla de empujones. Gritan y ríen. Yo quería sumergirme, pero no podía, no era capaz de volver a sumergirme en el mar después de todo lo que había pasado en el.

—¿Aun no lo superas?

Le puse atención a Theo. Tenía un bañador celeste, como sus ojos.

—Lo he intentado.

Alargo una mano para tomar la mía y darle un apretón.

—Estoy contigo, lo sabes.

le devolví el apretón, agradecida. Sabía que siempre estarían para mí. Me lo están demostrando ahora que están aquí sin saber lo que realmente s
Tally Mora

Recuerde que algunas situaciones se ajustan para el beneficio de la trama, asi que existen situaciones irreales o ficticias a lo largo de la novela. Muchas gracias.

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