El corazón del italiano
El corazón del italiano
Por: Isa92
Prólogo

El avión despegó y la sensación de vacío por debajo de mis pies fue espantosa, tanto que no pude dar un pequeño grito, por suerte luego de un rato logré acostumbrarme. fui ubicada en primera clase que nunca había estado.

Mi madre le dio la batalla al cáncer, pero desgraciadamente esa enfermedad terminó por arrancarla de mis brazos, ahora me sentía como un perrito sin dueño, mi mejor amiga estaba ahí para mí, sin embargo, no era capaz de decirle que se quedará a mi lado las 24 horas y los 7 días de la semana.

Los pensamientos hacia mi madre vinieron a mi cabeza, este viaje no lo tenía planeado, las ansias del vuelo no me dejaron tranquila, de igual forma la culpa por irme de vacaciones cuando mamá no tenía mucho tiempo de muerta, al llegar a cierto punto el sueño me venció, la cómoda silla envolvió todo mi cuerpo y pronto me quedé dormida.

Horas atrás.

_ ¡Ve Kathy! _ dijo mi mejor amiga _ estás cosas no se presentan a diario, es decir, estamos hablando de un viaje a La Toscana, ¿Quién demonios corre con la suerte de viajar hasta allá con todos los gastos pagados?

_ Pero Elizabeth, mi mamá no tiene mucho tiempo de haber fallecido y aquí estoy yo, escuchándote decir que vaya prácticamente al otro lado del mundo. Me acerqué al retrato de mi madre que tenía un lazo de luto, derramé la primera lágrima.

_ Por lo mismo, necesitas algo que te distraiga de todo lo que estás pasando, en La Toscana son los carnavales así que llegarás en buen tiempo, te doy este presente así que por favor tómalo, quiero que vuelvas a ser un poco como la de antes, no quiero remordimientos, ni nada por el estilo, vive tu vida, ya es hora que empieces a hacerlo.

_ Pero Eli, mi mamá _ no podía contenerme llorando _ bien sabes que ella era mi mundo, mi pilar, ahora estoy sola, sin nadie que esté ahí para mí.

_ ¿Y qué pasa conmigo? _ ella secó mi lágrima _ ¿Acaso no soy suficiente para ti?

_ Si lo eres, pero no puedo pedirte que te quedes a mi lado toda una vida, tarde o temprano te vas a casar y a tener hijos, yo estaré de sobra.

_ Escucha muy bien, si mi futuro esposo es incapaz de aceptar a mi mejor amiga, lo mejor es no casarme, él tiene que aceptar todo lo que viene conmigo y eso te incluye.

_ Ay Eli _ la abracé _ te amo nena.

_ Yo también _ ella acarició mi espalda _ ahora vamos a empacar, tienes que viajar a La Toscana, cortesía de tu amiga loca.

Sabía que Eli no iba a desistir de esta loca idea, fuimos a preparar las maletas, ella se miraba feliz por mí, soy muy afortunada, tengo una amiga incondicional y es la menos egoísta del mundo mundial.

_ Escucha _ dijo Eli cerrando mi maleta _ quiero que olvides un poco el sentido común, vive el momento, si alguien liga contigo y te gusta, acéptalo, no pienses en todos las contras si no en los pros, eres una mujer hermosa, solo que necesitas soltarte un poco.

_ ¿Acaso estás loca? No pienso ni loca meterme con un desconocido, a saber, qué mañas tiene.

_ Katherine _ ella me miró amenazante _ son los carnavales en La Toscana, es un ambiente festivo, con hombres tan apuestos que vas a pensar que son ángeles que cayeron del cielo, trata de aprovechar el regalo que te doy, si el hombre delante tuyo te gusta simplemente da rienda suelta a lo que desees, no te digo que te acuestes con él, un beso o una caricia es más que suficiente, no te van a contagiar de alguna ETS por eso.

No quise decirle nada más, nosotras viajamos en el lujoso Bentley de Elizabeth, ella aparte de ser mi mejor amiga es la hija de uno de los hombres más adinerados de Canadá, su familia se encargaba de protegerla y mimarla como la luz de sus ojos, aunque al inicio ellos estuvieron reacios a nuestra amistad debido a las diferencias sociales, terminaron por aceptarme cuando miraron que no quería aprovecharme de su pequeña niña, así que a partir de ese momento fui bienvenida a su mansión ubicada en uno de los sitios más exclusivos de la capital.

PRESENTE

Me desperté, era de noche cuando llegué. Finalmente bajé del avión. Mientras caminaba hacía la salida vino a recogerme el hermano mayor de Elizabeth, Nain, él vino aquí debido a negocios, me ayudó a cargar las maletas y luego me llevó a un hotel. Aunque es un hombre apuesto, rico y elegante, no teníamos química.

Nain se fue corriendo por trabajo, tomé mis cosas y le di al botones una propina generosa. cambie de mi ropa y baje al bar. pude escuchar la fiesta que suscita en estos momentos, si Elizabeth estuviera aquí definitivamente me pediría que me divirtiera, aunque sinceramente no quería hacerlo ya que sentía como si estaba traicionando a mamá, por lo que decidí salir del hotel a buscar un sitio un poco más tranquilo, en la entrada se encontraba un trabajador con una bandeja de máscaras.

_ Puede tomar una, el carnaval es con esta temática y aunque salga del hotel va a encontrar a muchas personas usándolas.

Tomé una máscara negra con incrustaciones de cristales, llevaba a un lado una pluma negra bastante larga y encima del antifaz llevaba una tela muy fina que me permitía ver sin ningún problema.

Salí del hotel y comencé a buscar un sitio tranquilo, desafortunadamente esa palabra en estas fechas no existía, absolutamente todo era una fiesta, tomé la decisión de dejar de caminar y entré a una especie de bar-restaurante.

NARRADOR OMNISCIENTE

Katherine no se percató de que mientras ella caminaba tres hombres la seguían desde que salió del hotel, un hombre pudo ver esto, pero no el rostro de la hermosa jovencita, tomó la decisión de seguirlos por un motivo que desconocía por completo.

Ella llegó a un bar-restaurante, los tres sujetos entraron, desafortunadamente él les perdió el rastro gracias a la multitud de personas que caminaban esa noche, a pesar de eso no se dió por vencido y empezó a buscarla sin cesar.

Katherine que se encontraba en una mesa que estaba a la orilla de una ventana sintió cómo los sujetos se sentaron atrevidamente en el sitio, ella al verlos los corrió pero ninguno de los tres se movió desde donde estaban.

_ Voglio farti mio così forte mentre urlerai il mio nome.

_ No habló italiano así que largo de aquí.

Ella lo corrió múltiples veces, pero él no lo quisó hacer, tampoco sus dos amigos, en el momento que uno de ellos le tocó su cuerpo terminó siendo golpeado, los otros dos sujetos se aprovecharon de que una mujer iba pasando con una bandeja que llevaba una botella así que tomaron a Kathy por la fuerza y se lo hicieron beber de golpe, debido a la poca tolerancia que tenía hacía la bebida especial terminó por emborracharse muy rápido.

El misterioso enmascarado que seguía buscando a la chica terminó por dar con el lugar, al ver que la estaban forzando a beber ,se puso tan furioso que no dudo en ir al sitio, al entrar noqueo a los tres hombres y tomó a la mujer entre sus brazos que comenzó a moverse con efusión.

_ Calma signorina, io non sono uno di quei ragazzi, con me starai bene, ti porterò al tuo hotel.

Kathy aunque no entendió lo que él le había dicho algo en su voz la logró tranquilizar, solamente pudo comprender la palabra hotel, ella puso su cabeza en el hombro de su salvador y de esta forma él la cargó hasta donde ambos se quedaban.

_ ¿En qué habitación se encuentra esta mujer? _ le preguntó a un trabajador _ por favor contesta.

_ En la 405, señor.

El hombre la llevó sin ningún tipo de problemas a su habitación, Kathy que abrió sus ojos un poco pudo ver a su salvador y a pesar que él llevaba puesta una máscara se podía notar que era muy apuesto además de tener una autoridad muy grande.

Entraron a la habitación, acostaron y el hombre quitó sus zapatos, iba a irse pero Kathy lo detuvo, le dio un beso bastante subido de tono, no se explicaba qué demonios tenía ese vino pero al parecer no solamente le había bloqueado su conciencia si no también su juicio.

_ Señorita deténgase por favor, se va a arrepentir de esto cuando se encuentre sobria.

_ Así que hablas español, no importa, solamente quiero vivir el momento y deseo que sea contigo.

Kathy no quiso dejarlo ir, comenzó a acariciarlo de múltiples maneras, aunque el misterioso enmascarado se negaba a estar de esta forma con la mujer que salvó minutos atrás terminó cediendo, la besó con unas ansias tremendas, quitó su ropa a una velocidad impresionante. Una vez que lo hizo miró una mancha bastante prominente en su pelvis.

_ ¿Qué es esto? _ ella tocó la mancha _ es la primera vez que miró algo así.

_ Una marca de nacimiento.

Él no podía contener, se introdujo de la parte privada de ella pero se detuvo en el momento que pudo sentir que se había roto algo, la entrada se encontraba estrecha, nunca antes había estado con alguien que preservara esa zona tan cerrada, un temor lo invadió al pensar en algo y en el momento que sacó, la sangre que terminó por confirmar sus sospechas, maldijo por lo bajo mientras chasqueaba sus dientes y sus ojos mostraron arrepentimiento.

_ ¿Por qué no me dijo nada? Pude ser más delicado, realmente lamento esto.

_ No importa, solo sigue.

Kathy a pesar de que perdió su primera vez, con poca delicadeza no le había dolido tanto, solamente sintió un ardor en el momento que él había entrado, a partir de ese momento el enmascarado se portó diferente, se volvió lentamente y sus movimientos eran iguales, poco a poco ella se fue acostumbrando y ya no había nada de dolor o ardor solamente un placer que embargaba a la mujer que le pidió que aumentará mucho más la velocidad.

Luego del éxtasis, el hombre la pusó enfrente suyo y puso sus amplias manos en su espalda, la abrigo con mucho cuidado y luego se quedó un momento ahí pero después se levantó para empezar a vestirse.

_ Ya te vas _ ella le preguntó mientras la cubría la sábana y él solamente asintió _ espera un momento.

Kathy llevaba consigo un camafeo que le había obsequiado su madre cuando solamente era una niña, lo tomó y se levantó para dárselo al hombre, esto se trataba de algo que atesoraba como lo más preciado que tenía, a pesar de eso en su interior nacía un sentimiento de que le decía que se lo diera.

_ En recuerdo te entrego esto _ ella le dió un delicado besito _ gracias por esta maravillosa noche.

El hombre sonrió, debido a la oscuridad que había en ciertas partes del cuarto Kathy no pudo ver el rostro del hombre que quedó sin ropa cuando le entregó su máscara en retribución del camafeo que le entregó

_ No tengo nada más para darte, solamente está máscara, lo siento mucho.

_ No te preocupes, es perfecta, ¿Cómo te llamas? _ le preguntó _ desconozco tú nombre.

_ Puedes decirme Hades.

_ Entonces yo seré tu Perséfone…

Lo último que ella miró fue al hombre dejándola sola en la habitación, había algo en él que le atraía como el metal al imán, se dijo que jamás olvidaría esa noche, así pasaran mil años…

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