Nuestros besos, no son como cualquier beso, son besos lleno de lujuria y fantasías ocultas, que quisiera se hicieran realidad con él, y con nadie más.

Pero vivo en una realidad, de la cual no puedo escapar. Me voy a casar, y ya no puedo jugar a la chica que quiere disfrutar del sexo, con otro hombre diferente al que me voy a casar.

Detengo nuestros besos, aunque no quiera hacerlo, pero voy a ser una egoísta con mi propio cuerpo, por no dejarlo seguir disfrutando de todas las emociones que ese hombre me hace sentir, pero si sigo con esto temo a que pueda sentir mucho más de lo que debería, más que un simple gusto.

Pongo mis manos sobre su fuerte pecho, y lo separo de mi.

-Lo siento señor Zamir, pero ya no puedo seguir haciendo esto, soy una mujer comprometida, y le debo guardar respeto a el que va a ser mi futuro esposo.

Lo dejo allí de pie, y voy de nuevo hacia mi asiento, agacho la cabeza porque no quiero mirarlo a la cara, me siento débil ante su mirada, porque es una decisión que se me va a costar respetar, pone sus manos sobre mi escritorio y se agacha quedando otra vez muy cerca de mí.

-Escucho todo lo que sale de tu boca Sophie, pero son solo palabras, que estoy seguro se las llevará el viento, no dejo de ir tan fácil algo que me importa, y créeme que tú me importas, más de lo que debería.

-¿Te importo?, no lo creo, solo llevamos tres días de conocernos, la pasamos bien juntos sí, no lo puedo negar, pero nada más, y acerca de mis palabras, bueno menos mal que estamos en un lugar donde el viento no sopla, así que no tengo que preocuparme que estás se vayan a ir con este, si no que van a aquí en tu cabeza y en la mía.

Él se sienta en la silla del frente, y empieza a tomar su café, creo que por fin tiene claro que lo sea que tuvimos ya llego a su fin, y solo podremos tener una relación estrictamente de negocios, es lo mejor para mí, para Marcos y para nuestras familias.

Tratan de abrir la puerta de mi oficina, pero no pueden entrar, me levanto para abrirla pero él se me adelanta y al abrir la persona que está al otro lado de la puerta, es mi futuro esposo, el hombre con el que voy a pasar el resto de mi vida.

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-Cariño perdón, por interrumpir no sabía que estabas reunida vine a ver cómo te sentías después de lo de anoche, ¿estás bien?

Marcos se acerca, me iba a dar un beso en la boca y le volteo la cara, no sé porque lo hice, puede ser que me incomoda la presencia de él, que su mirada está puesta sobre nosotros en este momento. Así que solo me lo logra dar en la mejilla, Zamir se ríe, se burla de nosotros, así que me acerco más a mi prometido y lo abrazo.

-Marcos mi amor, siento haberte hecho preocupar anoche, creo que se me bajo la presión de la emoción y la sorpresa, pero ya estoy bien, hoy vamos a mi apartamento y amanecemos allí, así me consientes un poco, y celebramos la pedida tu y yo solos.

Como pensé su cara, se transforma de manera inmediata, y sé que no le hizo ni una pizca de gracia lo que le propuse a mi prometido, Marcos me abraza más fuerte y me da un beso en la cabeza.

-Claro que sí cariño, no te preocupes hoy me iré contigo, tengo otra sorpresa para ti pero ya lo sabrás más tarde.

El es tan cariñoso y bueno conmigo que siento que alejarme del hombre que tengo delante de mí, es la mejor opción.

Señor Zamir, no esperaba que estuviera aquí, mi suegro y yo lo estuvimos esperando en el restaurante, para desayunar juntos, pero nunca llego así que creímos que tuvo algún improvisto.

-Decidí a último momento venir aquí, hoy tengo una agenda apretada y no puedo perder mucho tiempo, así que como la hija del dueño de la empresa estaba aquí , quien mejor para aclarar mis dudas de la publicidad de mi hotel, escuche que Sophie es muy profesional y la mejor en lo que hace, así que quise verlo yo mismo y por lo que hemos hablado no se han equivocado.

Marcos me mira, y sé que no le gusta mucho la familiaridad con la que él me está tratando.

-Bueno señor Zamir, si desea podemos pasar a la sala de juntas, y allí le podemos contar sobre las ideas que tenemos, mi suegro y el equipo de trabajo también llegaran allí para saber cómo ejecutarlas.

-Claro que sí, señor marcos arréglelo todo y pasaremos en un momento.

-No se preocupe, para eso tenemos nuestras secretarias ella lo organizan todo, y me puede llamar Marcos creo que tiene la misma confianza conmigo para hacerlo, así como lo hace con mi mujer.

La palabra mujer salió de la boca de mi novio y muy resaltado, no sé si ya sospechara algo, pero de verdad espero que no.

-Creo que se equivoca en eso señor, no tenemos la misma confianza que con Sophie, con ella hemos entablado unas muy buenas conversaciones de ayer a hoy y con usted aún no he tenido el gusto de hacerlo, solo nos hemos visto un par de veces y el señor Walton es el que encabeza las reuniones.

Parece que estuvieran en una guerra, mirando quién puede marcar territorio más rápido, y debo detener esto como sea.

-Cariño por favor ve a supervisar que todo esté bien, no quiero que haya errores que nos puedan hacer quedar mal con nuestro cliente.

Marcos me mira y sale de la habitación cerrando la puerta un poco de manera brusca, y sé que está muy enojado y con toda razón, este hombre lo hizo sentir muy inferior a él, si yo estuviera en sus zapatos también, me estaría sintiendo de esa manera.

-Señor Zamir, antes de reunirnos le quiero dejar algo muy claro, mi futuro esposo es una parte muy importante de esta empresa, así que le pido que lo trate con el mismo respeto que lo hace con mi padre o conmigo, de lo contrario van a tener que contratar a otra agencia, pero eso sí, ninguna otra va a ser conocer su hotel como nosotros así que piénselo bien.

Me levanto de mi silla, demasiado enojada del comportamiento de ese hombre, ni que fuera el rey del mundo para comportarse de esa manera, cuando abro la puerta de la oficina para que el salga y así salir a la junta con los demás, la cierra antes de que pueda lograr salir y coloca sus manos sobre mi rostro.

-Sophi, ¿aún no sabes con quien estas tratando?, si quisiera podría destruir esta agencia, y podría crear muchísimas más, ustedes quedarían en quiebra, y ya nadie los contrataría, así que deberías de tener más cuidado con lo que dices, muchas se arrodillarían a mis pies con solo chasquear un dedo, así que no me retes pero si quieres que me aleje de ti, está bien olvidaré lo que paso, pero antes quiero volver a juntar tu aliento con el mío.

Y así fue me da un beso en mis labios, y se marcha.

Me tomo unos minutos para respirar y relajarme me siento demasiado estresada, salgo de la oficina y veo a mi secretaria sentada en su escritorio, y voy directo donde ella.

Lucy cariño, la próxima vez que el señor Zamir venga, dirígelo a la sala de juntas de manera inmediata, no lo quiero volver a ver en mi oficina.

-Claro que si, no te preocupes, pero te digo ese hombre destila poder por donde sea que pasa, ahora me tendrás que contar quien es.

-Deja de ser tan chismosa, pero en la tarde nos tomamos un café y te cuento, pero que no te intimide, hombres como ese creen que pueden tener a todo el mundo a sus pies.

Cuando entro a la sala de juntas, veo que ya están todos reunidos, también veo que están Omar y el hermano de Zamir, los que se quedan mirándome apenas me ven llegar, m*****a seas porque no tendrías que haberte callado, me siento en mi lugar al lado de Marcos sin siquiera mirarlo a él, mi prometido me toma de la mano y me da un beso en esta.

-Bueno ya que la señorita Sophie llego creo, que podemos empezar esta reunión, no tenemos mucho tiempo, mañana debo de regresar a Dubái.

-Nuestros empleados, van exponiendo sus ideas y yo voy tomando notas de ellas, hay unas demasiado buenas y me siento muy orgullosa de ellos de verdad son muy buenos empleados.

-¿Como le ha parecido las propuestas señor Zamir?.

Mi padre le pregunta y sé que está nervioso porque para el este proyecto es muy importante.

-Bueno hay ideas interesantes otras no tanto, por eso quiero que vayan al hotel, para que tengan unas ideas más claras de lo que trata y de la magnitud de esta campaña, estamos rodeados de mucha competencia, en Dubái es muy importante el turismo, así que queremos que las personas que lleguen aquí, tengan nuestro hotel como primera opción.

Les voy a enviar dos pasajes con todo pago, se hospedarían por una semana, y así van creando más ideas, Irán la siguiente semana los espero el lunes.

Así que señor Walton, quiero que usted y Sophie sean los que vayan al hotel.

-Señor Zamir, ddisculpe pero no podemos dejar sola la agencia la otra semana, debemos grabar un comercial para una gran tienda de ropa, así que si le parece irían mi padre y mi futuro esposo, yo siempre me he encargado de los comerciales, así que debo de quedarme para supervisarlo todo.

El me mira con cara de enojo, y no está contento con lo que estoy diciendo.

-¿ Y cuándo sería el comercial Sophie? Porque necesito que le den prioridad a mi hotel.

Este hombre es demasiado desesperante, arrogante, no sé por qué no entiende que quiero estar alejada de él, me está haciendo la vida difícil, y él es muy consciente de eso.

-Bueno, se va a grabar el próximo miércoles, y va a llevar de dos a tres días.

-No hay problema, los espero entonces el siguiente fin de semana en el hotel, serán más que bienvenidos, soy el cliente y mis decisiones se cumplen, espero que tengan eso claro, nos veremos en Dubái, y así como nada más se marcha, dejándonos a todos sin esperar respuesta.