Capítulo 5.

Guardando silencio ante las palabras de su madre, sintiéndose muy extraño por lo que ella acababa de decirle, Alexis replicó: “Pero madre, no lo entiendo, es un omega de una muy buena familia, de la familia a la que pertenece el prometido de mi hermana, ¿Cómo podría ser alguien así una persona tan mala?”

Mirando de reojo a Alexis de forma acusadora, Inna respondió: “Aun en las buenas familias, hay problemas con los hijos rebeldes…”

Sintiéndose aludido, Alexis bajó la mirada con vergüenza. Él no tenía el valor de criticar a cualquier persona por ser rebelde con sus padres o por haber incumplido las leyes, ya que en su juventud Alexis fue un joven rebelde, el cual hizo sufrir mucho a sus padres con sus malas actitudes y malas decisiones, así que Alexis era la prueba viva de que en las mejores familias puede haber personas malas.

“En un alfa, que un hijo sea rebelde no es causa de un gran problema, después de todo es atractivo ver alfas fuertes y decididos, que no se someten por las leyes o por sus padres, significa fuerza desde una temprana edad” Explicó Inna: “Pero cuando se trata de un omega, las cosas son diferentes. Tú sabes que en nuestra sociedad, todos esperan que los omegas sean criaturas bellas y mansas, que respeten a sus esposos y a sus padres, que sean puros y virtuosos. Y lamentablemente, Luka Kuznetsov no es nada de eso”.

Aun teniendo la imagen de ese joven omega de 17 años al cual había conocido hace tiempo, Alexis replicó: “Tengo que diferir madre, yo no veo salvajismo o un problema en Luka, se ve como cualquier otro omega al cual haya conocido”.

“Las apariencias engañan, hijo mío. Luka Kuznetsov es un omega rebelde, no escucha a sus padres ni a sus peticiones, se niega a ser un omega manso para atraer un buen esposo, y lo más importante: Perdió si virginidad con un alfa desconocido hace mucho tiempo”.

Quedándose en silencio de inmediato, Alexis comenzó a entender mejor las palabras de su madre, sintiéndose aludido, ya que ese alfa desconocido estaba en esa misma sala, y era Alexis.

“Todos comentan como ese omega no se rige por las normas, como de seguro es un omega sucio por haber perdido su virginidad con un alfa antes de casarse, debieron ser más de un alfa incluso para que no quiera confesar quien es…”

“Mamá, estás haciendo conclusiones demasiado rápido” Dijo Alexis, volviendo a defender a Luka.

“Eso es lo que piensan todos, eso es lo que todo el mundo comenta, por eso Luka no tuvo un prometido demasiado rápido, ningún alfa quiere estar con un omega fácil que ha sido manchado tantas veces como lo ha sido él. La familia Kuznetsov tiene suerte de haber conseguido un alfa para su hijo a tiempo, seguramente nadie hubiera querido casarse con él si ellos no hubieran tenido dinero, solo espero que su próximo esposo sea lo suficientemente duro para manejar un omega tan difícil, ya que Luka puede levantar la voz ahora que sigue viviendo con sus padres, pero no creo que se atreva a levantarle la voz a su alfa. Ese omega merece una buena bofetada para dejar de ser una ramera…” Siguió insultando Inna, mirando a Luka a lo lejos.

Guardando silencio, Alexis no pudo evitar sentirse culpable. ¿En verdad Luka era tan malo? Alexis conocía a ese chico, o por lo menos lo que una vez fue cuando ambos eran jóvenes, y Luka era absolutamente lo opuesto a lo que su madre le decía, un omega dulce y respetuoso, quien seguía todas las normas, y ni siquiera quería mirar a otros alfas a los ojos. ¿Qué había pasado con esa inocencia de la que Alexis se había enamorado?

Suspirando con suavidad, calmándose después de haber dicho tantas cosas malas sobre Luka, Inna finalmente dijo: “Es por eso que te pido que te alejes de un omega tan inmundo, no es una buena compañía para un alfa de tu clase, ¿Qué dirán las personas si te ven cerca? Seguro pensaran que estas teniendo sexo con él, como otros alfas a los que debe atraer con su inmundicia”.

“Lo entiendo madre, seré cuidadoso”.

“Nadie puede verte cerca de un omega de esa clase, humillaras a nuestra familia y a tu prometida si lo haces, por favor prométeme que no te acercaras a él…”

“Lo prometo” Dijo Alexis cansado de la situación: “Pero… ¿Y qué pasaría si se encuentra al alfa que le quito la virginidad a Luka?”

“Eso sería un gran escándalo, Luka no es un omega callejero aunque lo parece, es de una buena familia que tiene una buena reputación. Si alguien encuentra al alfa que tuvo sexo con él la primera vez, todos lo condenaran por ser un cobarde, ya que a un omega así uno no puede simplemente tomarlo y abandonarlo, su deber era casarse con él si le hizo algo despreciable. Sea quien sea el desagraciado alfa que tomo a Luka, debería esconderse y no mostrar su cara cerca de él jamás, o su familia exigirá que se case con su hijo y su reputación quedara arruinada por siempre, a nadie le gustan los alfas que hacen eso con un omega y luego lo abandonan”.

Alexis entonces volvió a sentir un sudor frio recorrer su espalda, su reputación y su vida entera estaban en juego solo de permanecer en su propia casa cerca de ese omega, ¿Pero cómo podía evitarlo? Con su hermana a punto de casarse con el hermano de Luka, con ambas familias quedando ligadas por siempre, no había ninguna oportunidad de que Alexis pudiera escapar de esa vergonzosa situación limpio.

Y solo pensando con temor en su reputación como líder de su manada, temiendo en ver todo arruinado por un simple error en su juventud, Alexis volvió a mirar a Luka a lo lejos, quien se giró por un momento para ver a Alexis también, sonriendo de forma burlona…

Si Luka decía una sola palabra sobre lo que había sucedido entre ambos, la vida de Alexis terminaría para siempre.

Entrando en la sala desde la cocina, las sirvientas nuevamente pasaron en medio de todos los invitados presentes, repartiendo copas de vino y galletas dulces, invitando a todos a reunirse en el centro para brindar. Tomando su copa de vino, Alexis siguió a todos los demás, parándose en el centro de la sala junto a su madre y a Maddie, levantando la mirada para buscar a Luka. Sin embargo el omega no se encontraba por ningún lado, dejando a su prometido atrás, Luka parecía haberse retirado antes del brindis. Algo que sorprendió mucho a Alexis, ya que era bastante mal educado hacer eso, y demostraba que Luka en verdad se había vuelto tan rebelde como le había dicho su madre.

Aclarándose la garganta, Alexey levanto su copa y se dispuso a brindar: “Por un matrimonio prospero entre Sacha y Naiya, que su unión traiga mucha riqueza y junte a nuestras familias, que les traiga felicidad y amor, ¡Salud!”

Levantando sus copas con un suave movimiento, todos los presentes repitieron: “¡Salud!”

Y tomando su copa con firmeza, sin lucir emocionado para nada, Alexis bebió el contenido de su copa de un golpe, terminando con sus deberes de la cena por esa noche. Sin esperar más, Alexis se despidió de todos los presentes alegando su salud algo mala por ese día, presentado sus respetos a su hermana y a su prometido por su boda, y despidiéndose de Maddie con un beso antes de irse.

Sintiéndose libre por fin, prácticamente corriendo fuera del salón y en dirección a su habitación en la mansión, Alexis solo quería estar en paz para pensar con claridad, para intentar decidir qué hacer. Sin embargo cuando llego al pasillo del segundo piso de la mansión, en dirección a su habitación para descansar, se sorprendió al ver una luz filtrarse por una de las puertas cerradas a lo lejos.

Ni siquiera tuvo que preguntarse a sí mismo quien era la persona que estaba en esa habitación, con un fuerte aroma a flores recorriendo todo el pasillo, Alexis supo de inmediato la persona de la que se trataba. Y aunque pudo entrar en su habitación y evitar ese encuentro, sin poder alejarse de ese omega, Luka caminó recto por el pasillo a la única habitación con la luz encendida que estaba en ese piso, una habitación que también le pertenecía.

Abriendo la puerta con cuidado, Alexis entró silenciosamente en la habitación, que era un estudio privado que él casi no utilizaba, lleno de libros y un escritorio en el centro. Y como si fuera una figura fantasmal, como siempre lucia ante sus ojos, Alexis observó a Luka, sentado sobre el escritorio, mirando por la ventana en silencio.

“¿Sabes lo mejor que tiene tu casa? Son las vistas… Se puede ver las montañas y toda la ciudad desde aquí, es hermoso” Dijo Luka con calma, todavía mirando por la ventana: “No bromeabas cuando dijiste que amaría vivir aquí, cuando me hicieras tu esposo”.

Bajando la mirada con culpabilidad, Alexis se preguntó que debería decirle, si debería responderle algo o decirle algo en ese instante. Pero las palabras parecían ahogadas en su garganta, sin poder pronunciar palabra, a pesar de que de verdad quería responderle a ese omega.

“¿Entonces por qué viniste a buscarme? ¿De verdad planeas hacerme tu esposo ahora?” Preguntó Luka divertido, girándose para ver a Alexis: “¿O solo quieres besarme y tomar mi cuerpo una vez más?”

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