Capítulo 1.

Narra Marcela.

ꟷ hija estás a punto de terminar la secundaria y tu padre y yo no tenemos dinero para enviarte a la universidad que deseas ꟷ me dijo mi madre apenada por la situación económica que estábamos viviendo. No es que fuéramos acaudalados, pero hace un año estábamos mejor económicamente, al menos mi padre podía pagar el colegio privado al que asistía y también podía pagar las clases de piano que me impartía la señora Bernard.

Siempre me ha gustado tocar el piano, no como una gran artista, más bien me gusta tocar porque con ello me olvido de los problemas, la música me transporta a un mundo diferente.

ꟷ no te preocupes madre ya le dije a mi papito que voy a continuar en una universidad pública ꟷ le hice saber y era que ya había enviado varias solicitudes de becas a unas cuantas universidades, pero siempre eran rechazadas.

ꟷ eres una buena niña mi Marce ꟷ me dijo ella antes de abrazarme con cariño y con eso yo sentía que era la persona más millonaria de este planeta porque el solo hecho de ver a mis padres sonreír me hace sentir bien y afortunada.

ꟷ mamita no quisiera soltarte nunca, pero debo irme se me hace tarde ꟷ le dije besando sus mejillas antes de salir corriendo mientras me comía un emparedado.

ꟷ niña no corras mientras come eso te causará indigestión ꟷ me gritó mi madre como cada mañana y es que soy bien perezosa todos los días se me hace tarde y siempre termino corriendo para llegar al instituto mientras me voy comiendo el desayuno en el camino. Ya los vecinos ni se ríen, pues verme comer mientras corro es algo muy normal para ellos.

Mi vida está en este pequeño barrio hermoso donde todos los vecinos somos como familia y lo que más me agrada es que todos me tienen cariño bueno, deberían porque es que yo soy demasiado linda.  No me crean, es solo por molestar, bueno no es que tampoco tenga lo mío, pero linda, así como una modelo seca y estirada no, cuento con dotes que puedo presumir, pero hablando en serio ellos me quieren por lo amable y servicial que soy con todos.

ꟷ Marceꟷ me gritó Tania la mujer del panadero la madre  de mi mejor amiga.

ꟷ dígame tía ꟷ si esta soy yo diciéndoles tía y tío a todos mis mayores.

ꟷ llévale esto a mí Fanny que se fue enojada y no quiso desayunar ꟷ me dijo entregándome una lonchera con un gran desayuno dentro.

ꟷ vale tía, pero sepa usted que Fanny me tendrá que dar de este desayuno ꟷ le dije de manera jocosa antes de seguir corriendo como alma que lleva el diablo mientras la falda de mi uniforme volaba por los aires cosa que no me molestaba mucho, ya que siempre me ponía un pantalón debajo, porque si no yo fuera la diversión de los chicos del barrio.

Después de haber corrido dos cuadras llegué toda sudada y sobre todo cansada, pero dicho cansancio desapareció en el momento que lo vi a él, el chico que me roba el aliento, el dueño de mis pensamientos quien por primera vez me brindó una sonrisa; él no es un dios griego, pero es el tipo más inteligente que he conocido.

Casi todos los chicos del barrio estudiamos en este instituto, pero él siempre sobresalía en todo ganando todos los concursos literarios de matemáticas y física la verdad es que mi amor platónico es un genio, además de que es el campeón nacional de ajedrez.

¡Lo pueden creer! Pero lo único malo era que nunca me miró; yo para él era alguien invisible y  como una cría encaprichada lo seguía en secreto y es que estoy enamorada no me justifico, pero es que lo amo desde hace varios años él es el amor de mi vida.

ꟷ pequeña ¿por qué estás tan sudada? ꟷ me preguntó antes de secar mi frente con un pañuelo y yo no podía creer que el chico por quien suspiro me estaba limpiando el sudor.

Por un minuto dejé de respirar sintiendo como él pasaba suavemente ese pañuelo sobre mi frente y juro que quise cerrar los ojos, pero me contuve para no hacerlo solo agarré la lonchera tan fuerte que si no fuera plástica juraría que ya estuviera destruida.

ꟷ quiero que me permitas  llevarte a tu casa cuando salgamos de clase para que no vuelvas a sudar de esta manera ꟷ me dijo acariciando mi rostro y aún no podía articular palabra, no me quedó más que sonreírle y asentir eufórica como niña pequeña.

Él se fue y yo me quede estática en mi lugar sin saber qué había cambiado de repente en realidad no sabía, miré para los lados y ya todos habían entrado al salón de clases, sin borrar la sonrisa de mi rostro me toqué la mejilla que él me acarició.

ꟷ no pienso lavarme la cara durante mucho tiempo ꟷ comenté hablando conmigo misma.

ꟷ Marce, si quieres no te bañes nunca, pero el maestro te va a reprender por llegar tarde ꟷ me gritó Fanny Luz provocando que la lonchera se me cayera de la mano por el susto que me dio.

ꟷ estoy tan feliz que no me importa que el maestro me quiera castigar ꟷ le respondí emocionada antes de agarrar su mano y empezar a brincar como loca mientras mi amiga me seguía mirando asombrada.

— Marce, en serio te encuentras bien ꟷ me dijo mientras me tomaba la temperatura.

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