Capítulo 9
El corazón de Sabrina se hundió por un momento.

Desde luego, a un hombre exitoso y con tan buenos méritos como Sebastian no le faltarían novias. La razón por la que Sebastian se había casado con ella era únicamente para que su madre moribunda dejara este mundo sin arrepentimiento.

Sin embargo, ella nunca hubiera esperado que su novia fuera Selene.

Para Sabrina, la vida estaba llena de ironía.

La gente que antes la oprimía se estaba volviendo más feliz y privilegiada. Por otro lado, Sabrina tenía su pasado ya arruinado, estaba embarazada pero no se había casado, y ni siquiera sabía el nombre del padre de su hijo.

Sabrina se sentía como una payasa mientras miraba a la pareja que parecía perfecta y brillante.

Parecía que el hecho de que Selene le llamara a Sabrina que viniera a recoger las fotos de su madre fue solamente una excusa. La verdadera intención de Selene era presumir deliberadamente a su novio delante de Sabrina.

Después de ocultar la tristeza en el fondo de su corazón, Sabrina dijo con calma: "¿Cómo podría una mujer normal como yo encontrar un marido tan anormal? Solo estaba bromeando. Ya que tienes un invitado, no te molestaré más. Por favor, tráeme las fotos de mi madre y me iré inmediatamente".

No miró mucho a Sebastian, como si no se conocieran en absoluto.

Sebastian también se mantuvo inexpresivo.

No quería llegar a la familia Lynn, pero no podía ignorar el hecho de que Selene le había salvado la vida antes. Por eso, había tomado la decisión para visitar su familia ese día.

Pero de todas formas no esperaba encontrarse con Sabrina.

Lincoln y Jade se sentían secretamente aliviados después de ver que Sebastian y Sabrina no se conocían.

En realidad Sabrina no sabía que el hombre con el que se acostó no murió sino que se convirtió en el hombre más codiciado de Ciudad del Sur de la noche a la mañana.

Selene intercambió una mirada con sus padres por un momento, y luego dijo: "Sabrina, mi novio acaba de llegar, ¿y quieres irte? Eso es demasiado irrespetuoso. Mi novio podría malinterpretar y pensar que te hemos tratado mal".

Selene se dio la vuelta y le dijo a Sebastián: "No la conoces, querido Sebastian. Mi familia pagó sus gastos de manutención y estudios desde que era una adolescente, ¡pero esta chica seguía portándose mal! La metieron en la cárcel durante su segundo año...".

Sebastian lanzó una mirada de disgusto a Sabrina, y luego le dijo a Selene: "No te acerques tanto a personas tan desagradables en el futuro".

"Por supuesto que no, querido Sebastian, pero ella todavía tiene que cenar con nosotros hoy. No importa, ha pasado ocho años viviendo con nosotros y toda mi familia la quiere", dijo Selene de forma extremadamente dulce y gentil.

Aprovechando un ángulo que quedaba fuera de la vista de Sebastian, Selene no olvidó sonreír maliciosamente a Sabrina.

Lo que Selene quería era mostrarle a Sabrina lo felices que podían ser ella y Sebastián.

Si no fuera por el miedo a que Sebastian se enterara, Selene le habría dicho directamente a Sabrina: "El hombre que salvaste sacrificando tu propia virginidad es en realidad el hombre más codiciado de Ciudad del Sur, y ese hombre es ahora mi prometido".

Sobre todo, quería presenciar con sus propios ojos cómo Sabrina moría de rabia.

Al ver que toda la familia Lynn no mencionaba las fotos, Sabrina respondió inmediatamente: "Me quedaré a cenar".

De todos modos, le preocupaba no tener un lugar donde comer más tarde.

No importaba si era la tercera rueda o si la miraban con desprecio, mientras pudiera llevarse las fotos de su madre, su visita no habría sido en vano.

Después de sentarse y solo entonces, Jade le entregó dos fotos a Sabrina. Ella miró la foto de su madre y las lágrimas casi se escaparon de sus ojos.

Ni siquiera había conseguido averiguar cómo había muerto su madre y si había sido culpa de ellos, pero ahora tenía que comer aquí. La humillación en su corazón no se podía ignorar.

El dinero que Sebastian le iba a dar debía ser reclamado. Una vez que haya conseguido el dinero, comenzaría a investigar la causa de la muerte de su madre.

Si era la familia Lynn la que había asesinado a su madre, les haría pagar cien veces más.

Guardó las fotos en su bolso y se sentó sola en la esquina del sofá.

Los miembros de la familia Lynn ya no quería prestar más atención a ella, pues estaban concentrados en conversar con Sebastian.

"Joven Amo Sebastian, ¿qué opinas de tu matrimonio con Selene?". La forma en que Lincoln trataba de complacer a Sebastián era tan humilde y atenta como la forma en que la gente de la clase media actuaba cuando quería que las familias ricas aceptaran a su hija como esposa.

Aun así, Lincoln y Sebastián conversaron amigablemente delante de Sabrina.

"¡Me casaré con su hija! Pero tiene que ser después de dos meses". El tono de Sebastian era frío y distante.

Le molestaba la forma en que la familia Lynn discutía asuntos matrimoniales frente a una extraña.

Ni mucho menos, ¡frente a Sabrina!

Obviamente, era su esposa legal, pero actuaba como si todo esto no tuviera nada que ver con ella.

Era realmente una manipuladora intrigante a tan corta edad.

Al ver cómo Sebastian se mostraba hosco y frío, Lincoln, que era en realidad mayor, ni siquiera se atrevió a refutar nada. Solo asintió y dijo: "Todo depende de usted...".

Sin embargo, Selene actuó de forma simpática y dijo: "Querido Sebastian, no puedo esperar. Las cosas pueden cambiar fácilmente en dos meses. No me quedará bien el vestido de novia para entonces. ¿Podemos celebrar nuestra boda este mes, por favor?".

Sebastian despreciaba especialmente a las personas que eran falsas y actuaban de forma hipócrita. Si Selene no se hubiera ofreciendo antes a él para salvarlo, él ya se habría marchado.

Respondió fríamente: "La boda será dentro de dos meses".

Selene sonrió de forma extremadamente incómoda. "De acuerdo... De acuerdo".

Giró la cabeza y miró a Sabrina con orgullo.

Sabrina miraba en dirección al comedor y no prestaba atención a su discusión. ¿Acaso la fecha de su boda tenía algo que ver con ella?

Ella solamente tenía hambre.

Estaba embarazada, cualquier momento era bueno para comer.

Sabrina sintió la mirada maliciosa sobre ella, así que se volvió y le preguntó a Selene: "¿Ya es hora de comer?".

Selene se quedó sin palabras. Se sintió como si su esfuerzos de hacer a Sabrina a sentirse celosa no hubieran servido de nada.

Sebastian, por su parte, no pudo evitar dirigir una mirada más a Sabrina.

La capacidad de Sabrina de mantenerse independiente e insensible era incomparable, lo que hizo que su corazón palpitara un poco más rápido.

La asistenta de la casa sirvió los platos, y Sabrina al instante miró con atención la ensalada de aguacate y melocotón.

Era la ensalada favorita de Selene.

En cuanto la ensalada fue colocada en la mesa, Sabrina la llevó a su asiento y se la comió antes de que Selene pudiera tocarla con su tenedor.

"Ehh...". Selene la miró con incredulidad.

Jade estaba aún más furiosa, pero no podía gritar porque Sebastián estaba presente, así que fingió una sonrisa y dijo: "Sabrina, no sabía que te gustaran tanto las ensaladas...".

"Emm, siempre había querido probarlo, pero nunca pude. Hoy, por fin puedo comerlos". Sabrina asintió mientras comía.

"¡Jaja qué graciosa!". Jade se rio mientras hablaba entre los dientes. "¿Qué más quieres comer?".

Sabrina levantó la vista y miró la mesa del comedor. "Salmón, bolas de gambas, brócoli...".

Ella sabía que la estarían maldiciendo cientos y miles de veces en sus corazones.

Sin embargo, fueron ellos los que insistieron en que se quedara a comer.

El bebé que llevaba en su vientre era su único familiar, así que lo más importante era dejar que el bebé se diera un festín.

No tenía a nadie en este mundo que la quiera, así que tenía que quererse a sí misma.

Bajo la atenta mirada de todos los presentes, dejó el tenedor y dijo: "Estoy llena, me voy".

A Selene ya no le importaba hacerse la simpática frente a Sebastian. En su lugar, provocó a Sabrina con un tono de burla: "Ya es de noche, tienes que volver corriendo para empezar tu negocio, ¿cierto?".
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