Irresistible Tentación
Irresistible Tentación
Por: Cam Jaxx
Capítulo 1

“Señor Lewis, el auto está esperando por usted.”

Mira por el reflejo del espejo mientras intenta anudarse la corbata. Aaron está allí, como siempre pulcramente vestido con su chaqué hecho a la medida, mirándolo con la misma expresión de siempre, solo que está mordiéndose el labio inferior.

Lewis suspira, volviendo a poner su atención en la corbata que no puede arreglar. Sus mejillas arden como si alguien las hubiera abofeteado sintiendo la mirada penetrante de Aaron en la nuca. Hay algo revolviéndose dentro de él que no le deja estar tranquilo, le hace sentirse terriblemente incómodo y ahogándose.

Escucha a Aaron reír, como siempre ronco y profundo, notablemente divertido con la situación.

"Es realmente sorprendente que todavía no sepa cómo anudarse la corbata." Aaron está detrás de él en un instante, brazos alrededor de su cuello y hombros, respiración en el nacimiento de su cabello, mientras que sus labios llenos y rojos acarician su piel mientras habla. Lewis se estremece. "Déjeme ayudarle, señor."

Lewis se ofusca, pero no se aparta. Mantiene los ojos fijos en un punto muerto de los bordes del espejo, sintiendo como Aaron se presiona contra su espalda y lo rodea completamente porque su cuerpo es más alto y amplio que el suyo. Suelta un suspiro que es mitad un jadeo cuando Aaron se empuja contra su culo y presiona su erección contra él.

Esto no es propio, totalmente lo contrario. Lewis le ha dicho muchas veces que no debe hacerlo, porque él es su jefe y es inapropiado e imprudente. Han pasado muchos meses en los que ha puesto reglas que, posteriormente, Aaron rompe o pone en objeción. Está cansado.

Aaron besa su cuello despacio, disfrutando cómo Lewis se estremece. "A veces pienso que solo lo hace para que yo le ayude."

Encontrando su fuerza, Lewis se aparta de él y camina en otra dirección sin mirarlo a los ojos. No dice nada, solo sale corriendo de la habitación hasta que baja las escaleras, pero maldice cuando escucha a Aaron ir detrás de él, riendo. Lewis rueda los ojos, porque Aaron está siendo muy molesto.

"¿Quieres dejar de seguirme?" Lewis dice, deteniéndose y enfrentándolo. Aaron se detiene a unos pasos de él, rostro serio antes de sonreír de lado. Lewis odia esa sonrisa.

No en realidad.

"No me ha dado mi beso de despedida, señor."

"Aaron, por favor, ya hemos hablado de eso. Necesitas parar."

Lewis se pasa la mano por la frente, teniendo cuidado con su cabello, y suelta un suspiro pesado. Jadea, sin embargo, cuando Aaron lo presiona contra la puerta, respirando muy cerca de su rostro. La piel de Lewis se eriza y enrojece en el momento en que los labios de Aaron barren su mandíbula, hablando en voz baja, privado, y solo para que Lewis lo escuche.

"Yo le he dicho que no lo haré." Aaron hace un sonido divertido, frotando su mejilla contra la de Lewis y soplando aire caliente a su oído. "Usted es mío, señor. Y lo sabe."

"Yo- Yo soy tu jefe." Lewis traga mientras pone las manos sobre el pecho musculoso y bien definido de Aaron. Es que todo en Aaron es definido, desde la nariz perfilada hasta la mandíbula fuerte, masculina y afilada como una navaja, los hombros y espalda anchos directo a los brazos y manos, dedos finos que se presionan contra su espalda baja.

"Eso no es un problema, ¿verdad?" él dice, dejando un casto beso sobre la mejilla de Lewis. "Si realmente no quisiera esto, ya me habría empujado. Pero no lo hace. Su cuerpo está pidiéndole lo mismo que el mío, solo que usted aún no está listo."

Lewis lo piensa mientras Aaron lo empuja con el cuerpo hasta que están amoldados contra el otro, y sus manos (sus muy grandes manos) están acunando su culo y acariciándolo. El labio inferior le tiembla y las piernas se sienten como gelatina. Está un poco asustado, en realidad, porque Aaron está tan cerca que podría sentir los latidos de su corazón latiendo contra su pecho.

"Aaron, no… por favor."

"Es por eso que no sale con nadie, ¿no es así?" Aaron continúa, ignorándolo y tocando todo lo que puede. Lewis no está realmente quejándose. "Esperando por mí para cuidarlo y mimarlo como se lo merece, como lo quiere, como anhela, para que esté a cargo de usted y no tenga que dormir solo nunca más. No tendrá que masturbarse pensando en mí cada noche porque me tendrá a su lado para calentarlo. Tampoco tendrá que meterse los dedos imaginando que soy yo, solo porque no quiere decirlo."

Eso es- oh. Los parpados se cierran sin quererlo y su boca se abre para dejar salir un largo y bajo suspiro tembloroso. Es tan de Aaron hacerle eso. La charla sucia es algo que él disfruta, porque le encanta verlo retorcerse justo como lo hace ahora. Aaron le ha demostrado muchas veces que podría hacerlo correrse solo con su sucia lengua.

Está siendo presionado por un cuerpo duro y caliente, su cuello siendo besado, mordido y chupado, y Lewis en serio debería apartar a Aaron y volver a marcar los puntos de diferencia entre empleado y empleador, pero... él no lo hace.

Aaron lo mira con los ojos oscuros de placer y deseo, lamiéndose los labios con la vista fija en los de Lewis. Lewis se retuerce, incómodo más allá de lo común, intentando no respirar fuerte y calmar a su pobre corazón, pero Aaron no lo deja. Lo toma de la mandíbula y lo obliga a mirarlo a los ojos, su dedo pulgar acariciando el labio inferior.

"Tengo que irme" Lewis dice mirándolo. Aaron asiente, pero no deja de mirar los labios de Lewis. Luego sonríe y lo agarra por los hombros, deslizando las manos, (las que son muy grandes y a veces distraen a Lewis. Pero ese no es el punto.) Tocándolo por encima de la gruesa tela del saco y terminan descansando en su cadera, acariciando perezosamente el hueso pélvico.

"Espero que tenga un buen día, señor Lewis."

Lewis se contiene de rodar los ojos antes de chasquear la lengua. "Solo déjame ir, ¿de acuerdo? Ya estoy tarde."

"Mhm."

Cierra los ojos con fuerza y aspira aire para llenar sus pulmones repentinamente vacíos. La polla dura de Aaron está presionada contra su muslo, frotándose descaradamente contra él, contra la polla de Lewis que está despierta y goteando en sus pantalones de tela.

Lewis es humano, ¿okey?, tiene sangre corriendo por las venas y huesos y piel, y todo eso. Su cuerpo reacciona naturalmente ante lo que está pasando y él no puede simplemente decirle a su polla que no se ponga dura, porque eso simplemente no. En cambio deja que Aaron lo haga, apretando los dientes y respirando por la nariz con fuerza.

Y luego no está.

"Cuando regrese la comida estará lista para servir." Aaron camina de espaldas, pasándose una mano por el cabello, lamiéndose los labios. Ojos oscuros, casi negros, totalmente nublados con lujuria, mientras que sus mejillas están sonrojadas como si les hubieran puesto rubor. Y volviendo al punto de que Lewis es humano, Aaron es hermoso, como que muy, muy hermoso y seductor. Qué bueno que Lewis no ha caído rendido por él. Já.

Abre la puerta con dificultad, dedos inútiles temblando, su mano sudorosa. Es un desastre. No debería serlo, pero lo es. Su chofer está esperándolo recostado al auto con los ojos cerrados, Lewis se aclara la garganta cuando está cerca, y lo que el hombre hace es dar un respingo y lograr que su cara completa se ponga roja como un tomate.

Él se apresura; rodea el auto y mantiene la puerta abierta para Lewis. Le regala una sonrisa amable antes de meterse y sentarse, solo para removerse y ajustarse a sí mismo cuando su erección se presiona incómoda contra la tela del bóxer.

"M****a."

Deja salir un suspiro aliviado y se recuesta en el asiento para calmarse. Sus nervios están a flor sobre todo su cuerpo. Se siente sensible y todavía acalorado, pero cierra los ojos buscando la paz que tanto necesita en este momento. Está sonando una suave melodía en la radio, así que está realmente agradecido con Josh por ponerla.

La atmósfera dentro del auto es cómoda, relajante, suave y delicada; Lewis aprecia esos momentos. El hecho de que su cuerpo se sienta más ligero cuando escucha música clásica, es verdaderamente encantador. Ama la manera en la que sus ojos se cierran, dedos campanean en las rodillas y su cabeza se mece sin hacerlo en realidad.

Toda esta cosa de ser famoso nunca estuvo en sus planes. Se recuerda a sí mismo como un pequeño chico, delgado y poco agraciado, de un barrio de la ciudad, al que le gustaba escribir en sus tiempos libres. Por las tardes jugaba fútbol con sus amigos, y por la noche se sentaba detrás de su escritorio y dejaba que la historia se escribiera sola. Es agradable, en realidad, echar un vistazo al pasado y recordar cómo fueron esos tiempos, una bastante grande diferencia.

Josh detiene el auto en la parte trasera del edificio, pero todavía puede escuchar el sonido de los flashes de las cámaras y el obturador cuando presionan para las fotos. Suspira. Él ha hecho esto antes. No es nada nuevo.

***

Devin  está sobre él en el momento justo en que termina de firmar páginas de su último libro. 'Irresistible Tentación” ha sido un éxito. Los medios se han vuelto locos, y los fans han continuado llenando su Twitter con preguntas sobre las misteriosas frases al final de los capítulos. Algunos han criticado su manera de escribir, llamándola narcisista y poco benevolente, pero a Lewis le resbala.

Está harto, súper harto, híper-harto, de que el pensamiento general crea que todos los escritores deben crear libros con temáticas clichés, o aburridas novelas sobre el amor imposible, cuando en realidad, hay cosas con mayor relevancia. Es un hecho que él no va a cambiar lo que le gusta hacer porque a tres pájaros no les guste. Le pueden besar su enorme culo.

"Eso fue asombroso, Lewis." Devin  le lanza un guiño mientras levanta el meñique de la mano izquierda. Lleva una copa en la otra mano, y -¿en realidad está bebiendo licor en una firma de libros? "Me siento muy orgullo de ti. Es como que mi corazón está a punto de saltar de mi pecho mientras te veo allí, sentado y taciturno, como si no hubiera sido tu noche maravillosa para brillar cual estrella."

Lewis se ríe. Devin  es un amateur de la poesía y crea sus propias líricas cuando le viene en gana, no es realmente malo. De hecho, es bastante bueno, pero ha dicho antes que lo suyo es estar detrás de la pantalla.

(Lewis ha visto el diario secreto que él lleva en sus viajes. Está lleno de poemas que le han derretido el corazón y casi han hecho que las lágrimas salgan. Es malditamente bueno. Es como el Dickinson moderno en una versión masculina -bueno, no, pero algo como eso.)

"Estoy cansado. Muchos rostros para una sola noche. ¿Cuántos fueron esta vez? ¿Mil, dos mil?" pregunta, echando la cabeza hacia atrás cuando el aire fresco le pega en el rostro.

Devin  sigue allí, con la copa en la mano, dándole sorbos, y sonriendo. Tiene los ojos brillantes y rojizos, seguramente ebrio, ó, cerca de estarlo.

Suelta un sonido feliz, ronco y raro. "Querido Lewis, tus expectativas son realmente penosas. ¿Tienes idea de qué hora es? Bueno, yo no -pero sé que es muy tarde. Han pasado horas desde que llegaste." Se deja caer en el sillón de uno, su copa salpicando en su probablemente muy costoso saco. "Cerca de seis mil."

Lewis se atraganta con nada, inclinándose hacia adelante y abriendo los ojos como platos. Devin  le sonríe quisquilloso desde su lugar.

"Estás de broma. No puede ser posible."

"Y..." extiende la letra por un rato antes de toser, luego se aclara la garganta, asintiendo. "...hubo muchos que quedaron esperando. Maggie pensó que no era bueno para ti. Podrías cansarte, agobiarte, y no sé qué más dijo... no estaba prestándole atención, honestamente. Pero sí, Lewis, eres un puto genio. Todos te aman."

Aún está en shock, realmente. Es -wow, nunca nada fue igual. Nunca hubo otra presentación tan grande como la que acaba de pasar. La idea de tantas personas, en una fila todo el día, horas seguramente, a la espera de verlo y tomarse fotos con él y de su estúpida letra horrible. Es increíble, es un orgullo propio de un escritor, cuando a las personas realmente les gusta lo que haces. No tiene comparación.

"Es hora de ir a casa" Devin  resopla, entrecerrando los ojos y balbuceando más cosas que Lewis no llega a entender. Él se gira, sin embargo, antes de irse completamente y le lanza un beso. "Que tengas dulces sueños, Withman."

"Mantén tu cara siempre hacia el sol -y las sombras caerán detrás de ti."

Los ojos de Devin  se arrugan cuando se ríe. "Buena noche, muchacho. Ah, y envíale saludos a Aaron de mi parte." Es solo un murmullo a medida que sale del rango de visión, alejándose hasta donde su chofer lo está esperando.

No hace falta nada más que eso para que Lewis se estremezca. Maggie le lanza una sonrisa cuando él pasa hacia la salida, le devuelve el gesto, empujando la puerta, solo para que el aire frío de la noche le golpee. Atenaza con saña su saco, buscando calor. El viento le está volando el cabello, seguramente también, pintándole las mejillas. Ya su nariz de siente como si fuera un pedazo de hielo, y eso que solo ha dado un par de pasos.

Josh ya tiene la puerta abierta del auto, una sonrisa amable en contradicción con sus ojos cansados. Hace una nota mental para darle más días libres.

El viaje es rápido, sin tráfico ni problemas, así que en un santiamén están en su casa. Le dice a Josh que él mismo abrirá la puerta, y se dirige adormilado hacia adentro. Las luces están encendidas, pero como de casualidad no hay nadie. Seguramente Aaron se ha ido a dormir porque no hay rastro de él por ninguna parte. No es como si Lewis estuviera deseando que Aaron esté esperándolo. Pff.

En la cocina hay una bandeja de acero cubierta. Seguramente es la cena de la que Aaron habló. Levanta la tapa, dejando que sus pulmones se impregnen del olor maravilloso que solo la comida hecha por Aaron posee.

Se quita el saco y lo deja colgando de su brazo, yendo por un vaso de agua, incapaz de probar un poco de comida sólida. Está demasiado cansado, sus párpados están realmente pesados, cerrándose por sí solos. Deja a su frente descansar sobre la puerta del refrigerador y deja escapar el más largo y débil suspiro de cansancio.

"¿Fue una noche difícil, señor?"

Lewis trastabilla, golpeándose la frente con el estante. No pasa un segundo, pero Aaron está allí ayudándolo a recuperarse cuando su visión se pone borrosa, tal vez por el sueño, tal vez por el golpe, ¿quién sabe?

"¿Se hizo daño?" Aaron pregunta, voz preocupada, justo detrás de su oído. Lewis asiente, parpadeando rápidamente. "Uh, creo que se está poniendo morado. Mejor le ayudo."

Lewis no se opone a la ayuda, pero no está muy seguro de qué tiene eso que ver con que las manos de Aaron estén sobándole el culo. No importa ahora mismo, se siente un poco mareado, Aaron huele realmente bien, la frente está palpitándole, Aaron no está llevando camiseta, está a cinco segundos de quedarse dormido.

Siente que Aaron lo levanta, haciéndolo envolver las piernas alrededor de su cadera. Esto solo le ayuda a afrontar el hecho de que Aaron podría doblarlo a la mitad y follarlo si le diera la gana, cuando lo quisiera y donde quisiera. No debería parecerle tan tentador y sexy, pero lo hace.

Registra el hecho de que está entrando en una habitación -no es la suya. Huele a colonia fuerte, a algún rociador de manzanas y canela, huele a... huele a Aaron. Es dejado suavemente sobre las sábanas suaves, cómodas, luego lentamente siendo despojado de su ropa.

Hay un murmullo que suena como a Aaron diciéndole algo, pero el sueño es pesado y su cuerpo está pidiéndole un descanso. La oscuridad es seductora por un momento, como una nebulosa poderosa, que lo absorbe hasta llevárselo en el sueño.

***

Se despierta cuando el calor está tragándose a su cuerpo, como llamas que lo envuelven por todas partes. Se retuerce, intentando buscar algo frío a lo que aferrarse, pero no hay nada.

Es cómodo, sin embargo. Se siente como si pudiera dormir todo el día sin parar, sus ojos están más descansados de lo que estaban anoche y sus músculos perfectamente estirados. Gruñe cuando siente su frente palpitar, absolutamente dolorido cuando se golpea accidentalmente con la mano, cuando buscaba el lugar del dolor.

"Podría ponerse peor, señor. No recomiendo que lo toque."

Lewis se sobresalta, su piel crispándose apenas escucha el profundo timbre justo detrás de él. El calor irradiando de otro cuerpo adherido al suyo, y el posesivo agarre alrededor de su cintura, manteniéndolo sujeto, sin poder moverse. Pero Lewis quiere huir, no quiere nada más que salir corriendo hacia ningún lugar y no volver.

"¿Qué demonios, Aaron? Suéltame en este momento."

Aaron no dice nada y Lewis está a punto de entrar en combustión. Pero luego hay una mano bajando por su pecho. Él en realidad no había notado que estaba desnudo, como totalmente desnudo, y que hay algo duro, grueso y húmedo, empujando entre sus piernas, presionando justo en sus bolas. La mano sigue bajando lentamente, tomándose su tiempo para acariciar en círculos el área de su vientre bajo, con la mano abierta tocando su piel.

"A-Aaron, ya basta." Se queja, intentando sacar las manos de Aaron de en encima.

Para su lástima, la mano que está masajeándolo, está teniendo efecto. Su polla está latiendo, a medio camino de ponerse dura, el aire caliente que Aaron sopla en su oído. Un gemido escapa de su garganta, sus manos húmedas apretando los brazos de Aaron, cuando él besa su cuello y toma entre sus dientes el lóbulo de su oreja. Se empuja hacia atrás sin pensarlo, recibiendo un movimiento de cadera desde atrás.

"Me gusta tanto que sea sensible" Aaron susurra en su oído, nariz metida en su cabello tomando profundas respiraciones como si Lewis fuera el oxígeno en vida. "No tiene idea de las cosas que podría hacer con usted."

"¿Q-Qué harías?"

Si bien no puede apartarse, él podría disfrutar un poco, ¿no? Ha pasado mucho, mucho tiempo desde que estuvo con alguien. Su cerebro de alguna forma se ha negado a estar con alguien los últimos meses, así que está un poco frustrado, ¿de acuerdo? El hecho de que Aaron sea tan caliente no está ayudándole a pensar mejor, pero, su cuerpo lo hace, y está respondiendo perfectamente al juego de Aaron.

Escucha a Aaron soltar un pequeño sonido, algo parecido a satisfacción y gemido. "Me gustaría tocarlo así..." su mano es tibia cuando lo toma en sus manos, Lewis se estremece al contacto. Los dedos largos están haciendo un destrozo de él, solo ha pasado ¿un segundo? Lo único que sabe es que esa mano se siente como nada antes, es cercano a lo mejor que ha sentido, y en realidad, tiene miedo de que Aaron se detenga. "Sensible."

Aaron no se detiene, para su alivio, en realidad aumenta el ritmo de su mano, acariciando la punta, diluyendo el líquido preseminal para untarlo sobre su polla. Es magistral, Lewis lo ama, es el cielo puro. Gime largo y fuerte, cuando la otra mano de Aaron acaricia sus bolas, rodándolas en su mano, volviéndolo una masa endeble en sus brazos.

"Oh -Aaron" Lewis gime profundo, enterrando el rostro en la almohada, mordiéndola con la esperanza de no parecer tan necesitado, sus manos se aferran a las suaves sábanas. Siente la sonrisa de Aaron en su cuello, disfrutando el tenerlo así. Quién sabe cuánto tiempo ha estado eso en su cabeza, rondando para acecharlo y tocarlo a su antojo. La misma idea pone a Lewis más caliente. Aaron deseándolo, queriendo follarlo, y tocarlo, es sumamente exquisito.

No lo nota, pero Aaron usa su fuerza y lo gira, dejándolo sobre su estómago, la mano que lo acariciaba desaparece, el placer siendo sustituido por las sábanas. Lewis no puede evitarlo, sus caderas se mueven solas, la tela se siente muy bien contra su polla y el colchón le da buena fricción. Se frota contra ella hasta que siente el suave, casi imperceptible cosquilleo en la boca de su estómago; su orgasmo está llegando, y Lewis desea, oh, desea, algo dentro de él, un dedo, una lengua, una polla, lo que sea. Su agujero que aprieta alrededor de nada, esperando por ser llenado y follado duro, como lo ha estado queriendo desde hace meses.

Sintiendo que es insoportable, solo la fricción, él lanza su mano hacia atrás, a su culo, buscando a tientas su agujero. Lo frota a secas, su dedo a lo largo del pliegue que separa ambas nalgas, rebuscando por su propio placer. Pone saliva en su boca y humedece sus dedos, volviendo atrás para poder frotarlos mejor. Se muerde el labio inferior cuando un dedo pasa su anillo de músculos, suavemente suavizándose, hasta que está suficientemente resbaladizo. Él comienza a penetrarse a sí mismo, aunque no es lo que esperaba, es mejor que nada, mejor que vacío.

"Alto."

Lewis apenas abre los ojos, medio cerrados mientras se folla con sus propios dedos. No quiere parar, no quiere detenerse, porque se siente bien, es lo único que quiere, está volando por ello, así que no lo hace. Él sigue adelante, jadeando por aire, la sensación de estar ahogándose está llenando su cuerpo rápidamente.

Grita, cuando una mano fuerte toma su brazo y lo aparta, dejándolo encima de su cabeza. Abre los ojos y voltea la cabeza, buscando una respuesta, pero Aaron lo está mirando directamente a los ojos. Pupilas imposiblemente más dilatadas, respiración es pesada y nada acompasada cuando su pecho se ensancha con cada bocanada de aire. Tiene toda la piel sonrojada, de pies a cabeza, y su polla está levantada con aspecto doloroso, el color rojizo y las venas marcadas son un indicativo del placer y excitación que está corriendo a través de él. Se ve como un dios, un poderoso dios que puede hacerlo sentir como la más baja puta, deseosa por sexo, por alguien que lo use para el placer de ambos.

Cierra los ojos y gime, lo quiere tanto. Lo quiere tan mal. Se empuja hasta que está de rodillas, el pecho y cabeza pegadas al colchón, culo levantado al aire, ofreciéndose. Su polla está colgando, buscando atención, y Lewis se la daría, si sus manos no estuvieran apresadas fuertemente por una sola mano. ¿Lewis ya había mencionado que las manos de Aaron son enormes?

"M****a" Aaron jadea, pegándose a Lewis hasta que su polla se frota entre sus nalgas, creando la fricción que ambos necesitan. Lewis lloriquea, el placer quemándole desde adentro, haciendo su camino hasta afuera.

"Por favor, por favor, por favor" ruega, no sabe qué o por qué, pero él lo necesita. Es como si no tuviera un motor dentro de su cuerpo, o como si necesitara ser arrancado para poder funcionar bien. Su cabeza está flotando en alguna parte y su cuerpo se siente como una identidad completamente diferente, pero lo quiere tanto. No se había sentido así de necesitado desde hace mucho, realmente no puede si quiera recordarlo. "Aaron, fóllame, por favor. Aaron."

Hay ruido detrás de él, y luego nada, Lewis se queja alto y claro, dando a entender su descontento. Pero luego hay una mano acariciándolo en el centro de la espalda, que se desliza hasta el contorno superior de su culo, tomando la masa de sus nalgas entre sus manos y apretando. Líquido frío es echado en su entrada, que resbala hasta sus bolas y cae a la cama.

Lewis no quiere si quiera ver como luce desde el otro extremo. Completamente expuesto, esperando por Aaron para que lo folle tan bien que sea capaz de recordarlo por toda la semana. Si Aaron sabe usar su gran polla como dice, eso será la mejor experiencia que Lewis haya tenido en toda su vida.

Escucha a Aaron gruñir algunas palabras, y luego hay un par de dedos bordeando su agujero, antes de meterse lentamente. Lewis se inclina hacia el toque, buscando más placer, sintiéndose afiebrado por el calor que su cuerpo está desprendiendo y por los dedos que están jodiendolo con fuerza, y rapidez.

No pasa un segundo, pero siente como Aaron se remueve un poco y luego algo grande y grueso está presionando contra él. Toma una gran respiración, mientras se empuja hacia atrás y Aaron hacia adelante, frotándose suavemente contra sus paredes internas, estirándolo tan bien que Lewis no puede pensar en otra cosa que no sea en la gran polla que está llenándolo, follándolo.

"Demonios, Lewis" Aaron gime en su oído. Es la primera vez que lo escucha llamarlo por su nombre, después de haberlo discutido un largo tiempo, Lewis se dio por vencido, Aaron negándose a llamarlo por su nombre, hasta ahora. Debe estar muy ido en su propio placer cuando olvida ese simple detalle.

Entonces Lewis se deja ir. Todo él abandonado su cuerpo, dejándolo ser mientras Aaron entierra sus uñas en las caderas de Lewis, demasiado inquieto como para quedar quieto. Él mismo aferrándose a las sábanas, como si ellas fueran un salvavidas que lo mantiene a flote. El peso es caído sobre él, Aaron se recuesta en su espalda, llenándolo de besos y mordidas, lame una larga línea de su cuello antes de morderlo. Lewis se sobresalta, ojos aún cerrados, pero es como si pudiera ver exactamente lo que pasa, lo siente, más que nada, el toque de Aaron por todas partes, acariciándolo con poder, dejando en claro quién es el que está al mando. Debería detenerlo, y hacer que las cosas sean iguales para ambos lados, pero se siente bien. Le gusta la sensación de Aaron dominándolo, de Aaron estando a cargo, solo dejándolo a él disfrutar el viaje.

"Estas apretado" Aaron jadea en su oreja. "Apuesto a que no ha habido nadie por aquí en un tiempo, ¿eh?" Lewis se queja desde lo bajo de su garganta. Grita alto, ojos apretándose, su agujero siendo una prensa para la polla de Aaron, cuando él le da una nalgada. "Hice una pregunta. ¿No es cierto?"

"¡Sí! Sí, por favor."

Hay lágrimas calientes bajando por sus mejillas, el placer está abrumándolo, está quedándose sin aire, y Aaron no se mueve. Se pregunta si él es el único que se siente así. Un beso es presionado contra su mejilla, antes de que Aaron se empuje con fuerza.

Todo el aire sale de sus pulmones, haciéndolo boquear un momento, un grito sin sonido escapándose de sus labios. Aaron lo hace de nuevo. Lo folla duro, el agarre en sus caderas volviéndose doloroso, pero no se queja. Se empuja por más, gimiendo el nombre de Aaron.

Hay luces parpadeantes y brillantes detrás de sus ojos, la neblina de lujuria llevándose todo de él. Se encuentra a sí mismo empujándose hacia atrás a la vez que Aaron hace sus estocadas. Es profundo, duro, y grueso, su polla llenándolo más de lo que Lewis esperó. Se vuelve masa suave en los brazos de Aaron.

Se queja cuando Aaron se detiene, le da la vuelta a Lewis, tomándose un solo segundo para abrirle las piernas y volver a penetrarlo. Toma las manos de Lewis con las suyas, subiéndolas por encima de su cabeza antes de volver a follarlo. Por instinto, Lewis envuelve sus piernas alrededor de la cintura de Aaron, sintiéndose vulnerable, expuesto, pero lo desea. Es todo lo quiere y en todo lo que puede pensar.

Aaron no es suave, de ninguna manera lo es, es duro, apasionado, y caliente. Es lo que necesita.

"Abre los ojos y mírame." Es una orden, Lewis la cumple.

Sus ojos están pesados, sintiéndose como si acabase de despertar. Aaron es apenas una figura borrosa, pero allí está. Sus labios están entreabiertos, tomando bocanadas de aire, las mejillas rojas y el cabello húmedo alrededor de la frente y el rostro. Se ve como un ángel, es precioso, hermoso. Una sonrisa cínica en sus labios mientras toma en su mano la polla de Lewis, está goteando, caliente y sensible, sintiéndose pesado contra la mano de Aaron. Su mano está cálida, pero se siente como hielo derritiéndose contra su polla.

"Mira que linda polla." Aaron escupe en su mano, usando la saliva para humedecerlo, creando una mejor lubricación.

Por primera vez en todo el tiempo que Lewis contrató a Aaron, él ve los tatuajes que están en el cuerpo de Aaron. No intenta evitarlo, saca sus manos del agarre de Aaron y los traza con sus dedos, sintiendo las líneas finas del tatuaje de su pecho. Dos golondrinas. En cualquier persona se vería extraño, raro incluso, pero no en él. En Aaron se ve bien.

Los ojos de Aaron jamás se apartan de los suyos, es como si no estuviera, como si Lewis fuera lo último que queda y está tomando todo de él, literalmente. Se empuja con fuerza, su punta cepillando la próstata de Lewis, arrancándole un gemido-grito desde su garganta, le quema, le arde, pero la sensación de Aaron encima de él, sujetándolo con fuerza mientras lo folla -y qué bueno es-, es... es...

"Maldición." Aaron se inclina hacia él, todo el peso de su cuerpo cayéndole encima, pero no se siente mal, más que todo es reconfortante. Él se acerca, tan cerca del rostro de Lewis que su aliento está tocándole los labios, y Lewis lo quiere. Quiere saber a qué saben los besos de Aaron, lo que podría hacer con la boca tan bonita que él tiene. Enreda su propia mano en los rizos húmedos de la nuca de Aaron, cerrando los ojos a la espera del toque de sus bocas. "Ansioso." Él se ríe, mordiendo la mandíbula de Lewis y besando sus mejillas. "Si tan solo pudieras verte." Gime la última frase, volviendo a golpear con fuerza.

Lewis tiembla, su cuerpo casi convulsionando de placer y bruma. Si lo piensa realmente, solo era cuestión de tiempo antes que esto sucediera. Ha pasado ¿cuánto? ¿Seis meses, nueve? Deseando a Aaron desde que lo vio por primera vez. No lo malinterpreten, él revisó personalmente todas las recomendaciones de Aaron antes de dar el sí; llamó a cada uno de los anteriores empleadores, y todos ellos dando críticas perfectas sobre él. Así que era como un hombre perfecto en ese momento. Entonces, sí. Era solo cuestión de tiempo.

El nudo de su estómago da un tirón final y es todo lo que él necesita. Se viene con fuerza, chispas explotando detrás de sus parpados, su boca abierta sin soltar un sonido y Aaron aun golpeando rápido y profundo dentro de él. Mancha su pecho y mentón, su polla atrapada entre sus cuerpos sudorosos, frotándose contra sus abdómenes. Aprieta su agarre en el cabello de Aaron, cabalgando su orgasmo como nunca antes.

"Eso es, bebé. Tan bonito." Aaron gruñe, mordiendo el hombro de Lewis con fuerza antes de venirse también. Se entierra profundo, gimiendo en alto, mientras llena el condón. Lewis se deja caer al vacío, muy cansado como para pedirle a Aaron que salga de encima, así que se conforma con frotar su espalda a la vez que intenta regular su respiración. Aaron está besando su cuello y clavículas, sus labios hacen cosquillas en su piel, pero no se queja.

Eventualmente, Aaron se separa, teniendo cuidado de no lastimarlo cuando sale de él. Se acuestan sobre sus espaldas, respirando con dificultad aún, mirando el blanco techo.

Lewis siente que sus mejillas arden, el calor amontonándose por todo su cuerpo, tiene la esperanza de que Aaron no diga nada, teniendo en cuenta de que está todo sonrojado por los eventos anteriores. Tiene miedo de ver a Aaron, apenado hasta el límite, mientras piensa en lo que acaba de suceder. Tal vez no sea el hecho de que tuvo sexo con su empleado, sino el hecho de que es un hecho que fue Aaron. Sip.

Una mano cálida cae sobre su muslo, un agarre apretado y posesivo, Lewis se niega a mirar. Siente las sábanas removerse, pero no aparta los ojos del techo. El suave toque deslizándose por su pecho, las puntas de los dedos rozando sus pezones, haciéndolo estremecer. Aaron lo jala más cerca, su costado sintiendo el cuerpo firme de al lado.

"Fue mejor de lo que imaginé" Aaron murmura en la piel de su cuello, el cabello haciéndole cosquillas a medida que él frota sus labios en él. "Malditamente naciste para ser follado." Él se burla, la sonrisa pintada en sus labios, Lewis la puede escuchar mientras habla. Lewis se muerde los labios, conteniendo lo que quiere decir, cuando la mano de Aaron baja, pasando su ombligo, acariciando su pelvis, más allá de sus testículos, hasta su agujero. Su labio inferior tiembla y sus ojos se cierran, Aaron desliza un dedo sin problema, acariciando sus paredes húmedas, su agujero usado y aún abierto para él.

"Ah." La palabra se sale antes de poder contenerla.

Aaron se ríe, sacando su dedo y besándole la mejilla antes de correrse al borde de la cama. Se levanta, no mirando hacia atrás mientras camina hasta el baño, los músculos de su espalda moviéndose mientras camina, sus muslos fibrosos flexionándose y su culo se balancea desnudo. Por encima del hombro le da una mirada a Lewis sonriendo.

"Si pensabas que antes era mucho, no tienes idea de cuánto te equivocas." Lewis lo mira, sus cejas en una sola línea recta, mirándolo. Aaron se ríe mientras dice: "Ahora que sé lo que tienes no podrás deshacerte de mí, bebé. Eres mío."

La puerta se cierra detrás de él cuando desaparece. Lewis no tiene idea del temblor que recorrió su cuerpo, pero sabe que las palabras de Aaron tienen un significado tan profundo y sólido como se escuchó.

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