GIRASOLES EN INVIERNO
GIRASOLES EN INVIERNO
Por: Alejandra Jaramillo
PROLOGO

                                                            Paris Francia

                                               14 horas antes de año nuevo

Puede existir un momento con falta de esperanza, escasez de luz y parecer una situación difícil de controlar, sin embargo, después de un acontecimiento así, se puede encontrar la verdadera paz, después de todo, siempre se puede encontrar la felicidad ¿no? Aunque sea difícil de encontrarla.

Muchas veces vemos el mundo color de rosa, pero no siempre será así. Se destruye la felicidad, la armonía, el amor, hasta la propia vida en cuestión de segundos.

Aquel día donde al parecer, resultaba salir bien, se arruinó de nuevo, dos almas, unidas por el afecto y el cariño, donde cada uno de sus corazones se destruyó.

Era un día cálido a pesar de ser invierno, un día de celebración sin motivos para festejar.

Aquella persona, tan dulce, tan gentil, tenía el alma dividida en pequeños trozos frágiles, y todo porque alguien envidiaba su felicidad. Sentía que su cuerpo pesaba exageradamente toneladas, el tiempo pasaba muy lento esperando que las agujas del reloj sean más rápidas; asimilar ese acontecimiento tan desafortunado con dolor, frustración y falta de esperanza; no ser capaces de oír ni sentir el tacto de otra piel, querer estar solos y a la vez anhelar estar con alguien más, para así, encontrar la calma, juntos.

Observaba para todos los lados, izquierda, derecha, abajo y arriba, hasta que vio frente suyo una luz, un poco pequeña, pero iluminaba igual que una estrella, y vio, por unos instantes una figura familiar, no sabía la razón de su presencia. Cuando decidió acercarse, se esfumó, antes de que pudiera ver su rostro. Todo le parecía extraño, no recordaba haber hecho algo fuera de lo común para llegar a ese lugar, solo tomaba café y una ensalada de frutas en el desayuno y sucedieron otros acontecimientos difíciles de recordar, ¿Se encontraba en un sueño? Se sentía muy real para ser aquello, y por unos instantes volvió a ver otro rostro familiar, se acercó demasiado, pronunciaba unas palabras, pero no podía oírlas, tocaba su rostro y no sentía su tacto; un frio escalofriante recorrió todo su ser y esa persona, desapareció.

¿Es una señal que le indicaba seguir? Muchas preguntas y tan pocas respuestas.

Finalmente despertó.

Solo era un amargo sueño, tanto así, que daba miedo dormir y volver a soñar lo mismo. Por primera vez le había temido a una pesadilla.

¿Qué es lo que realmente está sucediendo?

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