Capítulo 6

Rosalia había decidido dar una vuelta por Londres ayer su madre se había encargado de m****r hacer unos hermosos vestidos para la boda de su amiga la cual se celebraría en unos días, la verdad estaba muy nerviosa y entusiasmada sería su primera aparición en la sociedad londinense luego de haberse marchado, la verdad ahora estando aquí no sabía cuanto había extrañado aquellas abarrotadas calles por las mañanas, la llego yendo y viniendo sin prestar ninguna atención a su paso, Londres era maravilloso cuando lo veías así desde esta perspectiva no cuando tenías que ser recta, vestir un casi asfixiante vestido, amaba Francia por eso y sus exquisitos vestidos un tanto menos apretados, casi había saltado de alegría cuando su buena amiga le había confeccionado uno sin aquella horrible cosa, esperaba alguna reprimenda por parte de su madre ya que aquello no era visto de buen gusto y ni elegancia, su madre había quedado encanta que luego había mandado hacer otro más. Ahora iba a unas de las buties más discretas de aquellos lugares la había visto hace algunos días, le había encantado la tela que había visto allí y no habia visto en otros lugares.

Llego a la pequeña tienda tocando la puerta, esta se abrió mostrando a una dulce señora mayor, Rosalia se quitó el sombrero al entrar y le regaló una pequeña sonrisa.

—Espero no molestar, pero necesito que haga algunas cosas en el diseño del vestido— la mujer detallista vio a la joven buscando algún indicio de embarazo, casi quiso abrir la boca y preguntar pero no por saber el chisme iba a perder una gran clienta....

—Claro mi lady, usted solo digame—preguntó saliendo de sus pensamientos, se dirigió a donde la marquesa había puesto los diseños.

—Quiero que trate de retirar ese horrible corsel que no haga falta—, explicó—, de esta manera.

Rosalia le extendió uno de sus vestidos que habia llevado como guía para la mujer, la mujer tomó el vestido acariciando la suave Lana de este, sin duda era tela traída de las indias, aquellas maravillosas telas podrían ser traídas de ahí, la costurera quedó impresionada jamás le habían pedido un vestido como ese no en el caso de un persona de alta sociedad aquellos vestidos eran comunes entre las damas de compañía que se encontraban en esas horribles cavernas. 

—¿Esta segura mi lady?—dijo dudosa, Rosalia no quiso resoplar sin embargo lo hizo.

—Si, estoy completamente segura—expreso segura sonriéndo a la costurera, estoy completamente segura que estoy les dará buenos argumentos para hablar de ella, de acuerdo a los recientes rumores de esa horrible revista.

Todavía se sentía furiosa cómo en la mañana cuando lo había leído, cómo se atrevían, por eso odia aquel sitio siempre quisquilloso y juicioso. 

—¿Con el mismo diseño de antes?—preguntó.

—Si siga manteniendo el boceto, pero podría cambiar el color por un azul—dijo sonriendole—le pagaré extra por las molestias.

—No se preocupe mi lady—digo soltando una visita nerviosa—, mejor tomemos las medidas.

Sonriendo subiéndose al taburete no había ido allí por nada, había logrado lo que quería, aunque su plan tal vez se viera descubierto y williams se enterara que estuviera en Londres era un mayor beneficio, aunque sabía por Luicis que había ido a buscar a su madre en la casa de campo que tenían en Gales, aquello le daba un margen de tiempo.

Al salir a la calle se colocó su sombrero y aseguró que su rostro no se mostrara por completo, camino hasta el hayde park, por las mañanas el lugar era maravilloso fresco y relajante, iba caminando distraídamente cuando se topó con una vista nada agradable, era Williams y nada menos con Lady Anabel, por inercia se llevó la mano a donde colgaba aquella sortija cómo si fuera un enorme peso, ambos parecía muy contentos y alegres mientras se susurraban palabras para luego reír.

Rosalia siempre había sentido celos de haberlo vestido con otras damas, pero ahora todo aquello estaba mezclado con la furia y el dolor, hacia dos meses que no resivia una carta por parte de él ni tampoco contestaba las que le había enviado preocupada de no haberle preguntado a Susan por él, tal vez ahora estuviera paseándose en todas las calles de Londres cortejando a la dama, algo que jamás había hecho con ella..

《Como si hubieran tenido tiempo》 susurro su consciencia.

Se alejó rápidamente antes  que la vieran, Anabel levantó la vista encontrándose con aquella mujer de negro que los observaba por un momento se colocó nerviosa hasta que la vio marcharse, el duque al notar el nerviosismo en la joven le pregunto: 

—¿Algún problema?—digo mientras retomaba de su camina junto a la dama.

—Nada, es que había un dama quien nos miraba sin apartar la vista.

—Debe estar prendada en mi, sabes como enloquezco a las damas—digo en un tono que parecía ser pretencioso.

Anabel rió amaba pasear las mañanas con él, ahora lo extrañaría ya que salía de londres en busca de su madre para traer la ciudad.

—Cuidate, si algo te pasa no sé que haría.

— Sé cuidar de mí, mi lady—dijo besando la mano de ella—, se mover mi espalda.

— Lo espero, mi lord.

♡ Capítulo inédito


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