— Pensé que sería el único en morir en esta aburrida fiesta, pero veo que no. — Refuto esa voz varonil — Tendré compañía con una linda dama.
— Me invitaron a una fiesta de un chico de 18 años no a la de un anciano. — Exclame. Ese chico soltó una carcajada haciendo que lo mire fijo a los ojos. — Lo siento.
— Será nuestro — Mencionó — Damir Yankow, un gusto. El anciano de 18 años.
Mis mejillas se ruborizaron por completo. A veces soy una experta en meter la pata. Extiendo mi mano para estrecharla con el festejado.
— Maciel Miranda, — Dije — Un gusto, Damir.
— Así que tú eres la nieta de Anabel. Se ha quedado corta al decir que eres muy linda, eres hermosa.
Veo que le ha hablado de mí a Damir. Anabel haciendo de las suyas.
— Gracias. —