Capítulo 3

*—Shanna:

¿Qué vestido debería escoger?

Shanna miró hacia los vestidos de gala que había seleccionado. El primero era un vestido rojo intenso, como si fuera una túnica griega, largo y de una tela suave. El segundo era de color blanco con encaje dorado y el estilo era parecido al anterior, tenía una amplia falda media transparente que se abría por toda la pierna izquierda hasta la cadera revelando una corta falda. Le gustaba, si pero el tercer vestido también le encanta, este era de un tono pastel cremoso que iba cambiando de tonalidad después de las caderas a un tono rosa pastel. Este último vestido pegaba más en Brianna ya que era demasiado rescatado.

Umm… Shanna se acarició la barbilla y miró hacia el probador, Brianna estaba dentro de él midiéndose un vestido azul oscuro. En ese momento, su hermana gemela salió con el vestido puesto. Shanna la miro de arriba abajo mientras Brianna le modelaba el vestido. Le asentaba bien, pero estaba segura de que uno de los que había seleccionado le quedaría mejor…

—¿Qué tal me queda?—preguntó Brianna con una sonrisa, estaba muy emocionada por esto. Ella era la que había estado más emocionada por ir de compras, había dicho que quería comprar un vestido especial para la noche y además para lucirlo delante de Robert.

Shanna sonrió.

—Te queda bien—dijo observándola. El vestido tenía un poco la espalda libre y parte de los costados, la falda era amplia y hasta el suelo.

—Entonces lo comprare—dijo y se metió al probador para quitarse el vestido.

Shanna sonrió y se giró hacia los tres que había seleccionado. Tenía que decidirse. Lo peso mucho pero al final se decidió por el rojo intenso y ahora se cuestionó si debería teñirse el cabello de rubio otra vez y así parecer una femme fatale

Brianna salió vestida con su ropa de antes y con el vestido en el brazo. La dependienta se acercó para tomar el vestido y marcharse hacia la caja. Brianna se giró hacia ella.

—¿Te has decidido?—pregunto Brianna.

—El rojo—dijo Shanna señalándolo—¿Crees que debería ponerme rubia otra vez?

Brianna le dio una mirada y negó con la cabeza.

—No, no creo que te verás bien.

—Pensé que me veía bien rubia—dijo Shanna, cuando se había puesto rubia hace mucho para que las personas que la conocían a ellas dos pudiesen identificarlas, le habían dicho que se veía bien rubia.

Brianna hizo una mueca.

—Sí, te ves bien pero con ese vestido parecerás otra cosa—murmuró su hermana.

Bueno, ella tenía razón. Se decidió por el rojo de todas formas y se acercaron a la caja para pagarlos. Unos minutos después, luego de que anduvieron por el centro comercial comprando todo lo que faltaba para la noche de mañana, estaban sentadas en un café tomando un par de frappes. Shanna veía de mala gana a su hermana gemela, no se podía salir mucho con esta ya que se la pasaba en su móvil chateando con Robert, como si estos dos no se vieran lo suficiente.

Shanna rodó los ojos y buscó su móvil. Tenía que inscribir una cita para las dos mañana en el spa temprano. Le escribió rápido a una de las chicas que trabajaban en el local de la cual se había hecho muy amiga. Cuando terminó, se dispuso a mirar por el lugar. Debería comprar algunas cosas más, pero ya tenía los zapatos, los cuales eran de color plateado, una pequeña bolsa y otras cositas necesarias, era una derrochadora de dinero, pero ella sudaba ese dinero…

Shanna soltó una risita y Brianna la miro. Esta negó con la cabeza y volvió su atención al móvil.

Bueno, no exactamente. Se la pasaba el día sentada detrás de un escritorio pero no era fácil aguantarse a su malhumorado jefe, aguantar sus acosos y sus cambios de humor. Aunque… Hoy había estado tan diferente. No entendía porque se molestaba pensando en ese imbécil, en unos meses le diría adiós y nunca se volverían a ver, no le importaba que este tuviese negocios con su padre, ella haría todo lo posible para no cruzarse con él. Nick O'Brien era un maldito error. ¿Qué mierda había estado pensando cuando se acostó con él? Aún seguía preguntándoselo.

Soltó un bufido, algo molesta. Odiaba cuando su mente se hacia la dura y comenzaba a pensar sobre Nick. ¿Por qué mierda era esto? A ella no le importaba y lo que le pasase a ese imbécil, no era de su incumbencia. Además, mañana seria el día en que conocería a ese Bryant especial que Dios le tenía preparado, porque ella sabía que El Grandísimo le tenía ese regalo por ser tan buena chica.

—¿Shanna?

Shanna miro a su hermana.

—Robert está cerca de aquí—dijo ella dándole una mirada rápida al móvil y escribiendo algo para después mirarla—Vamos hacia allá.

—¿Por qué no puedes estar tranquila conmigo algún día sin que estés pensando en Robert?—preguntó Shanna cruzándose de brazos. Cada vez que se juntaba Brianna siempre tenía que saltar con que tenía que irse a ver a Robert o si no hablar con este.

Brianna se ruborizo e hizo un puchero.

—Nos vimos esta mañana nada más—murmuró ella avergonzada—Robert tomó su almuerzo con Jay y yo…—ella bajo la cabeza—Lo extraño.

—Deberían casarse—dijo Shanna.

—Muy pronto—dijo Brianna sonriendo feliz.

Shanna rodo los ojos. Ellos no podían estar mucho separados, aunque vivían juntos, Shanna estaba segura de que una vez que diesen ese paso ya no había manera de que se unieran más, ah bueno, teniendo un hijo era posible pero Brianna no debía de ser tan tonta como para tener un hijo tan joven así como Cassie. Había primero que disfrutar los primeros años de matrimonio. Ella haría eso cuando le llegase el tiempo.

—Cuando te cases no habrá nadie que te vea otra vez.

—Exagerada.

—Te odio—dijo Shanna y miro hacia la mano izquierda. El diamante en su dedo anular brillo como si estuviese burlándose de Shanna. Esta chasqueó la lengua y quiso sacarle el dedo mayor a aquel anillo, pero se vería algo infantil. De todos modos, muy pronto tendría uno, porque de una vez que conquistase al Bryant que le tocaba, ella iba a lanzar su soga y amarrar a ese hombre.

—Yo también te quiero hermanita—dijo Brianna moviendo una mano y tomando la que Shanna tenía posada sobre la mesa.

—Como digas—murmuró Shanna poniendo los ojos en blanco una vez más.

—Vamos al lugar—dijo Brianna poniéndose de pie y guardando su móvil en uno de los bolsillos de su pantalón corto. Se inclinó para recoger las bolsas de compras.

Shanna hizo lo mismo y recogió las bolsas del suelo, se las caló como pudo al brazo, ya que tenía su bolsa personal, y aun no se había terminado el frappe. Salieron del lugar hasta el estacionamiento subterráneo y unos minutos después, se dirigían por la avenida hacia el lugar que Brianna había dicho que Robert estaba con Chris.

Llegaron al lugar donde estaba Robert, entraron y lo buscaron con la mirada, bueno, Brianna lo buscó con la mirada. Shanna solo se mantuvo persiguiéndola. Se acercaron a una mesa y Shanna salió de detrás de su hermana para después quedarse estática en el lugar.

¿Era una broma?

Shanna le lanzó rayos a su hermana con la mirada. La malvada sabia de esto. Bufo molesta. Antes quizás hubiese estado emocionada al ver a tantos hombres tan guapos reunidos en una mesa, porque eso no había que quitárselos, estos cinco tipos alrededor de aquella mesa estaban para comérselos pero ahora era diferente. Shanna murmuró una maldición mirando a uno de aquellos cinco hombres en específico, este era su jefe quien se le había quedado mirando y cuando vio que ella lo miraba también, desvió la mirada.

¡Qué imbécil! Ahora la ignoraba. ¿Qué se creía? Shanna bufo molesta y se acercó a la mesa. No le iba a prestar atención.

—Hola chicos—saludó Shanna muy melosa.

Se acercó primero a Chris y le plantó un beso en la mejilla, ella no acostumbraba hacer esto, lo hacía con Robert pero con Chris era diferente y no sabía porque lo hizo. Se alejó de este e hizo lo mismo con Seth, el amigo de Chris; después con Charlie, quien había sido el jefe de Brianna y al final con Robert, con el cual duro más para molestar a su hermana y que además le dio un rápido abrazo. Este olía delicioso y otra vez pensó que Brianna era tan suertuda de tenerlo.

Se alejó de ellos y se quedó de pie entre Robert y Charlie. Vio por el rabillo del ojo que Nick la observaba. ¿Acaso estaba esperando su beso también? Que no jodiese.

—¿Cómo estas Shanna?—preguntó Chris quien parecía algo nervioso, quizás por la acción anterior. Shanna estaba segura de que le iría con el cuento a su esposa y luego esta vendría a molestar a Shanna con sus estúpidos celos.

—Bien—le dijo a Chris con una sonrisa—Supe algo que me tuvieron oculto—dijo esto último dándole un ligero golpe a Robert por la cabeza—¿Por qué no me habían dicho que se habían reunido con sus primos?

Robert abrió la boca para después mirar hacia su novia quien tan solo se encogió de hombros. Robert murmuró algo que sonó como una mala palabra y levantó la mirada hacia ella.

—Lo siento pero esto era entre nosotros, nada de mujeres—se excusó Robert encogiéndose de hombros.

Shanna arrugó los labios y bufo molesta. Lo mismo que había dicho Brianna antes. Bueno, no importaba.

—Está bien—dijo ella. Ahora quería irse de allí—¿Nos vamos?

—¿Por qué no se sientan un poco?—preguntó Charlie poniéndose de pie y cediéndole su asiento a ella, que para su desgracia estaba al lado de Nick. Shanna entrecerró los ojos y bufo molesta. Estaba segura de que lo había hecho a propósito.

—No hace falta, ya nos vamos—murmuró Shanna con una sonrisa falsa.

—Es aun temprano—dijo Brianna mientras se acercaba a su novio al fin y lo besaba. Robert le cedió su lugar a su novia y buscó otra silla para él. La colocó al lado de Brianna y estos dos tortolos se fundieron en un beso, sin importarles quienes le rodeaban. Últimamente las cosas entre las pareja era de esa manera, habían perdido el pudor. Quien diría que vería a su hermana comerse a su novio en público, algunas cosas cambiaban.

Shanna miró de mala manera a su hermana. Más tarde tendría una conversación con ella. Tomó a mala gana el lugar de Charlie y no miro hacia Nick, Charlie se sentó a su lado y ella que había pensado que se sentaría entre Nick y ella, pero al parecer estaba haciendo de celestino el muy maldito.

—Shanna—escuchó que su jefe la llamaba.

Aquí empezábamos… Y ella que pensó que se había librado de Nick por este fin de semana, ya que aunque sabía que él estaría en la fiesta de mañana, trataría de evitarlo lo más que podía, pero tenía mala suerte. Shanna miró hacia el techo y luego con una expresión de falsedad miró hacia su jefe.

—¿Si, señor?—preguntó Shanna ladeando la cabeza. Estaba segura de que todos en aquella mesa se dieron cuenta de su tono falso pero que le importaba a ella, solo quería largarse de allí.

—¿Podemos hablar?—preguntó mirándola a los ojos. Sus ojos de color gris azulado se entrecerraron mientras agregaba—En privado—dijo en voz baja.

No, no quería hablar con él en privado, lo único que deseaba era irse de allí y seguir soñando sobre el encuentro de mañana… Espera. Shanna sonrió maliciosamente. Podía hacer una escenita con él, así le daba vergüenza y dejaba de molestarla de una vez por todas. Shanna se puso de pie.

—Si, como desee—murmuró sonriendo.

Nick sonrió y parecía feliz. Él también se puso de pie y comenzó a caminar hacia algún lugar en aquel restaurant. Shanna lo siguió a regañadientes. Fueron hacia un área libre de aquel restaurant. Consiguieron une mesa para dos vacía y tomaron asiento en esta. Shanna cruzó las piernas por debajo de la mesa y fijo la mirada en su jefe.

—¿Qué desea señor?

—Enserio deja de llamarme señor—murmuró Nick poniendo sus ojos en los de ella, su ceño se frunció—Me molesta y me hace sentir viejo.

—Pero es mi jefe.

—¿Y que si lo soy? Te he dado el derecho de tutearme, además…—una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios—Aquella vez nunca me llamaste jefe mientras empujaba dentro de ti—dijo esto en voz baja.

Shanna sintió el calor subir hasta sus mejillas. ¿Cuándo dejaría aquello? Tosió algo incomoda y fue directo al grano.

—¿Qué es lo que quieres, Nick?—preguntó directamente.

Nick sonrió.

—Así me gusta.

—¡Habla de una buena vez!—exigió Shanna entrecerrando los ojos. Ya estaba cansada de tantos rodeos y de este molestándola. Tenía que deshacerse de él, estaba afectando su paz mental.

Nick soltó una risita y Shanna quiso estampar su puño contra su hermosa cara, pero se contuvo. Quería armar una escena pero no una escena que metiese a la seguridad del lugar.  Se quedaron observándose mutuamente, Shanna sentía el enojo creciendo en su interior, odiaba cuando una persona decía algo y luego no quería hablar, y era eso lo que estaba haciendo Nick. Este se mantenía de brazos cruzados frente a ella, observándola fijamente. ¿Qué mierda era lo que quería con ella?

—¿Qué es lo que quieres?—volvió a preguntar algo cansada. Estaba hastiada de sus juegos.

—Tú sabes perfectamente lo que quiero—dijo Nick con una mirada ardiente, como si estuviese decidido a conseguirla. Lástima para Nick que ella ya tenía en mente el hombre de su vida y Nick no era ese.

—Es una lástima para ti, Nick—le dijo Shanna sonriendo y Nick frunció el ceño—Esas son cosas que solo pasan una vez en la vida—se acercó un poco hacia el—Las cosas buenas solo se repiten una sola vez—murmuró y se alejó sonriendo con burla.

Nick se quedó mirándola un rato en silencio hasta que soltó una risotada.

—Puedes creerte eso—dijo él—Puedes seguir con eso en la cabeza por un tiempo pero tú y yo sabemos que no durara mucho antes de que vuelvas a mi otra vez—dijo con una sonrisa maliciosa—O se te olvida lo mucho que te moleste para que te acostaras conmigo hasta que sucumbiste a mis encantos—Nick movió la cabeza—No duro demasiado.

Shanna apretó los puños y sintió la ira crecer más. Tenía que controlarse. Shanna comenzó a exhalar e inhalar para tranquilizarse. A la mierda su control. Shanna explotó.

—¡Quiero que me dejes de una maldita vez en paz!—exclamó Shanna poniéndose de pie rápidamente y haciendo que la silla detrás de ella se volcara, llamando la atención de algunas personas que estaban cerca.

—Shanna—murmuró Nick extendiendo una mano hacia ella, quizás para tratar de calmarla pero Shanna golpeó esa mano.

—¡Estoy harta de ti y de tus acosos!—exclamó y las personas que estaban más cerca comenzaron a murmurar entre ellas. ¡Que se jodan!—¿Sabes que puedo demandarte por acoso?—le dijo y la cara de Nick se ensombreció. Si, él obvio que lo sabía—Lo sabes muy bien—murmuró Shanna sonriendo maliciosamente y vio como Nick tragaba nervioso—Así que si no dejas de molestarme te la veras con mi abogado que para tu desgracia será tu padre—le dijo Shanna atacándolo por donde más le dolía.

Nick abrió la boca sorprendido para después bajar la mirada. Shanna sabía la relación entre Nick y su padre, esta no era muy buena y sabía que cualquier mención de este era como si le clavase un puñal en el corazón. Sonrió feliz al darse cuenta de que lo tenía agarrado literalmente de las bolas.

—Espero que te quede claro—dijo Shanna colocándose derecha—Seguiré trabajando para ti por lo que queda del tiempo que mi padre y tú acordaron, pero nuestra relación será completamente profesional—lo miró a la cara y agregó: —Además, solo es cuestión de tiempo para que tenga una pareja así que es mejor que te vayas olvidando de mí.

Nick lo único que deseaba era tenerla en su cama otra vez, como todo maniático sexual que era, pero él se podía joder. No iba a tener nunca más. Ella tenía planes y él no entraba ninguno en ellos.

—Adiós, jefe—destacó esta última palabra y Nick desvió la mirada.

Shanna sonrió y colocó la silla que había volcado antes en su lugar. Le dio una mirada a su jefe otra vez y se marchó. Cuando entró de nuevo al restaurant, se acercó a Brianna y esta entendió que había pasado algo sin Shanna haberle dicho nada, conexión de hermanas gemelas. Se despidieron de los chicos y se marcharon. En el camino de regreso a la casa de sus padres para dejar a Shanna en esta, Brianna se mantuvo en silencio, sin preguntarle nada.

Le agradecía porque ahora mismo no tenía ganas de hablar. Estaba enfadada y confundida. Enfadada porque Nick aun no dejaba de joderla, pero estaba segura de que con esto último el entendería que entre ellos dos no podía haber nada y algo confundida porque las últimas acciones de Nick eran extrañas. ¿Qué mierda pasaba con ese imbécil?

Umm… Shanna se acarició la barbilla y miró por la ventanilla del auto de su hermana. ¿Acaso Chris le había dicho algo? Tenía que haber sido eso, Chris de seguro le había dicho a Nick de que ella estaba detrás de uno de sus primos y por eso él actuaba de esa manera. Soltó una risotada y se sintió mirada por su hermana después, pero esta no objetó nada.

Bueno, le interesaba un comino. Nick podía ir y joderse.

Solo esperaba el día de mañana para decirle adiós a todo.

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*—Nick:

Interesante.

Nick soltó un suspiro mientras veía a la mujer que amaba irse y dejarlo con el corazón medio roto.

Lo había hecho de nuevo.

Bajo la cabeza, derrotado. Había actuado como un imbécil una vez más. Él solo había tratado de hablar tranquilamente con ella, ser sincero y confesarle lo que sentía pero lo arruinó, como siempre. Se llevó una mano a la frente y se la golpeo. Era el más grande imbécil de todos. Cuando pensaba que Charlie o Seth lo eran más que él, estaba equivocado, él era el epítome de la estupidez.  

Bueno, tenía que reunir su mierda y seguir con su vida. No había más nada que hacer. Shanna le había dejado en claro que no volviese a molestarla más, y si él lo seguía haciendo iba demandarlo por acoso. Su chica era inteligente, él nunca pensó que ella pensaría aquello, incluso le atacó donde más le dolía y no fueron sus bolas. Que ella fuese a contratar a su padre como abogado si él seguía molestándola fue completamente un golpe bajo para él. Su orgullo estaba algo herido.

Soltó un suspiro y miró por el lugar. Había tantas parejas en ese sitio. Lo odiaba. Se puso de pie y se marchó hacia donde había estado antes. Cuando se acercó a la mesa donde estaban sus amigos, se percató de que las dos chicas se habían ido. Bueno, era mejor que se fueran a tener que mirar a Shanna luego de lo que paso.

Tomó asiento en el lugar de antes, las dos sillas que habían sido agregadas habían sido ya retiradas. Miró hacia sus amigos, ellos lo miraban con una expresión curiosa. Querían saber lo que había sucedido, bueno, no les iba a decir. Él estaba cayendo ya en el pozo de la vergüenza y no quería que estos imbéciles lo supieran.

—¿Qué miran?—preguntó Nick enfadándose.

—¿Qué fue lo que hiciste amigo?—preguntó Charlie a su lado palmeándole la espalda con cuidado.

Nick arrugó los labios.

—Nada.

—¿Nada?—preguntó Seth y se rio mientras estrellaba la mano sobre la mesa—Esa mujer se veía como un fiera cuando se acercó para llevarse a su gemela. Parecía que fuera a matar a alguien y no era a ninguno de nosotros—Seth volvió a reírse.

Nick desvió la mirada.

—Déjalo en paz, Seth—escuchó que le decía Chris al rubio.

Seth levantó las manos y dejo de molestarlo.

—Mira…—comenzó a decir Robert y Nick lo miró con el ceño fruncido para que guardara silencio. No quería escuchar nada.

No estaba muy feliz, era posible que este imbécil fuera quien estuviese armando la reunión de Shanna con alguno de sus primos. Apretó los puños y deseó golpear al creador de sus desgracias pero se contuvo después, a pesar de que Robert tenía un poco la culpa, no era completamente suya, era también de él. Nick había actuado como un imbécil desde el comienzo y cada vez que trataba arreglar las cosas, lo liaba. Era Nick quien no sabía cómo manejar el asunto entre su secretaria y él.

Bufo molesto y desvió la mirada. De todos modos no deseaba escuchar lo que Robert tenía que decir. Quizás iba a decirle que se olvidase de la gemela de su mujer o alguna otra mierda que tenía que ver con renunciar a Shanna. No, no iba a renunciar a ella tan fácil, lucharía otra vez y una vez más, hasta poder tenerla.

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*—Shanna:

Se observó en el espejo de cuerpo entero por enésima vez. Es que estaba tan preciosa que aún no se lo creía. El vestido rojo le asentaba como una segunda piel, tan brillante e intenso. Había recogido su cabello en un elegante mono a lo alto de su cabello, dejando algunos mechones rizados caer y su maquillaje estaba al punto. Había optado por un tono rosáceo para sus labios y sombras oscuras para sus ojos, los cuales destacaban gracias a esta. Estaba despampanante. 

Shanna dio una vuelta y miró hacia su hermana gemela que estaba frente al tocador dándose los últimos toques. Brianna le había pedido que pasara el día en el piso que compartía con Robert. Habían comido juntas, bromearon, cotillearon y vieron televisión. Había sido una mañana y tarde agradable, y lo fue más porque Robert pasó el día fuera del piso porque si no Brianna hubiese estado solo pendiente a su novio.

Tocaron la puerta. Y hablando del diablo…

—Pase—dijo Shanna hacia la puerta. Estaban en la habitación principal que Robert y Brianna compartían, ellas habían hecho de la habitación su centro de belleza. Shanna le hizo el cabello a Brianna y le hubiese hecho el maquillaje pero esta se negó, diciendo que solo quería algo fresco. Shanna la dejó tranquila porque lo que tenía en mente para su hermana no era nada fresco, había pensado en algo sensual.

La puerta se abrió mostrando la figura del novio de su hermana. Robert tenía un traje oscuro hecho completamente a su medida, el cual destacaba sus anchos hombros y su increíble físico. Dios, el hombre sabia como vestir y… Shanna aspiro el aire, vaya… Algo que sumaba muchos puntos era que un hombre oliese bien y Robert definitivamente olía muy bien.

Mierda. El tipo era demasiado para sus ojos. Shanna apartó la mirada pero volvió a mirarlo para ver como este se acercaba a su novia por detrás y la abrazaba con cuidado. Brianna ladeó la cabeza hacia él y Robert le susurró algo para después besarla lentamente. Esto era genial. Shanna observó como ellos se daban amor mutuamente antes de separarse y Brianna seguir con lo suyo.

Robert se giró hacia ella.

—Vaya, Shanna—dijo pasando la mirada por su cuerpo—Estás asombrosa.

Si, ella lo sabía. Shanna sonrió.

—Gracias—le agradeció—Tú también—le dijo Shanna pero pensó que él estaba más que asombroso. En verdad los hombres Bryant eran guapísimos, como Dioses del Olimpo.

—Siempre lo estoy—murmuró Robert levantando el mentón.

¡Ese baboso! Aunque tenía razón, en verdad que Brianna era una chica suertuda, mira que conseguir su primer novio y que este fuese un tipo como Robert no era algo que le pasaba a cualquiera. Bueno, ella también tendría su guapo novio, obvio no sería el primero, ya que había arrasado con muchos chicos en su adolescencia.

Brianna al fin terminó de arreglarse. Su cabello estaba suelto sobre sus hombros desnudos cayendo por su espalda en ondas, estaba maquillada con un maquillaje ligero, así como esta había querido, su vestido se abría a la mitad de este en una amplia falda. Se veía estupenda, estaba orgullosa de su hermana. Tomaron sus bolsos pequeños para la ocasión, Shanna tenía su móvil, un poco de dinero, algunas mentas para el aliento y preservativos por si acaso, si, era algo atrevida pero era mejor prevenir que lamentar. Salieron de la habitación y luego del apartamento.

En el ascensor, Robert se mantuvo detrás de Brianna abrazándola y susurrándole cosas al odio, ya más tarde Shanna exigiría saber lo que este le había dicho a su hermana. El ascensor se detuvo en el primer piso y no en el subterráneo. Salieron por la puerta frontal del edificio donde Robert vivía, cuando salieron Shanna abrió la boca sorprendida.

Vaya… Una limosina.

La última vez que se subió a una limosina fue para el baile de graduación de su instituto. Brianna no había querido ir y se había quedado en su habitación, pero ella si fue y se dio la vida esa noche. Había sido invitada por tantos chicos que ella decidió que se unieran todos, había pasado la noche bailando en brazos de cada uno de sus enamorados y al final terminó la noche en su habitación sola.

Soltó una risita mientras entraba al vehículo. Había sido una chica muy traviesa… Bueno, ella seguía siéndolo.

Una vez dentro la limosina se movió y comenzó su trayecto hacia el lugar donde se celebraba la fiesta. Shanna había escuchado que el lugar era uno de los hoteles pertenecientes a la familia de uno de los amigos de Chris, le gustaría celebrar algún día uno de sus cumpleaños con una gran fiesta, pero celebraría su cumpleaños 21 el cual era muy pronto en algún club con Brianna a su lado.

Llegaron al lugar de la fiesta y Shanna se bajó de la limosina con ayuda del botones del hotel. Se quedó algo asombrada por el lugar. Lo que hacía el dinero. Sus padres tenían dinero pero no tanto como los Bryant o los dueños del hotel aquel. Demasiadas luces y personas de alto estatus. Sonrió feliz mientras se acercaba a la entrada junto a Robert y Brianna.

Esta era su noche.

.

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.

*—Nick:

Había llegado la gran noche.

Nick inhaló el aire cargado de perfumes y el aroma de las flores que había en aquel lugar. La fiesta se celebraba en salón de eventos de un hotel que pertenecía a un gran amigo del patriarca de los Bryant y quien era el padre de Seth. Nick se había estado debatiendo entre ir y no ir, pero como él quería ver con sus propios ojos lo que iba a pasar esta noche, se había enfundado en un traje hecho a su medida y había partido a la gran fiesta.

Entró a lugar y se encontró con algunos conocidos mientras se adentraba al gran salón. Había una orquesta sobre un escenario al fondo del salón, frente a este una especie de pista de baile y a los extraños varias mesas. Nick se movió por el salón saludando y buscando a sus amigos.

Los encontró, en realidad los encontró a los tres de un tirón, Chris estaba con su esposa embarazada a su lado, Seth con Holly y Charlie solo pero además de ellos estaban Robert y su novia, por ultimo estaba Shanna…

Nick trago nervioso mientras se acercaba. Shanna estaba lejos pero lo suficientemente cerca como para verla detalladamente y se quedó completamente asombrado por esta. Llevaba un largo vestido rojo intenso con los hombros al descubierto y su cabello castaño claro estaba en un elegante moño. Dios, estaba fantástica.

Nick bajo la mirada y la desvió lejos de ella. Shanna estaba tan fantástica pero para él estaba prohibida, esta se lo había dejado claro el día anterior. Nick se llevó una mano al pecho mientras sentía su corazón contraerse. Dolía recordarlo. Nunca había sido rechazado de esa manera pero tenía que actuar normal, no darle ningún atisbo de que ella lo afectaba de la manera que lo hacía. Levantó la cabeza y decidido se acercó al grupo.

Mientras caminaba hacia el grupo vio como cuatro personas se agregaban al grupo. ¿Quiénes eran? Nick se detuvo no tan lejos y observó a los recién llegados. Había dos mujeres y dos hombres, uno de los hombres tenía un brazo pasado por detrás de la cintura de una de las mujeres, la cual estaba en un avanzado estado de gestación; la otra mujer era joven y el otro hombre estaba de brazos cruzados.

¡Oh! Estos eran los primos.

Nick observó al tipo que estaba al lado de lo que parecía ser su esposa. Era alto y tenía el cabello oscuro así como los Bryant; el otro hombre era igual solo que menos corpulento y la chica que no estaba embarazada, tenía el cabello rubio el cual se veía que era teñido pero los tres se veían atractivos. Nick dio otro paso hacia el grupo y vio como Shanna sonreía feliz al tipo que no estaba casado, ella estaba coqueteando con él.

Este tipo seria su desgracia.

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